11.5.11

Cambiar el mercado hipotecario es complejo. Con carácter retroactivo, imposible

Se han puesto de acuerdo en Madrid, Esperanza Aguirre y Tomás Gómez en intentar (decir más bien y en periodo electoral) que las hipotecas sobre viviendas que no se puedan pagar se cancelen simplemente con la pérdida de la vivienda. Es imposible esto ahora y así habría que decirlo con contundencia y claridad. Tristemente imposible.
El cambio en el mercado hipotecario no puede tener carácter retroactivo, pues una hipoteca es un contrato firmado ante notario entre partes, con una cláusulas muy claras y unos avales que figuran en la misma.
De indicar o crear una nueva clase de hipotecas en las que con la pérdida de la vivienda bastara para su cancelación, se darían las hipotecas a muchas menos pocas personas, con otro tipo de cláusulas, con un interés más alto y con el añadido de un seguro adicional que todavía las convertiría en más caras.
Es falso que en EEUU exista la hipoteca en la que se deja la vivienda y se acabó el drama. Depende del tipo de contratos firmados, que suelen
ser muy duros, y del tipo de avales con los que se acude a firmar ante el notario o su equivalente. Hablamos de las hipotecas, pero de modificarse esta ley, sería igual para todo tipo de deudas o de aplazamientos del pago. Yo compro un coche a plazos, dejo de pagarlo a los dos años y lo entrego a cuenta por la deuda. Es imposible pensar esto.
El dinero que se entrega al que firma una hipoteca no es del banco, es falso esto. Es de unas personas que han dejado unos ingresos en manos de un banco para que se los guarden o para conseguir un interés por ello. Si falla el banco, es el Estado el responsable subsidiario. Luego si no se devuelven las hipotecas, en realidad lo que sucede es que no se devuelve el dinero a unos impositores que utilizan ambas partes a un banco como intermediario necesario.

Hay que conocer mejor cual es el sistema que se emplea en EEUU para las hipotecas de las viviendas. En primer lugar solo el 50% de las hipotecas en EEUU las conceden los bancos, el resto por entidades financieras tipo prestamistas. En EEUU no existe Registro de la Propiedad lo que convierte en una selva el mercado de los embargos, subastas, ventas fraudulentas, timos. Los jueces son más fáciles de convencer para embargar las viviendas en cuento no se paga por ellas unas cuotas, y además de forma muy rápida. Como además intervienen empresas tramposas, es muy normal que se embargue una vivienda y acto seguido se venda a otro propietario real o ficticio y antes de intentar reclamar o defenderse el propietario primero, se encuentre con un comprador real que no conoce nada del proceso y le eche de la vivienda de forma muy rápida. Como no hay seguridad jurídica para compradores o bancos, estos atan las hipotecas con avales muy altos ajenos al bien sobre el que conceden la hipoteca. Si no pagas acuden a recoger de los avales firmados. Y nunca entregan más del 70/75% del valor tasado de la vivienda, valor que no tiene nada que ver con el valor “pagado” por la misma. Los tasadores son muy exigentes y tasan a la baja. En España han tasado al alza para que se concedieran hipotecas muy por encima del valor real de la vivienda. Ahora en España la vivienda se tasa por el banco y se analiza el precio de compra. Sobre el precio menos se concede como hipoteca un 80% como máximo.

Lo que es vergonzoso en España es el coste de los intereses de demora, que pueden superar el 20% y que convierten en imposible cualquier solución de hipoteca impagada en cuanto se deja de pagar una mensualidad. Aquí si que es mucho más sencillo intervenir y cambiar normas.
Si en España queremos cambiar las normas hipotecarias para parecerse a EEUU, se puede decir con toda calma y contundencia que en los EEUU quieren cambiar sus normas hipotecarias para asemejarlas al derecho romano que es el que impera en España. Así que mucho ojo con lo que pedimos, no vaya a ser que nos lo concedan.