El filósofo Emilio Lledó nos dejó el otro día 28 frases suyas recopiladas de las muchas que nos va dejando en sus entrevistas, por la revista ICON. De ellas he elegido las 7 que a mí más me gustan. Con 91 años, tener ganas de seguir peleando por la dignidad, por la libertad y por la justicia social y cultural, es todo un éxito personal imposible de reconocer como se merece.
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El aprendizaje no es importante, sobre todo ahora que tenemos tantos medios de conocimiento e información; lo importante es crear libertad intelectual y capacidad de pensar (Filosofía & co)
El Alzheimer colectivo es todavía mucho peor que el Alzheimer individual, y un país sometido a la falsificación de lo colectivo es un país condenado (Filosofía & co)
Creo que cualquier bandera entorpece. Lo que tenemos que tener es una bandera de justicia, de bondad, de educación, de cultura, de sensibilidad, de filantropía, otro sustantivo maravilloso de los griegos, el amor a los otros (El País)
Creo decididamente en la enseñanza pública, en una enseñanza en la que no sea el dinero el que cambie las perspectivas o los tipos de enseñanza, porque además no suele cambiarlo (Filosofía & co)
Todos necesitamos un rincón de felicidad, de amistad, de cariño. Eso es tan esencial como comer para los seres humanos, pero hay momentos en los que no podemos regodearnos en la propia felicidad como señoritos satisfechos, momentos en los que se impone luchar por algo que ponga freno a la infelicidad que nos rodea (Lecturas Sumergidas)
La necesidad que tenemos de amor es un indicio de que estamos vivos, de que la amistad es una necesidad, igual que el entenderse con las palabras y el leer (Lecturas Sumergidas)
Hay que luchar por recuperar lo que hemos perdido y por llevarlo más allá, por conquistarlo enteramente, porque si no llegaremos a la aniquilación del país. Está claro que quienes nos gobiernan lo que quieren es meternos grumos en la cabeza (Revista Turia)
Es muy curioso constatar cómo hay políticos, escritores, pensadores, que en pocos años han cambiado radicalmente sus posiciones más o menos socialistas, hacia posiciones más o menos conservadoras. Cosa que curiosamente no sucede al revés. Es la derechización del pensamiento, que también, por edad o no, ataque a afecta a algunos pensadores que antes parecían de izquierdas. Podría poner ejemplos de políticos que eran socialistas y que ahora parecen no serlo tanto.
Yo os recomiendo que si os interesa el pensamiento socialista español, no se os ocurra leer libros del siglo XXI de estas personas. Ni libros ni pensamientos o artículos. Quedaréis sorprendidos. Es mucho mejor leer sus opiniones hasta los finales años del siglo XX y olvidaros de que han cambiado de forma curiosa. Y lo curioso es que os podéis encontrar reflexiones de aquellos tiempos, muy válidas hoy, y que difícilmente firmarían estos pensadores o políticos.
Si nos quejamos de que hoy no hay desde la izquierda que sepa dibujar futuros, tal vez si revisamos ideas de hace entre 20 y 40 años de personas que hoy no nos sirven desde la izquierda, podemos llevarnos algunas sorpresas agradables. Como ellos ya han renegado de esas ideas progresistas, se las podemos atrapar, pues ya no les pertenecen, y volver a la casilla de salida de los años 90 ó 00 e intentar conservar aquellos años. Es decir, tal vez desde la izquierda, haya que volverse conservador. Conservador de derechos, ideas y tiempos.