28.2.12

Una mala reforma laboral nos puede convertir en un país menos productivo

Cuando hablamos de productividad y de motivación, de formar equipo y de trabajar con garantías, se nos olvida muchas veces de que son personas las que estamos necesitando para formar excelencias, equipos que funcione bien, producciones rentables e innovadoras. Pero la reforma laboral emprendida por el PP choca frontalmente contra todo intento de normalizar las relaciones laborales, durante unos años al menos. Los conflictos dentro de las empresas serán constantes, unos claramente exteriorizados pero la inmensa mayoría en forma soterrada que congelará gran parte de los caminos de seguridad y excelencia, de los que están tan faltos las empresas españolas. 

Nada incide más en una productividad baja y en una motivación escasa, que la inseguridad en el empleo, que la sensación de percibir lo que estás haciendo dentro de una organización como algo que no sirve para mucho o lo que es peor, que en cualquier momento te pueden separar del equipo, sin razonar los motivos, sin que tengas unos derechos de defensa, de réplica. 

La reforma laboral incide en dos apartados que considero claves para afectar negativamente a la producción española. Crea mucha más inseguridad laboral sin que sirva para crear empleo (lo han reconocido incluso los que la han creado), y somete las condiciones laborales de todo tipo al libre albedrío del empresario, que puede modificar las condiciones en cualquier momento. Estas actitudes pueden no ser importantes en un gran número de empresas que trabajan con eficacia en la búsqueda de la excelencia y que ya saben lo que es cuidar el clima laboral, la motivación y tener al equipo en buenas condiciones laborales. Pero en el conjunto del país, serán muchas las empresas, que también escuchen cantos de sirena y se dejen atrapar por las facilidades abiertas para gobernar con mano de hierro sus propias organizaciones. Que haya menos derechos no significa que sea bueno para la empresa, aunque tal vez parezca bueno para el empresario.

Contra toda acción, siempre, hay una reacción. En periodos de crecimiento los trabajadores se sentirán seguros para exigir mejores condiciones laborales particulares una vez que parecen desaparecidas si no se modifica la ley las condiciones pactadas en convenios globales o sectoriales. No es bueno tirar a la basura a los sindicatos, y el tiempo nos enseñará que es un error prescindir de ellos. Pero España no está preparada para una globalización laboral. Ni para la llegada de mano de obra barata ni para asumir la escapada de buenos profesionales que buscarán en otros países mejores sueldos para sus mejores años laborales. Aunque algunos empresarios crean que esta ley de reforma laboral les facilitará la vida a sus empresas, en el medio y largo plazo puede llevarnos a un empobrecimiento como país. Sin duda no es el camino que nos llevará a la excelencia.

La reforma laboral del PP nos alejó de la excelencia empresarial

En este blog hemos hablado varias veces de productividad y de motivación, de formar equipo y de trabajar con garantías. Pero la reforma laboral emprendida por el PP choca frontalmente contra todo intento de normalizar las relaciones laborales durante unos años al menos. 

Nada incide más en una productividad baja en cantidad y calidad y en una motivación escasa, que la inseguridad en el empleo, que la sensación de que lo que estás haciendo dentro de una organización no sirve para nada o lo que es peor, en cualquier momento te pueden separar del equipo, sin razonar los motivos.

La reforma laboral incide en dos apartados que considero claves para afectar negativamente a la producción española. 

Crea mucha más inseguridad sin que sirva para crear empleo, y somete las condiciones laborales de todo tipo al libre albedrío del empresario, que puede modificar las condiciones en cualquier momento. 

Estas actitudes pueden no ser importantes en un gran número de empresas que trabajan en la búsqueda de la excelencia y que ya saben lo que es cuidar el clima laboral, la motivación y tener al equipo en buenas condiciones laborales. 

Pero en el conjunto del país, serán muchas las empresas que también escuchen cantos de sirena y se dejen atrapar por las facilidades abiertas para gobernar con mano de hierro sus organizaciones.

Contra toda acción, siempre, hay una reacción. 

En periodos de crecimiento los trabajadores se sentirán seguros para exigir mejores condiciones laborales particulares una vez que parecen desaparecidas si no se modifica la ley las condiciones pactadas en convenios globales o sectoriales. 

No es bueno tirar a la basura a los sindicatos, y el tiempo nos enseñará que es un error prescindir de ellos. 

Pero España no está preparada para una globalización laboral. Ni para la llegada de mano de obra barata ni para asumir la escapada de buenos profesionales que buscarán en otros países mejores sueldos para sus mejores años laborales. 

Aunque algunos empresarios crean que esta ley de reforma laboral les facilitará la vida a sus empresas, en el medio y largo plazo puede llevarnos a un empobrecimiento como país. Sin duda no es el camino que nos llevará a la excelencia.

26.2.12

8 consejos para jefes que tienen dudas con su equipo

Nunca es bueno dar consejos generalistas, pues cada empresa es un mundo, cada grupo de personas un asunto muy personal y complejo, cada situación una historia. Pero tal vez dar pinceladas sirva para conocer opiniones, para valorar posibilidades, para saber qué opinan desde otras ópticas para problemas comunes.

 Los empleados, cada empleado, es algo muy importante en la organización. Si no lo es, algo falla, usted o él. Conozca bien a cada empleado y no emplee traductores para comunicarse con ellos, con cada uno de ellos.

 Hay que estar seguro de dónde se encuentra su empresa, qué objetivos persigue y que le falta por conseguir. No le asuste la trasparencia y la información, si acaso la forma de trasmitir y de ser claro.

 No sea paternalista. Las personas no buscan padres, ya los tiene o los tuvieron. Buscan líderes y gestores capaces. Critique con justicia pero sobre todo felicite cuando algo se ha realizado bien.

 Ataje los problemas de raíz. Aprenda a aprender, sepa conseguir información y gestione con rapidez los problemas antes de que se hagan muy grandes.

 Sepa hacer promoción dentro de la empresa, pero la haga con inteligencia social, por competencias profesionales y nunca por amistad. Con la promoción se puede motivar. Pero si se hace mal se desmotiva enormemente.

 Comunique bien. Tanto los errores como los aciertos. El grupo necesita disponer de información, de claridad, de posibilidades de intercambiar ideas.

 Querer es poder. Trasmita positivismo, ganas de colaborar, ánimos nuevos cada día. Debe tener como jefe una credibilidad a fuerza de fallos. Los jefes también se equivocan. Más que los demás pues tienen que tomar más decisiones.

 Sea justo y sepa motivar a sus colaboradores. Pero no convierta la empresa en un campo de batallas en donde cada persona deba estar constantemente en alerta para ganar o perder. El ambiente de trabajo debe ser de cooperación.

25.2.12

Consejos para ladrones que no quieran ir mucho a la cárcel

En este santo país a los imputados no se les declara nunca inocentes. Es lógico por nuestra legislación, pues todos somos siempre inocentes hasta que no se demuestra lo contrario. Se les declara “no culpables” o a lo sumo “culpables”, según un montón de factores.

Así que de lo que se trata en un juicio es de lograr demostrar la culpabilidad sin género de dudas, algo sencillo o arduo y complejo, pues depende. ¿Y de qué depende?, pues de los errores de muchos otros, de los tiempos y tempos, de lo hábiles que puedan ser los abogados, de lo listos o tontos que rodean los sumarios o las investigaciones. Uno puede ser declarado “no culpable” si alguno de los que están entre el asesino y los hechos contra la víctima, se equivoca y la “caga” investigando. O si le entra alzhéimer de repente a un testigo, o si parte de las investigaciones no se sustentan, o si alguna de las zonas opacas ya han prescrito, o si no queda demostrado que fulanito era realmente un fulano con todas las de la “no” Ley. Vamos, que hay que demostrar que eres malo de narices, para ser considerado malo. Pero eso depende de fiscales y abogados. De señores con mucha presencia o con poca presencia. Si tú robas 500 euros en un supermercado lo tienes crudo. Si robas mil millones entre papeles y firmas, entre cafés de media mañana y reuniones en palacios lo tienes a huevo para seguir disimulando. Es el consejo básico. No se te ocurra robar nunca 500 euros que irás a la trena; ya que te pones, intenta llevarte mil millones y a base de chanchullos de papel, que el dinero en esas cantidades pesa mucho.

Si has engañado tanto como para que te sigan llamando desde bancos extranjeros por tu cumpleaños, lo de menos es el juicio, estarás menos tiempo en la cárcel que el que roba gallinas y cerdos sin capar. Y encima podrás tener televisión LED. Lo importante es salir mucho en la tele, aunque sea para que te insulten. Tú tranquilo, sonríe, aclara que eres inocente siempre, que es todo mediático, disimula, pon cara de buena persona, habla de tu suegro y de tus obras benéficas, de que siguen creyendo en dios y en la Justicia y búscate al mejor abogado. Mejor si puedes, que seguro que podrás, búscate a 5 abogados, para que logren liar al fiscal y al juez. Y no te preocupes de más. Irás a la cárcel, pero te llevarán caviar beluga, aunque es posible que no será con pan tostado del caro, sino de Bimbo. Algo se tiene que notar que estás en la cárcel unos meses. Si vas a robar, no seas tonto y no te quedes corto, que contra más robes menos pena te entrará.