27.1.12

Errores de las malas empresas españolas

Durante bastantes años, en España, las empresa han ganado dinero, han tenido beneficios reales, de caja y no solo contables. Pero muchos empresarios se han dedicado esos años a repartirse beneficios (casi lo menos) o a aprender a gastar para su beneficio, a aumentar gastos que podían emplear en meter dentro de la contabilidad de la empresa, en beneficio propio y con la santa idea de ahorrarse impuestos personales a costa de pequeños impuestos empresariales.

Se han engordados los gastos de las empresas a costa de gastos que se metían como de empresa cuando en muchos casos eran personales. Y se pensaba poco en invertir y más en crecer desordenadamente para obtener más beneficio del sencillo de obtener, sin pensar en el interés a largo plazo. Poca formación, poca investigación, poca exportación en búsqueda de mercados nuevos para vender y si acaso si buscar mercados nuevos para producir más baratos.

¿Qué cantidad tenían los fondos de contingencias que las empresas deben guardar para los futuros malos? ¿cuál era el endeudamiento constante de empresas que no eran capaces de lograr el nivel contable deseado para ser consideras rentables? Pero todas ellas eran capaces de buscar buenos asesores que les explicaran como maquillar contabilidades, como aumentar en gastos de complicada referencia para la producción de su empresa, de optimizar costes desde el gasto, y no siempre desde el despido o los contratos cada vez más baratos y de peor calidad, sin pensar en la motivación o la productividad.

¿Cuándo dinero han empleado las empresas (y aquí con dolor debe nombrar en primer lugar a las PYMES) en asesoramiento técnico para mejorar la producción o la optimización del producto final y de su comercialización, si la comparamos con el que se ha invertido en asesoramiento fiscal y laboral para abaratar sueldos y conseguir pagar menos impuestos? El futuro de las empresas no pasa por pagar menos impuestos, sino por vender más y mejor lo que producen en condiciones óptimas. El beneficio lo da la producción.

26.1.12

Norma básica para el autocontrol de las emociones

¿Te interesa tener un autocontrol sobre tus emociones, que alivie a veces ese dolor que te viene sin poder dominar, cada vez que los problemas te envuelven?

Es fundamental que te centres SOLO en el aquí y ahora, en el presente que estás viviendo. Vive justamente lo que está sucediéndote en este momento. Olvídate de un pasado que ya no existe. No sigas pensando en un futuro que todavía no ha llegado ni sabemos si llegará en algún momento. 

No se trata de abominar el pasado ni de no querer trabajar para un futuro mejor. Se trata de olvidarse de todo lo que no sea PRESENTE cada vez que las emociones negativas nos invaden, para ser capaz de dominarlas y ser capaz de vivir con más control sobre esas emociones que nos aterrorizan, nos sujetan y congelan. 

En otro momento, mucho más tranquilos y con visión positiva, si seremos capaces de trabajar por nuestro futuro, de poner en su justo valor el pasado. Pero solo en su justo lugar, no nos debe sujetar NUNCA el presente, que es lo único que podemos vivir.

Tú, yo, solo podemos vivir el presente. Lo demás son posibilidades que nunca existirán sin antes convertirse en presente. O han sido presentes ya acabados y sin posibilidad de volver.

25.1.12

En España sale muy barato ser tramposo. Incluso te aplauden.


Tristemente español, increíblemente incrédulo con la justicia, dolido de engaños y usos malintencionados de la política, que luego logran manipularse donde haga falta, sea con jurado popular o con jueces profesionales.

Así es imposible poder demostrar una creíble seriedad ante Europa y seremos siendo el hazmerreir de nuestros vecinos, pues se pueden chotear de nosotros con todo sistema de chistes y chascarrillos que los europeos quieran imaginarse. 

A Garzón lo juzgamos y a “otros” los declaramos inocentes tras escuchar grabaciones increíbles, de conocer sus palabras, sus usos, sus risas y miradas cómplices de jugar a jugar. 

Incluso nuestro Ministro de Justicia le llama en la televisión “amigo”, no inocente, no compañero de partido. Sí “amigo”. Así, tras este calificativo, es complicado seguir creyendo en las decisiones.

En este santo país es muy fácil salir de rositas si eres jeta profesional o asesino declarado o menor con muchas horas de televisión. Pero si eres un pobre mendigo, un desempleado cabreado, un indignado retenido, lo tienes jodido, te pondrán una multa de huevo que no podrás pagar y tras ello te embargarán y luego podrás terminar en la cárcel.

Miles de familias se quedan en la calle en España, pierden su vivienda y hogar por decisiones judiciales impulsadas por bancos millonarios. Pero otros saben reírse de mí. 

Y lo curioso es que la mayoría de españoles votan a los que alientan estos usos, estas costumbres. Debemos ser masoquistas. O imbéciles. O ciegos.

Es urgente crear nuevos empresarios y más puestos de trabajo públicos

Para salir de esta dura crisis económica, España necesita crear más empleo de forma urgente. Estoy plenamente convencido que la solución al alto desempleo en España lo estamos gestionando muy mal, aun sabiendo que nuestro déficit público es alto y las órdenes recibidas desde Europa son de controlarlo al máximo. 

El daño que estamos haciendo a la sociedad con un desempleo tan alto, que se enquista en el tiempo y sin rasgos fáciles de solución, está produciendo un daño social de complicado entendimiento ahora, que estamos dolidos pero adormecidos además. Se junta el miedo, la emigración, la nula emancipación, el valor de la formación, para saber que los problemas actuales van a ser graves.

El empleo solo se puede recuperar si se crean nuevamente puestos de trabajo. Algo muy obvio.

Solo pueden crear empleo las empresas públicas o las empresas privadas. Más obvio todavía. Sí, los autónomos ya son empresarios que crean microempresas.

Las empresas públicas tienen congeladas sus plantillas y así estarán durante años (previsiblemente y si no cambian las directrices económicas en Europa), hasta que se cambien la actual decisión que considero absurda de primer el control del déficit sobre todo lo demás y congelar la creación de puestos de trabajo, pues ni tan siquiera hay cuotas de restitución por incapacidades, despidos, abandonos o jubilaciones. Empresas públicas son médicos, maestros, jueces, policías, militares, guardias o inspectores (que no sean de Hacienda, al menos).

Las empresas privadas necesitan un PIB de al menos un 2,5% para pensar que así se creará empleo. Dato erróneo pues al salir de una fuerte crisis y muy duradera en el tiempo, todas hoy la empresas están muy endeudadas y lo primero que harán será intentar cuadrar sus balances pagando endeudamiento y luego curarse el miedo a aumentar sus gastos fijos. Pero además nadie garantiza (es imposible, lo sé) en qué momento se alcanzará en España un crecimiento del 2,5% y a qué será debido tal aumento en las condiciones económicas actuales. ¿Qué tendremos que producir y vender de nuevo, para lograr ascender hasta ese PIB del 3% que dicen que antes garantizaba la creación de empleo? ¿quién nos comprará lo que nos atrevamos a producir para crecer?

Mientras no seamos capaces de crear empleo privado —todavía no sabemos bien como, pues a veces damos la sensación de que las empresas empezarán a creer por sí solas en la economía, sin valorar que para mantener un empleo estable hay antes que datar de estabilidad y crecimiento a la economía— no saldremos de este pozo. El empleo —por volumen— lo crean las empresas pequeñas y estás están muy hundidas. Hay que crear nuevos empresarios pero en cambio no creamos una nueva cultura del emprendimiento, de la empresa. No creemos en la formación de calidad, no apoyamos a las Universidades y a la investigación. ¿De donde creemos que será capaz España de crear nuevos empresarios, de la especulación fácil o de ideas brillantes sin una nueva manera de formar?

De momento nuestros jóvenes mejor formados se van de España. Si durante 2011 han sido 600.000 las personas que se han ido de España, unos 60.000 son nacidos en España, jóvenes en su inmensa mayoría, licenciados y que han marchado hacia Europa, EEUU o América Latina en busca de su porvenir. Futuros empresarios en gran medida que buscan su porvenir allá donde creen tenerlo más posible.

Pero si el camino para crecer en empleo privado está complicado, para obtener un empleo público está imposible, algo que me parece increíble. Nada es más rentable como reposición de lo invertido, que saber gestionar públicamente mano de obra para aquellas labores que interesa crear y apoyar. La reversión de lo que se invierte, tanto en forma de impuesto directo, seguridad social o consumo y con ello más impuestos y reactivación de la economía, es muy alto en estos casos de inversión (gastos) en sueldos. No se trata de contratar a más funcionarios. Hay muchas otras formas de invertir en mano de obra activa y pública sin atarse a contratos fijos o a tiempo tasado. Y a cambio de ello se consigue gran parte de la devolución de lo invertido (gastado) y gestionar a la conveniencia pública el beneficio de lo que se produzca. Por ejemplo investigación, formación, cultura, etc. ¿O acaso no nos consideramos capaces de gestionar la investigación o la formación para que ofrezca beneficios a la sociedad?