26.9.21

¿Quién y porqué se crean contenidos gratuitos en internet? ¿Es positivo?


No podemos vivir sin internet como no podemos vivir sin los bares, los parques o los Centros Comerciales. Y como los que los alimentan y crean, los que les sacan provecho económico lo saben, tienden a quedárselo por las buenas o por las malas. Internet entre esos modos de vida que no se pueden sustituir de momento.

Hoy cada vez un poco más, internet es de pago. Parece lógico pues no todo puede ser siempre gratuito. Y en España ya se han logrado imponer los Muros de pago para periódicos y medios de comunicación, para las televisiones, para todo lo que resulta atractivo. De momento las Redes Sociales no son de pago.

Pero esto crea una división en la sociedad que de entrada parece peligrosa, aunque ya iremos viendo. Las ciudadanos se están dividiendo entre los que pagan contenidos porque pueden pagarlos, y los que no pueden pagar por los contenidos y terminan en espacios gratuitos. Que tienen un coste y que alguien paga aunque no sea el espectador.

Esta división supone también una radicalización y una posible manipulación en cuanto quieran los que realmente pagan por los contenidos que parecen gratuitos. Internet puede ya no ser pacífico, aunque tampoco parezca violento. En la sutileza está el éxito. Alguien crea de forma gratuita y solo lo puede hacer por dos motivos claros. O por altruismo y son contenidos de medio pelo como este, de gente "locaris" que creemos que se puede crear de forma gratuita sin ánimo de lucro, o bien los crean y ponen a nuestra disposición gentes o empresas (gobernadas por personas) que desean obtener algún beneficios sin que se note.

Si el beneficio es por consumo, por publicidad, pues bueno, es aceptable. Pero claro, como el sector que termina en lo gratuito es el de menos poder adquisitivo, pues la publicidad tiene un escaso rendimiento. Así que ya poco a poco y sin cesas, hay otros motivos para crear contenidos gratuitos y eso motivos ya no son tan limpios. Y hasta aquí puedo leer. Ya sé que se los imaginan. Pues efectivamente. 

20.9.21

Estoy viajando hacia Valencia. Con ganas de mear

Envuelvo y vuelvo al viaje hacia la Comunidad Valenciana tras digerirme parte de una tortilla de patata con cebolla del Mercadona que es una posibilidad bastante aceptable cuando no hay mucho tiempo. De pie, como no se debe comer nunca, excepto si eres muy necesitado. Pero con 65 años todo importa menos. Qué cómodos son los trenes y qué aventura es ir en bus por tierras de Tortosa sin saber si te van a premiar con una parada para mear. Es curioso el cómo tratan a los mayores los que solo les faltan unos pocos años. Vaciar el depósito es volver a vivir. Hacer un reset.

Los verdes de los campos ya están botella, se les ha escapado el brillo y amenazan querer convertirse en negros a poco que vayamos lentos y nos adelante la tarde que cada vez viene antes. Es septiembre.

En mi asiento de la derecha llevo a un joven de insultar por su belleza. No parece llegar a los 16 ó 17 años y tiene una figura esbelta y asquerosamente tersa. No entiendo de hombres, pero me miro la silueta de mi barriga y me entero entonces del mal que hace la cerveza en el largo tiempo. O los chorizos picantes con vino rosado de sabor. El caso es que seguro, este chaval no entiende de chorizos ni morcilla, pero se castiga con otras cosas que yo no uso. Somos de diferente generación.

La pantalla de mi iPad sigue totalmente rajada y me raspa al pasar el dedo por la S. Joder, la S, con lo mucho que se utiliza.