11.6.18

Crecen las diferencias salariales en España

Cuando yo empecé a trabajar en el año 1970, la diferencia de sueldos más ingresos de variado tipo se estimaba en 1-30. Si a mi me pagaban 400 pesetas a la semana al que más ganaba en el escalafón económico de esos momentos en España le pagaban unas 12.000 pesetas.

Hoy, casi 50 años después, podemos decir que esta diferencia supera en España los 1-250, es decir que si el sueldo mínimo está en 736 euros mes para 2018, hay personas que llegan a ganar 185.000 euros al mes. Siempre brutos. Y hablamos de personas “normales” no de futbolistas o deportistas de élite. Los datos nos hablan en España de una diferencia de 1-210 pero en realidad no es cierto. En los EEUU esa diferencia se acerca a los 1-360.

Efectivamente, aun restando a esas posibilidades los sueldos estratosféricos de algunos deportistas hay personas que se llevan a sus bolsillos unas cantidades que nos sorprenden. Hay futbolistas que cobran 40 millones año, pero se calcula que unos 30 altos directivos de empresas españolas superan los 3 millones año. Y un directivo medio se puede mover entre los 50.000 y los 100.000 euros brutos al año.

Pero si la empresa factura “mucho”, un director general su lleva de media unos 120.000 euros brutos al año, a los que normalmente se añaden algunas “cositas” en forma de servicios no siempre declarados. Pero es normal que si el director general es “un fichaje externo” y la empresa está funcionando bien se le llegue a pagar hasta los 250.000 euros año brutos.

Un médico privado con consulta de un cierto prestigio puede salir sobre los 15.000 euros al mes, que en este caso casi todos ellos son netos y no quiero explicar el motivo. Si además le añadimos algunos extra de clases, conferencias, acciones, alquileres, etc. pueden suponer unas cantidades incluso superiores al top con el que empezábamos la entrada. Si su consulta médica es de ALTO renombre, estas cantidades se superan con facilidad. Algunos (pocos) abogados o arquitectos, se mueven en cantidades parecidas o incluso superiores.

Un personaje televisivo de importancia puede salir por entre 1 y 4 millones de euros al año. Entre 70.000 y los 280.000 euros al mes en 14 pagas. Un protagonista de cine o televisión en España, si trabajara todos los meses, cobraría unos 110.000 euros al año, pero su trabajo es por días o incluso por sesiones. Depende y mucho del tipo de obra y de las jornadas de trabajo.

Ampliar las diferencias de ingresos convierten a las sociedades en más peligrosas desde varios puntos de vista. Más cercanos a las rupturas sociales, mucho menos sostenibles, más tendencia a incrementar exponencialmente estas diferencias pues son un caldo de cultivo para ampliar las diferencias. Y alejan a las sociedades de las lógicas económicas hacia donde hay que intentar caminar, con un capitalismo menos duro, con una economía más de sentido común, de bien común y humanista. El resto es acercarnos a la violencia social.


Pero no todo es negativo. Cuanta más diferencia en ingresos, más crece el PIB, la economía. Pero efectivamente, ese crecimiento va a las manos de unos pocos. No se reparte.

10.6.18

¿Se pueden prevenir los suicidios? ¿Por quien y cómo?

Hablaba ayer de los suicidios como el resultado de una serie de enfermedades y realidades sociales que no son bien conocidas, una realidad social también bastante maquillada para no crear efectos llamada. Y lo admitimos, aunque de vez en cuando haya que insistir sobre su importancia, para que se dediquen más economías a resolver (o intentar) una enfermedad que va en aumento.

Es además el efecto trágico y final de una serie de problemas poco atendidos por la sociedad en su conjunto, y no hablo de las atenciones médicas, que son lo que pueden ser, sino de las atenciones sociales y de funcionamiento de nuestra vida actual. La suma de autoexigencia, de facilidad para evadirnos artificialmente cuando nuestra percepción del éxito es equivocada, la poca comunicación válida que creamos a nuestro alrededor, hace que los problemas siendo menores, vayan creciendo hasta convertirse en mayores, cuando las soluciones son mucho más complejas.

En los EEUU el aumento de suicidios en las dos últimas décadas ha sido de entre un 25% y un 30%. Cifra muy preocupante. Muchas de estas personas nunca ha sido diagnosticadas de enfermedades que lleven a estas decisiones tan trágicas. En los EEUU, uno de los pocos países que ofrecen datos más o menos reales por su propia forma de entender la religión, se producen entre 10 a 15 suicidios por cada 100.000 habitantes y año (en España declarados como tales unos 9 suicidios por cada 100.000 habitantes, pero estos datos si se analizan desde otras fuentes pueden triplicarse).

Si trasladamos estas cifras a los habitantes de nuestras ciudades, vemos que el problema está muy escondido. Curiosamente hay más del triple de suicidios entre hombres que entre mujeres y también más del triple entre algunas provincias españolas y otras. Se conocen los datos se trabaja y mucho desde la Sanidad, pero hay que trabajar mucho más desde la prevención y la salud.

Si además se observa un aumento de la edad del suicidio afectando más a entre 45 y 65 años, veremos que el componente laboral y de éxito personal malentendido es muy importante. Otro dato que debemos analizar con calma es que las personas que se suicidan, en muchos casos, son personas que antes de tomar estas decisiones caen en evasiones artificiales como el alcohol o las drogas. Que no son el desencadenante, sino el inicio del camino hacia el túnel.

¿Se puede prevenir el suicidio? Sin duda.
Y aquí es donde hay que trabajar más y mejor. Empezando por abandonar el concepto de que la prevención es cosa de profesionales médicos. La prevención más básica y mientras se está en condiciones de ello, es del propio afectado, pero a continuación o a la vez, de su propio entorno. Familiares y amigos, tenemos la responsabilidad de apoyar y ayudar, de detectar y acompañar a la persona que sospechamos está en problemas.

Cuando se estropea o hace un ruido extraño el coche, enseguida vamos al mecánico. Cuando nosotros mismos hacemos "ruidos" fuera de lo normal, debemos acudir a un especialista. Y el médico de familia es el más cercano, rápido y barato.