29.3.08

El nuevo periodismo

Más de una década tarde yo en aceptar la autoedición como herramienta que me robaba mi oficio de 30 años. Todavía tiemblan mis carnes cuando escucho a periodistas del corazón hablar de Photoshop como una medicina, cuando a mi me costó meses conseguir la primera versión de este programa sobre la que pivoté mi oficio.
Sin duda el periodismo tradicional está sufriendo ahora una situacion similar. No tanto porque los que publicamos páginas informativas en internet tengamos la misma calidad, incluso ni parecida, sino porque todo el oficio se empobrece, se abarata.
Pero es imposible ponerle puertas al campo.
Hoy la sociedad busca la pluralidad elegida por el consumidor, es cada uno de los individuos quien elige los medios que desea que le informen, y a ser posible gratis.
Contra esto es imposible pelear, excepto que se asuma la mayor.
Que los periódicos de papel se abran cada vez más a muchos artículos de opinión de personas de la calle y que además sean capaces de vender su papel al precio mínimo que cobra el distribuidor. Es decir 50 céntimos.
Ya lo hace Público, pero también la revista OK. La publicidad debe ser el combustible que haga sobrevivir al medio, como ya lo hace la televisión. Si se une la publicidad con el número de consumidores, debe salir un resultado positivo. Ese es el reto de los medios de comunicación en papel.
Al igual que ya se sabe que no se puede cobrar en internet (de momento) por contenidos porque lo que sobra en la red es precisamente eso, cantidad de información, y que solo es cuestión de saber buscar y seleccionar, deben los medios de papel entrar en los hogares y en el consumidor deuna manera distinta.
¿Que qué hacemos con el oficio de periodista?, sin duda darle trabajo en los muchos medios de calidad que hay, pero que no se nos olvide que bastantes pequeños diarios de provincias tiene en su nómina a muy pocos periodistas de carrera y si a muchos becarios o a escribidores de teclado y usadores del copiar y pegar. Gente joven contratada por miserias, que no han aprendido el oficio en la Universidad sino en la propia redacción.

28.3.08

Zaragoza Expo 2008

Mañana sábado, este blog junto a otros muchos de Zaragoza, está invitado a visitar las obras de la Expo de Zaragoza. Va ser una visita muy interesante, no nos cabe ninguna duda, en donde podremos fotografiar todo lo que deseemos y así poder enseñarles a ustedes cómo es el corazón en obras, del cambio de nuestra ciudad.
Vamos de ventana abierta al mundo, de visitantes de excepción ante un evento histórico para nuestra ciudad. Pero vamos también con las cámaras afiladas y el lápiz presto a tomar buena nota de todo lo que se vea, también de lo que no nos guste si así lo observamos.
Mañana además, podremos muchos colegas de afición vernos y saludarnos, muchos de los que desde esta ciudad nos dedicamos a lanzar gritos al aire, con mejor o peor fortuna y arte.
Para mi es un gozo poder entrar en las entrañas semi construidas del futuro. Para ustedes, tal vez, un momento para ver también alguna imagen todavía no enseñada. Sabemos de ante mano que hay cosas que no nos gustan, pero nuestra obligación es cotejar si podemos, preguntar si nos dejan, saber más si es posible alcahuetear.
Esperemos que al menos luzca el sol un poquito, para darnos más vida a las imágenes.

La última vez

Se han escrito muchos libros sobre la primera vez, sobre las primeras impresiones, pero en cambio muy pocos sobre la última vez.
La última vez que estuve con un amigo, este me enseñaba ilusionado su nuevo coche. La última vez que vi a Agustina me bajaba una bolsa de cardos del piso de arriba. La última vez que observé el piso vacío en donde nació mi hijo, lo hice lentamente, recorriendo las paredes ya llenas de recuerdos que se dejaban allí escritos.
No sabemos casi nunca que esa, es la última vez de las cosas, de las personas.
Recuerdo cuando me despedía de Carlos en el andén de la estación de Oviedo como si fuera ahora, y ya nunca más lo volví a ver. El tampoco lo sabía, claro, pero mucho mejor así.
La vida está llena de “mach point”, de pequeños golpes ganadores o perdedores que te marcan la vida, de golpes de casualidad, de encuentros o desencuentros casuales.
Y entre todos ellos, nunca sabes cuando es la última vez.

26.3.08

Don Rafael Azcona y los guionistas

Don Rafael Azona es la imagen triste e incongruente de un oficio mal entendido, poco valorado, muy sacrificado.
Los guionistas de cine o de televisión pocas veces llegan a alcanzar la gloria que si está al alcance de los directores o de los actores. Pero todos ellos sin un buen guion no serían nada, nadie, no tendrían personajes, situaciones, escenarios, vida que contar y trasmitir.
Como escuché ayer en boca de Don Rafael, los guionistas son las putas de la industria de la ficción, a quienes se alquila para dar gusto, los que deben sacar de sus entrañas toda la miga de la obra, darle cuerpo y forma, para después cobrar unos duros y aparecer en las letras pequeñas en un instante fugaz.
Don Rafael pasó muchos años de su vida siendo un total desconocido, excepto por su nombre y entre sus amigos, así lo quiso porque así era él y así eran sus obras. El reconocimiento le vino de mayor, cuando ya era un clamor la suma de su trabajo y sus pocos aplausos.
Yo tengo amigos guionistas, se lo duro que es ese trabajo, lo competitivo y cainísta, porque en estos momentos ser guionista es todavía mucho peor que en tiempos de Don Rafael. Ahora debes estar todas las horas del día pendiente de tus personajes, pendiente de una llamada que te diga que hay que matar a fulanito porque ha bajada la audiencia, aunque ya tengas 20 capítulos hechos con historias vivas de ese que no debe seguir vivo.
Don Rafael, gracias. Seguiremos disfrutando de su sarcasmo.