1.3.14

PLAZA la han jodido entre todos. Unos por robar y otros por hablar bajico

Cuando en Zaragoza hay que hablar de una fuente, un carril bici o una calle con o sin aceras, todos los partidos políticos aragoneses saltan como bichas. Cuando se habla de una depuradora en un pueblo, un campo de fútbol comarcal o un sendero verde, todos saben posicionarse y ocupar titulares.

Pero con PLAZA nos han tangado 500 millones de euros y los gritos aragoneses no llegan a donde tenían que oirse. Nos han dejado PLAZA, una excelente idea y oportunidad de desarrollo para Aragón, como unos zorros, temblando y con el futuro apagado, pero todos los partidos políticos o se callan o hablan bajico. Vamos que, o tienen algo que esconder o no tienen agallas para esos temas; tal vez sea que a los partidos pequeños donde no les dejan estar dentro, por ello no tienen suficiente información como para sacar la rasmia jugándosela hacia la exclamación de hartazgo. 

Los que mandan desde el bipartidismo, más también desde el que se apega a todo lo que sirva para gobernar, se callan mucho o poco, según el día de Feria. Luego quedan CHA e IU que se callan poquico pero se callan, pues de estos asuntos gordos no saben tanto como de fuentes o de acequias. Pasa con el Real Zaragoza y sus perdones de deudas, pasa con la CAI y sus rarezas andaluzas o de otro tipo y ahora sucede con PLAZA por poner algunos ejemplos fáciles. Unos se lo comen y otros no saben mirar dentro de las colchas de las caras que es donde se esconde el cocido de verdad.

28.2.14

Movilización general indefinida. Los que callan no cuentan

Nos vamos dando cuenta que como sociedad sí somos capaces de cambiar los abusos actuales, las mentiras constantes, la pobreza que va en aumento mientras las grandes empresas ganan más beneficios, pues el poder real reside en los ciudadanos normales, en los que trabajas, pagan impuestos y consumen.

Julio Anguita ha tenido que volver a recordarnos que es mucho más importante para lograr los cambios necesarios una media movilización que dure 10 días que una manifestación inmensa que dure dos horas. Que el sistema se ha ido acostumbrando a relativizar los efectos de las protestas, a manejar al ciudadano, a individualizarlo, a defenderse muy bien ante la violencia de unos bobos. La fuerza del ciudadano reside en su constancia pacífica pero clara e inteligente, en su negativa a callarse al silencio para recordar que mientras sean ciudadanos y NO ciudadano, la razón la tienen los que son muchos y acuden a movilizarse. 

En todas las democracias, los que se abstienen no cuentan en el voto, no son tenidos en cuenta, no eligen. Ante el pacifismo activo, ante la protesta ciudadana tampoco deben contarse los que se abstienen, los que se esconden, los que callan. Callar es una opción, sin duda, pero no lo es para sumar a favor de una posibilidad o de la otra, es solo para ser respetada pero también desde el silencio.