21.5.11

Tras el domingo del 22M vendrá el lunes de las ideas y la esperanza

Se nos junta el monotema de la campaña electoral, que acaba para dar paso a los resultados electorales, mezclada con el sentimiento extraño de no saber en qué acabará el movimiento que comenzaron los jóvenes el 15M.
Somos, España, un país joven en el club de los demócratas y curiosamente ya somos un país que solicita cambios estructurales en su sistema político. Son tantos los avances en estos años, que nos hemos quedado obsoletos antes de poder disfrutar y saborear lo que es la democracia entre todos nosotros. Tal vez esperábamos tanto que nos ha sabido a muy poco lo que hemos conseguido.
Los problemas son graves y por encima de todos, el desempleo atenazando a una juventud que no encuentra futuro ni posibilidades de romper con sus padres. Los hijos necesitan volar, y si hay dudas que se lo pregunten a los patos que empujan a sus polluelos hacia el agua en cuanto los primogénitos saben que tienen la obligación de saber nadar por si mismo.
Nuestros hijos tienen la obligación de buscarse su futuro, de labrar el camino que les tiene que llevar a SU libertad. A la suya y no a la nuestra. El gran logro de esta rebelión es que los jóvenes se nos han hecho mayores en casa, no han podido ser jóvenes con el futuro en sus manos para conquistar la independencia y la emancipación u se nos están convirtiendo en adultos caducos son salir de la sopa de su madre. Y eso es un drama social que hay que resolver por la buenas o por las malas.
Somos animales sociales, ligeramente diferentes a los leones o los patos. Solo ligeramente. Nuestros hijos necesitan tener futuro para creer en el presente y por ello han salido a la calle desde la enorme diversidad de todos sus miembros. Si algo les une a todos ellos es su juventud, la necesidad de tener futuro y presente.
Tras el domingo 22M vendrá el lunes y una semana clave para saber qué quieren y como lo van a conquistar. Depende de ellos.