15.10.12

Anuncio fábrica lejias y jabones "Joaquín Carnicer" de Zaragoza

Era el año 1933 y las fábricas locales se anunciaban en las pocas revistas que se publicaban en sus territorios, como es este anuncio de la revista “La Acción Social” que se editaba en Zaragoza auspiciada por la Caja de Ahorros de la Inmaculada.

Se anunciaba la “Gran Fábrica de jabones y lejía de Joaquín Carnicer”, en la calle Heroísmo de Zaragoza. No tenía rival, avisaba, y servía a domicilio aunque se vendía también en tiendas de ultramarinos, drogas y comestibles. Para evitar que nos dieran gato por liebre, ya avisaba de que exigiéramos el precinto y el sello de las marcas y sus indicaciones.

La dura vida de Sharbat Gula, famosa por una imagen

Sharbat Gula nos cautivó con su mirada cuando tenía 12 años en una excelente fotografía de Steve McCurry (muy posiblemente el mejor fotógrafo en la actualidad) imagen que dio varias veces la vuelta al mundo mostrando una niña en Pakistán que tras huir de Afganistán mostraba una mirada herida, tremendamente bella, de una mujer muy madura aunque tuviera 12 años, pero que la guerra y el horror había hecho crecer sin poder ser niña.

Era una mirada con ira hacia el fotógrafo pues según supo después, esta niña nunca antes había sido fotografiada y odiaba al hombre blanco por lógica de una guerra sufrida en sus carnes, en donde sus padres habían muerto en un ataque soviético. Estaba en un campo de refugiados de Pakistán, era el año 1984 y medió un permiso verbal para que la niña no huyera del objetivo del fotógrafo.
Era una mujer adulta de 12 años, agotada pero que era sujeta precisamente por su niñez perdida. Era el pensamiento de una mujer adulta recogido en la mirada bella de una niña agotada.

Sharbat Gula es pastún, y el fotógrafo Steve McCurry, 17 años después de aquella foto que le dio fama y dinero, decidió ir a buscarla, sin saber su nombre. Ella tendría ahora casi 30 años, no sabía nada de ella, pero intuía que sería conocida.
La nueva imagen obtenida es la de una mujer mayor, agostada, sin la sonrisa leve que ilustraba a la niña. Es una mujer derrotada por la vida amarga, y que sigue sin saber en qué punto se tranquilizará, en qué momento se convertirá su existencia en una vida calmada. Ahora sueña por sus hijas.

Había tenido cuatro hijos de los que le viven tres. La mayor con 13 años nunca ha podido saber la historia de su madre ni leer ninguna de las muchas revistas que le dieron fama al fotógrafo. Se casó en un matrimonio arreglado por las familias, con 15 años, con un hombre que hoy gana un dólar al día de sueldo entre panadero y albañil. Ella dice no haberse visto nunca fotografiada en las revistas, admite el burka con defensa y admira a los talibanes y a su Dios, responsable de su vida. Sabe escribir justo su nombre y no sabe leer. Nosotros contemplamos y poco más. Muy duro.

14.10.12

Aprendiendo a emprender para niños en Zaragoza

Ibercaja a través de su Obra Social y en concreto su programa de Iniciativa Educa, realiza un programa escolar para niños muy interesante para que desde jóvenes sepan que existe una posibilidad real de crear empresa, empleo y riqueza. El programa se llama “Aprendiendo a emprender” en donde se estudian pequeñas ideas, proyectos o iniciativas para emprender. Lleva varios años realizándose con alumnos de 5º y 6º de Primaria en tres divisiones trimestrales en donde los padres y los profesores apoyan el programa cooperando a estudiar mercados, presupuestos, decisiones sobre productos, etc.

Se puede buscar más información aquí o aquí

Rentabilidad de la publicidad en los medios de comunicación

He leído en El País del domingo (octubre año 2012), que está sufriendo como todos la gran bajada de rentabilidad por la pérdida de lectores e ingresos publicitarios, uno se pregunta algunas cosas sobre el efecto publicitario real de los medios de comunicación sobre los consumidores, que merecerían algunas respuestas internas.

Nada más abrir el periódico me encuentro con la página 2 y la página 3, enteras, con un anuncio de un coche caro. El precio de esta sin razón debería ser tremendo, o al menos lo era en otros tiempos, desconociendo ahora qué trabajo de orfebrería fina tienen que hacer los comerciales de publicidad para lograr meter este contrato.

Como es lógico, dos páginas encaradas y llenas de un solo anuncio, sirven para ser pasadas en menos de un segundo sin percatarse —la inmensa mayoría de los lectores— qué se anuncia allí, más si no contiene un elemento gráfico que llame la atención.

Que me perdonen los que logran la rentabilidad a duras penas con la publicidad, pero es que creo que hay que plantearla de nuevo, repensando sinergias, rentabilidades y precios. Pero sigamos.

En total El País del domingo sin suplementos se compone de 64 páginas. Hay 19 páginas con anuncio a toda página. Jope. Casi un 30% del periódico son anuncios a página entera. Carísimos antes, que previsiblemente hoy se venden para dar importancia al anunciante y llenar papel a precios de oferta. No llegan a 7 las páginas en superficie del resto de anuncios. En total un 40% de publicidad que no es mucho, si se pudiera cobrar al precio que antes valía.

Pero el consumidor huye de la publicidad. De toda. Más si es de página completa pues es más fácil no dirigir la mirada hacia el anuncio y pasar de él. Hoy la publicidad es más indirecta, más “en secreto”, teledirigida, in que el lector o el televidente se percate de que le está entrando por la vena.

Efectivamente, como dice Cebrián, todavía nadie ha descubierto la manera de hacer rentable internet y su gran potencial publicitario. Hay que pensar con el siglo XXI entre ceja y ceja y no con el siglo XX entre las piernas.