25.11.19

Las ideas de VOX han venido para quedarse. Lo siento

Algunas personas e incluso algunas organizaciones creen que se puede blanquear a VOX intentando explicar sus posturas y actos con razones que aunque no aprueban creen que forman parte de la vida en comunidad, incluso de la libertad de expresión o de postura. 

Es un error, la derecha extrema como la izquierda extrema (de la que no forma parte Podemos ni de lejos) no admite injerencias en sus ideas, pues por eso precisamente forman parte de la extremidad. No quieren escuchar otras razones que las suyas, para no dudar y perder razones tácticas. Pero eso no quiere decir que en estos momentos no representa a un número muy alto de españoles a través de su voto, y por ello y sin blanquear sus discursos, si que haya que analizar qué representan. Y sobre todo por qué los representan ellos y no el resto de fuerzas políticas.

VOX ha venido para quedarse por culpa de la sociedad en su conjunto y los partidos políticos que había en 2018, que no supieron trabajar la crisis 2008 a 2019 (de momento), que tiraron a la basura la ilusión del 15M y que ha convertido a España es un complejo país sin gobierno ni salidas claras hacia su orden.

Todos somos responsables del futuro, y debemos darnos cuenta de lo que estamos perdiendo en estas dos décadas del siglo XXI para saber qué hemos realizado mal e intentar modificar hábitos y ser capaces de salir de este caos. Caos por cierto que millones de españoles ven con alegría y sentido positivista. Por eso es complicado revertir estas realidades, pues se asientan en millones de votos.

24.11.19

¿Quienes deberían ser dueños de las empresas?

De cara a ese capitalismo o socialismo del siglo XXI que deberíamos construir entre muchos para evitar conflictos de convivencia, tal vez deberíamos preguntarnos de entrada y casi en primer lugar sobre quien debe tener la posesión y control de las unidades de producción y trabajo.

El comunismo apuntaba en el viejo siglo a que debía ser el Estado, pero eso está claramente superado. El capitalismo siempre ha trabajado para que el control de las empresas lo tenga únicamente quien tiene el capital para crearlas y hacerlas crecer. ¿Sólo?

Pero nadie tiene “mucho” capital si no es a costa de quedarse pequeñas porciones de beneficios de mucha gente que no tiene capital. 

Una fábrica, una unidad de trabajo o de servicios no debería ser únicamente una institución propiedad de quien haya puesto el dinero ganado a costa de muchos pequeños trozos de plusvalías del trabajo de otras personas.

Esos “otros” también deberían ser propietarios de una parte de su empresa pues siguen facilitando y trabajando para que crezca o se hunda. 

No parece muy de sentido común que sea solo propiedad de quien pone el dinero y la idea, y nada de propiedad de quien pone el trabajo. ¿Quién se arriesga más? Pues depende del capital que se posea. Para muchas personas, su trabajo es lo únco que tienen.

Como tampoco parece de sentido común que sea propiedad del Estado, es decir de todos, también por propio sentido de la calidad y la producción.

Deberíamos hablar de qué manera deben entrar en los Consejos de Administración los trabajadores que ponen vida a los proyectos empresariales. Y qué capacidad de mando y orden deben tener. 

Eso sí depende de muchos conceptos. 

Pero lo que no parece lógico es que sigamos caminando hacia empresas personales, monárquicas, donde todo, el éxito y el fracaso, dependa exclusivamente de personas que no están entregando su vida en ella, si acaso parte de los ahorros de otras inversiones.