20.5.09

Zapatero y el PSOE están teniendo problemas

Es enfermedad contagiosa en todo tipo de gobiernos democráticos, que la segunda vuelta sea un camino de pinchos y sangre, por ingenio casi siempre de un cierto despotismo, ilustrado o no, que tanto monta.
Que el PSOE actual se vea sólo y sin novias es culpa, les guste o no, de ellos mismos, incapaces de conservar amigos, si no los utiliza hasta sacarles los ojos. Es normal que los socios de uno, se cabreen y mucho si se sienten malqueridos cuando las aritméticas electorales cambian. A los amigos se les cuida si se quiere seguir contando con su amistad, y más debe entregar quien más tiene, sea poder o fuerza.
Si observan con quien se asocia el PSOE según el momento y el territorio, verán que es amigo árabe de hacer zoco y regatear, lo cual si no se es muy listo, te lleva a no saber nunca si compras caro o barato.
Tras el Debate de la Nación (puñetas qué nombre), Zapatero tiene que recular y rebajar los números de lo prometido, para regocijo de un PP dividido, que vive simplemente para aplaudir las heridas de un PSOE, de momento “tocado”.
En estos periodos de crisis en la economía, de crisis incluso en lo social, es cuando más se necesita a líderes políticos capaces de eso, liderar. Gestionar la sociedad que gobiernan con rumbo claro y asentado, no dando bandazos, no prometiendo lo que al día siguiente no va a poder cumplir, sin ni siquiera dar tiempo a los críticos a valorar si sería bueno o malo. Si la economía funciona a base de gestos, de calmas, de silencios, de tranquilidades, de ausencia de miedos; que se vaya cambiando de medidas según se pille cabreado a los socios políticos, es un riesgo que no se debe permitir alguien que aspira a ser considerado líder.
Otra cosa es que simplemente sea un gestor, un gerente de una gran empresa llamada España. Para eso, en serio, con contratar a un licenciado mileurista, de los que hay en el paro a millones (nadie quiere saber porqué), basta y sobra. Y se le puede echar a la puta calle a los cuatro días sin necesidad de hacer elecciones anticipadas. Mucho más barato.

19.5.09

18.5.09

Habrá que decirlo. Algunas democracias van camino de ser dominadas

La democracia no es perfecta, y puestos a exigir, incluso a veces no es ni lo que pretendímos que fuera. Que sea la mayoría de las personas las que en un momento dado elijan, las que marquen los destinos de algo, es cuando menos algo arriesgado en estos tiempos de manipulación casi total de los llamados "mercados globales" que incluyen las ideas y las ideologías. Dicho entre nosotr@s, y a título de por si acaso, y con ánimo de levantar ampollas.

Una vez que el sistema democrático ha conseguido él solito, dejar entrar en sus tripas cuan Caballo de Troya, a los desenchufadores de la participación, a los sinvergüenzas del amodorramiento, los cuales cuan buenos soldados pelean días si y día también para que la sociedad esté tonta de baba, el miedo nos debe inundar a los demócratas las partes bajas.

Yo claro que creo en la democracia, faltaría más. Y me joderé cuando una mayoría minoritaria decidan que algo no es lo que creo mejor, como ya he hecho en alguna ocasión. Pero se me revuelven las tripas cuando veo que cada vez es menos el número de personas capaces de mojarse la barriga, incluso con algo tan sencillo y tenue, como ir a votar.

La invasión y calidad de la manipulación subliminal que todos los días asumimos sin darnos cuenta a través de decenas de mensajes apolíticos, es de premio gordo. Los propios políticos forman hordas (y el que no lo hace, tonto gordo) para disimular y atacar al contrario, para vender aire y lograr que la sociedad siga amodorrada y sin ideas.
El forofo del partido amodorrante aplaude el barro que se emplea contra el contrario de ideas; pero el aficionado de calidad, el simpatizante, el ambiguo, el si pero no, el normalito se hace la picha un lío, y en el mareo decide que “todos igual” y abandona de todo.
Premio conseguido por el cocinero de basura social.

Nada nos tiene que joder tanto a los demócratas que ir perdiendo votantes por el camino. No votantes propios, sino votantes en general. La democracia se peleó para que fueran todos lo que opinaran, no para que sólo lo hicieran los forofos de los dos gladiadores más chulos del Reino.

La corridas de toros pueden tener los días contados en Catalunya. NO a los toros torturados.

Tras Cataluña deben intentarlo otras zonas de España, debe calar poco a poco, que ofrecer espectáculos sangrientos con animales, por muy arraigados que nos parezca que estén en la "¿cultura?" española, no son de recibo en pleno siglo XXI.
Los partidos políticos que estén en contra de las corridas de toros, deben trabajar para conseguir que poco a poco se vaya acotando los espacios de esta barbaridad que aplauden personas que confunden el arte con la sangre.
Y mucho menos con dinero pùblico o insertadas en programas de fiestas públicas.