12.5.11

Hay que crear empleo de calidad para salir de la crisis sistémica actual

Hoy me encontraba con un amigo once años menor que yo. Tiene 44 y el desempleo se le acaba en agosto. Hace unos meses todavía tenía fuerzas y sonrisas que repartía a quien le daba ánimos. Hoy ya no.
Ha cambiado dos veces de tipo de cursillos para oficios bien distintos, durante su periodo de desempleo, para intentar buscar un hueco laboral. No lo ha encontrado. Ya nota que la edad pesa en el desempleo y que le miran en las filas de las entrevistas de trabajo por encima del carnet de identidad y de la fe de bautismo. Muchos en las entrevistas de trabajo ya son más jóvenes, más preparados, más técnicos.
Y no llega a los 45 años de edad. ¿Qué nos está sucediendo?
Escucho poco diálogo del drama del paro, aunque de vez en cuando salgan datos fríos y declaraciones vacías. ¿Y las soluciones para cuando?
No es sencillo, faltaría más que lo fuera y que sucedira que no quisieran resolver este drama social del paro. Nadie dijo que fuera a ser sencillo resolver el paro como no lo fueron tantas cosas que sí se han conseguido. Si por complicado lo abandonamos a sus suerte, la hemos jodido. Y parece que este es el sino, la decisión tomada. El empleo se recuperará en cuanto se crezca por encima del 3% ¿Y mientras tanto? Confundimos crecer con beneficios, con edificar, con lograr la participación social, con estar quietos esperando.
Detrás del desempleo hay personas, familias, carreras laborales que hay que dejar abandonadas. ¿Estamos seguros de que asesoramos bien a los que ayudamos a salir del desempleo? ¿estamos seguros de que estos cursos para desempleados sirven para algo?
Como no logramos salir del atolladero, es obligación preguntarnos todo, cuestionar todo lo que se hace. Nos estamos jugando el futuro social y no podemos esperar milagros, aunque a veces hayan venido a salvarnos. Los grandes males del desempleo en España son cíclicos lo que nos indican lo mal que edificamos la industria en este santo país. Las soluciones también vienen rápidas, pero siempre dejando debilidades que en cuanto se vuelve a enfriar la economía nos hunde. ¿Volveremos a equivocarnos otra vez, en cuanto empecemos a salir del pozo laboral y a crear empleo sin preocuparnos ni en el cómo ni en el para qué o para quien?
No observo a nadie edificando cimientos laborales potentes, formación profesional actualizada, modificaciones en los tipos de contratos laborales, adaptaciones curriculares a las necesidades del siglo XXI. Y sobre todo no veo a los sindicatos edificando el mercado laboral de este siglo. Y no veo a los políticos de izquierda edificando el mercado laboral. Los de derechas si que lo están edificando, pero me jode tanto el cómo, que me entran ganas de gritar.
Soy muy crítico con los sindicatos porque no representan a los trabajadores. Son fuertes donde es sencillo ser fuerte, en las grandes empresas y entre los funcionarios. ¿Y el resto de trabajadores que son la mayoría?
¿Qué esperamos de esta crisis?; por que salir saldremos, lo que joderá más será recoger los escombros y no saber qué hacer con ellos.

11.5.11

Cambiar el mercado hipotecario es complejo. Con carácter retroactivo, imposible

Se han puesto de acuerdo en Madrid, Esperanza Aguirre y Tomás Gómez en intentar (decir más bien y en periodo electoral) que las hipotecas sobre viviendas que no se puedan pagar se cancelen simplemente con la pérdida de la vivienda. Es imposible esto ahora y así habría que decirlo con contundencia y claridad. Tristemente imposible.
El cambio en el mercado hipotecario no puede tener carácter retroactivo, pues una hipoteca es un contrato firmado ante notario entre partes, con una cláusulas muy claras y unos avales que figuran en la misma.
De indicar o crear una nueva clase de hipotecas en las que con la pérdida de la vivienda bastara para su cancelación, se darían las hipotecas a muchas menos pocas personas, con otro tipo de cláusulas, con un interés más alto y con el añadido de un seguro adicional que todavía las convertiría en más caras.
Es falso que en EEUU exista la hipoteca en la que se deja la vivienda y se acabó el drama. Depende del tipo de contratos firmados, que suelen

9.5.11

La sociedad está aborrecida de la política, pero sin políticos no hay democracia

Mi experiencia repartiendo y organizando mesas electorales es suficiente como para opinar tras comparar, pues ya son bastantes años. He llegado hace un momento de una de ellas y no me gusta las sensaciones percibidas. También es cierto que me lo esperaba.
Casi nunca se han acercado las personas hasta las mesas a interesarse por el programa, excepto si atisban algunos regalos pequeños. En esto no se nota diferencia con otros años. Pero sí ha aumentado el número de personas que directamente te indican que no desean coger el folleto electoral que les entregas. Y también el número de personas que —literalmente— detectas que pasan de tu atrevimiento en molestarles. Y ha bajado notablemente, el ya de por si escaso número de personas que entablaban conversación con algún tema en concreto.
Creo que los políticos están (estamos) haciendo un flaco favor en dignificar su labor. Y todos sin duda somos responsables de lo que se nos puede avecinar, a poco que sigamos por el mismo camino.
Es normal la desafección política, es normal incluso el asco hacia ciertas prácticas de propaganda electoral de fines del siglo XX que ya no sirven. Pero si el ciudadano no toma medidas

8.5.11

Hay políticos cobardes que no saben frenar la especulación de los mercados

Hoy en Zaragoza, el líder de IU ha dicho claramente que él duda que el PSOE sea la izquierda y le doy toda la razón. Esta haciendo una política débil, dominada por los mercados y lo que es peor, por los dirigentes políticos de Europa. En política tenemos que decir basta con fuerza ante la cobardía en buscar soluciones que apoyen a los débiles, que sirvan para relanzar al país, que exploren nuevas sociedades, que intenten conformar una sociedad más igualitaria que no más uniforme.
En la política española (y en la de otros muchos países de la UE) hay muchos cobardes que no saben buscar soluciones, que no se atreven a plantar cara a los que saben que mandan escondidos y que dominan a los políticos cobardes. En la política española y ya en la occidental, no sirven de nada los políticos cobardes pues siempre serán sobrepasados por las fuerzas que controlan los mercados, los bancos, las grandes corporaciones, las inversiones y apuestas de futuro, las fuerzas religiosas y las sociales sin que estas se den cuenta de ello.
Hay fuerzas que sin ser políticas dominan a la “polis”, que aspiran a dominar