17.1.20

La ortografía es muy importante para un curriculum vitae

La ortografía es muy importante para lograr en un selección de personal un trabajo de cierto nivel, incluso para demostrar que eres una persona leída, formada, escrita y con ganas de aprender. En un curriculum asegúrate de no cometer faltas de ortografía, y en estos tiempos en los que en las entrevistas de trabajo intentan saber tus direcciones en redes sociales, intenta que los textos que en ellas publiques estén exentas de estos fallos de escritura tan normales.

Es verdad que el castellano es un idioma complejo para estar libre de errores, yo mismo los cometo y escribo bastante. Pero hay errores y errores, algunos tremendamente imperdonables. Los acentos pueden pasar según el puesto al que se opta sobre todo entre palabras que a veces se acentúan y otras no. Pero equivocarse en B o V, en H, en G o J resulta bastante determinante.

Los correctores ortográficos de los ordenadores han resuelto en parte el problema, y por eso en algunas entrevistas se solicita al candidato alguna muestra de escritura que parece colarse por casualidad. Sin duda depende del tipo de trabajo al que se opta, pero no descartes que en un momento dado y con la excusa de que desean ver tu tipo de letra pues tendrás que redactar informes o notas, se cuele una prueba de escritura. 

Que no busca en la mayoría de los casos un análisis grafológico, sino simplemente una muestra del tipo de letra y de la capacidad para redactar un texto. Eso sí, sin faltas de ortografía.

15.1.20

Aragonesismo para niños de 0 a 95 años. ¡Uff!

Voy hablar de aragonesismo para niños hasta los 95 años. Si no va contigo huye, escapa..., o quédate y corre el riesgo de dudar o al menos de reflexionar sobre Aragón.

Intentar motivar a una sociedad para que abrace lo cercano, lo defienda y lo ame, parece tarea imposible, aunque explicado así de entrada todos diríamos que no, que es de lo más sencillo, que es lo que hacemos todos los días con nuestra familia. 

Cuando le ponemos nombre a esa lógica sensación social y territorial, ya vienen los rechazos pues durante décadas nos han explicado que es peligroso, negativo y se construye a costa de romper el peldaño superior.

Ser galleguista, aragonesista o catalanista suena a rompedor de la unión de España, suena a egoísmo destructor, y en cuanto le ponemos el “ista” destrozamos cualquier posibilidad de que sea una actividad positiva. 

Es curioso que esto lo ataquen sobre todo desde las derechas cuando se basa en un sistema liberal clásico de que el “mercado” funciona precisamente por defender el propio beneficio que se convierte en beneficio para todos. ¿En qué quedamos?

En los EEUU nadie duda de ser americano nacionalista. Otro "ista". Pero los newyorker además de saberse muy diferentes a los de Texas o de Alaska, defiende sus espacios vitales de vida con suma fuerza, sabiendo que son distintos a sus vecinos pero a la vez necesarios para la suma total. Muy diferentes como sociedad o cultura incluso al cercano Estado de Washington. Se saben diferentes y adoran esa diferencia que defienden con saña en las conversaciones.

Defender, conocer, practicar la defensa de tus propios espacios es lógico y bueno. Yo me llevo muy bien con los vecinos de mi escalera pero sobre todo defiendo la personalidad de mi familia. Y lo curioso y lógico es que los vecinos hacen lo mismo y todos los admitimos. Nadie quiere romper el barrio, ni la ciudad ni el Estado porque decida cambiar de televisor o por poner sus propias normas familiares.

Enseñar Aragón, conocerlo y sobre todo entenderlo, recordar a lxs aragonesxs que han trabajado por Aragón es básico. Defender con ahínco las posibilidades propias de Galicia o de Cataluña o Aragón por los gallegos, catalanes o aragoneses es lo lógico y lo bueno para todos.

Y aquí se me dirá que ya, pero algunos quieren romper la convivencia, la unidad y todo lo que se menea. No es verdad. Son algunos. 

Pero yo os diría que si hay conflicto duro y complejo en la familia que es lo que más defendemos en la vid, existe el divorcio que no es lo recomendable sin reflexión, pero que a veces es inevitable. 

Si somos capaces de dejar a nuestros hijos sin la convivencia constante de su madre y su padre..., podemos entender que los problemas están para resolverlos, no para agrandarlos.