8.12.10

Pensar que WikiLeaks es bueno, resulta tan revolucionario que mejor no lo digo

WikiLeaks es como el Mac o la patata; una vez descubiertos ya no se puede vivir sin ellos. O lo que es peor, si se vuelve a una situación en la que no existan, seremos peores que antes y habremos dado un paso hacia atrás.
No entiendo a los gobiernos que le censuran, cuando lo único que hace es decirnos a todos nosotros, a ti y a mí, lo que ha sucedido. ¿O acaso se creen que somos tan estúpidos y peligrosos que no debemos saber lo que ya saben los listos e inteligentes que se han dejado meter el gol de la verdad?
Por que si de algo no hay duda, es de que todo lo que se publica…

La policía del amor nos ofrece mensajes revolucionarios



Muchas preguntas y pocas respuestas es lo que damos todos nosotros. Depende de nosotros responder. Es un vídeo de unos 10 minutos con un atrevimiento social que no solemos respetar, pues va en contra de los establecido y eso parece peligroso. Es peligroso para los que mandan.
No todo tienen que ser aprobado, no todo entendido, no todo controlado. Los márgenes de la libertad nos los marcan para que estén controlados y dominados. ¿Vivimos mejor de lo que vivían nuestros abuelos?

La policía del amor



Es un vídeo de unos 10 minutos, si, algo largo, pero con un mensaje muy interesante que nos hará pensar un poco sobre lo que estamos viviendo, sobre lo que realmente somos. Las respuestas las tenemos que dar nosotros.

Por qué decidimos lo que decidimos en la vida

No sabría explicar los motivos de muchas de mis actitudes, es inevitable que gran parte de ellas vengan determinadas por mis comportamientos anteriores, por incluso mi programación de fábrica, por las circunstancias que me han ido modelando cada día. Pero aunque no sepa todos los motivos, si que soy responsable de todos mis actos, algo lógico. Y como responsable, debo intentar que todos ellos sean lúcidos, inteligentes, suaves, asumibles, lógicos con mi forma de ser.
Esto nos sucede a todos aunque muchos no lo asuman como inevitable. Todos nuestros actos nos pertenecen incluso mucho después de haberlos realizado. Así que…
cuidado con ellos.
Viene esto a cuento de que muchas veces jugamos a disimular, a tomar con rapidez y nervios ciertas decisiones y asumirlas después como inevitables. No, si lo hecho no es bueno, merece la reflexión y la disculpa. Siempre. No estamos acostumbrados al perdón pedido posiblemente porque nunca tenemos recibido algún perdón de alguien que se equivoca con nosotros. Esto si que debe venir de fábrica. Y como no nos lo dan, pensamos que no hay que darlo si detectamos que algo lo hemos hecho mal.
Lo peor de todo no es callarnos, lo peor es que pensemos que no nos debe remorder la conciencia por lo mal hecho y reconocido, simplemente por que pensemos que no merece la ocasión, la pena, el pensamiento del remordimiento, Mal otra vez. Siempre se puede remendar el roto, curar las heridas realizadas. No cuesta tanto una disculpa y nos ayuda a sentirnos mejor.