29.3.24

Europa se la juega en los próximos meses. Y Rusia también

En los Juegos de Guerra, y me refiero a los Juegos de toma de Decisiones que pueden acabar en Guerra de las de verdad, de las de matar y destruir, se toman decisiones arriesgadas que se saben de antemano, pueden acabar en derrota, es decir, en Guerra Abierta.

Si estudiamos la Guerra Civil en España, o las dos Guerras Mundiales del siglo XX por poner tres ejemplos que todos conocemos, nos damos cuenta claramente que meses antes de estallar los conflictos ya se veía venir el drama. Se jugaba a un Juego de Guerra de forma pasiva y a veces no siempre sabiendo a qué se estaba jugando, y en el que se podía perder el control. Y se perdió en las tres ocasiones.

Ahora en el mundo y sobre todo en la Europa y en el Mediterráneo, estamos en una situación muy similar, en donde todo puede suceder, incluida una Nueva Gran Guerra. La última vez en que todo se veía venir, clamorosamente absurda por no ser nadie capaz de remediarla, estuvo sobre la mesa de los Juegos de Guerra en los meses anteriores a la invasión de Rusia a Ucrania. No se supo interpretar bien.

Hay siempre una estética visual en estos Juegos de Guerra, y que se producen en los despachos. Y es imprescindible saber interpretarlos. Aquellas mesas en Rusia larguísimas, en donde los líderes se separaba por una decena de metros, indicaban en qué posición estaban las piezas sobre el tablero. No existía deseo de hablar, de negociar.

Llevamos semanas cuando no meses advirtiendo de la nueva estética del Futuro. Hoy el primer ministro polaco Donald Tusk lo verbaliza en El País para que al menos nos vayamos enterando todos. No se trata de meter miedo, sino de sopesar que en todos los Juegos de Guerra nos podemos equivocar en un movimiento… y perder la partida.




Si analizamos la actual situación con frialdad, veremos algunos conceptos claves, nos gusten o no, sean importantes en el corto o en el medio plazo.

Rusia no puede perder la actual guerra por su tamaño y posición estratégica en el mundo actual. Lo sabe Putin y lo sabe el mundo entero. O al menos no la puede perder sin que se convierta en una guerra de mucho más alcance.

Ucrania no puede ganar esta guerra pues es un país muy débil. Si acaso lo podría hacer la OTAN en un conflicto realmente muy duro y con varios países directamente implicados.

Europa no puede ser segura si Ucrania se convierte en un país de Rusia, en un territorio permanentemente ocupado. Abrir esa frontera con Rusia traería un problema todavía mayor que la actual guerra con Rusia.

Si Rusia termina invadiendo la totalidad de Ucrania, su seguridad de cara al futuro no acabará allí, el conflicto no terminará con unas fronteras rusas y bielorrusas en la actual frontera de Ucrania.

Moldavia podría ser el siguiente paso de Rusia para ampliar sus defensas estratégicas y para provocar a la OTAN.

Estonia, Lituania y Letonia no serían ajenas a los movimientos de Rusia o de Bielorrusia para ampliar sus fronteras de defensa ante Europa. El papel de Bielorrusia no hay que orillarlo.

Hoy la propia Rusia está muy ocupada y preocupada con Ucrania y no quiere intervenir en más kilómetros de frontera. Ni de momento desea ampliar el conflicto con armas tácticas distintas a las actuales. Excepto que se vea obligada a ello. Los ataques terroristas no ayudan a la calma.

Pero la actual situación de Guerra a medio gas no será eterna, sobre todo si el proceso bélico se alarga sin soluciones ni avances desde ninguna de las dos partes. Un error por una de las partes puede ser interpretado como una provocación y destapar todas las debilidades. Alrededor del conflicto hay cuervos pequeños y grandes, esperando los despojos.

Julio Puente


26.3.24

Casi desaparece Telegram. Pero no hubo rasmia


Todos los que paseamos por aquí os habéis enterado y de sobra, del patinazo de un Juez español que quería cerrar Telegram. De hecho lo ordenó durante un par de días sin lograr sus objetivos y sin dar explicaciones. Cerrar una Red Social en la España del Siglo XXI parecería algo insólito, con independencia de que en su enorme interior se estuvieran realizando delitos.

También hay delitos dentro de la ciudad de Zaragoza y a nadie se le ocurre cerrar la ciudad a cal y canto para que nadie la use y no pueda entrar ni salir. Bueno… creo que no, pero vete a saber con las cosas que vamos viendo.

Cerrar Telegram sonaba a un intento de cerrar el Diario Pueblo o Andalán en mis años jóvenes. Pero lo de este fin de semana sucedía en el siglo XXI y por una orden de un juez joven. Al menos joven y moderno por fuera.

No solo es imposible cerrar algo como internet, sino que además de ser poco recomendable en un país que se dice democrático, no sirve de nada. Nunca en menos tiempo, en una horas nocturnas de un sábado, se multiplicó más el tráfico en las Redes buscando el modo de saltarse el cierre. 

Nunca en tan poco tiempo se habían enterado miles y miles de personas como lo hacen en Cuba, en China o en otros países menos conocidos. Con Telegram o con similares. 

Es decir, de golpe muchos miles de personas en España se enteraron de lo que es una VPN, las mejores VPN de todas ellas, las que mejor funcionan desde España, y lo fácil que es conectarse con ellas, sobre todo desde Telegram.

Hay torpezas curiosas, esta ha sido una de ellas que el lunes quedó suspendida sin haberse llevado nunca a cabo, pues el propio juez debió ser informado de que dentro de Telegram hay miles de pequeñas empresas de servicios que lo necesitan para trabajar, y que además de ser UN LUGAR muy amplio en donde hay de todo, como en el resto de Internet, hay también un sistema de funcionamiento económico fundamental.

¿Alguien se ha parado a pensar qué sucedería si nos levantáramos una mañana sin Telegram o WhatsApp, sin haber tenido guardados antes todos los contactos a buen recaudo? A veces cientos o miles de contactos de clientes, de proveedores, de relaciones muy diversas, y que habrían desaparecido, se hubieran convertido en ilegales.

Así que sí, efectivamente, hoy todos ya saben lo que es tener copias de seguridad, lo que es navegar con una VPN, y que en España también nos pueden amenazar con convertirnos en Cuba o en China. No estamos seguros de casi nada. Y es bueno saberlo.