19.12.12

La izquierda necesita líderes. Luego vendrán los programas - 2012


Como la sociedad española está adormecida, toca tiempos de populismo, confusión, manipulación en el uso de los marcos mentales, habilidades políticas de unos y otros para intentar engañar con las palabras, eufemismos, mentiras disfrazadas.

Y funciona, vaya que si funciona. Y les funciona más bien, para dejarlo claro. Hay que quiere que esto sea así.

La derecha está funcionando muy bien en comunicación a costa de unos buenos batallones de comunicadores reciclados, de simpáticos asesorados, de hojas de todos los lunes trasmitiendo claro de qué hay que hablar y escribir. 

La izquierda está apagada y fuera de cobertura, sin rumbo, sin saber defenderse, sin querer emplear ninguna herramienta eficaz de comunicación hacia la sociedad. 

Creemos que la sociedad no quiere escuchar, que huye de todo tipo de pesadez política, de insistencias. Pero los medios de derechas insisten y calan, se multiplican y crecen, aprenden y sonríen. Es como si a ellos no les importara si su mensaje cala mucho o poco, simplemente lo hacen y sonríen. 

Curiosamente a la derecha, por poner un ejemplo simple, le importa muy poco si la idea general es la de que todos los políticos roban o son unos jetas; en su marco mental sabe que esto le importa mucho menos al votante de derechas que al de izquierdas. Que defenestrar a todos los políticos le va bien incluso. Jodo. 

Así que insisten en el barro. 

No quieren defender la figura de lo público pues su marca mental está configurado sobre la base de que contra menos público, mejor. 

Y la izquierda sigue pensando que somos inmaculados y no debemos entrar en estas técnicas pues no es elegante. 

Cierto, no es muy elegante, eso es cierto. Como lo es que los tiempos son los que son, y que si el contrario pone zancadillas y los árbitros no sacan tarjetas, hay que poner zancadillas o te dejarán cojo. 

Nada resulta más simpático que observar a contertulios de derechas que elevan el tono hasta la agresividad verbal para terminar con una sonrisa amplia y alegre de paz. 

Es decir: primero mando el mensaje con contundencia y seguridad brutal y luego lo disfrazo al final (que es lo que queda) con mi simpatía y mi gesto de pacificador. 

Me cago en tu padre, pero luego te digo que era una simpática persona. 

Hay millones de personas de izquierdas desafectadas, millones de ciudadanos sin líder a quien creer, de quien reírse, de quien copiar sus mensajes. Pero mientras tanto seguimos apagados. En fin. 

Nos hemos creído que con tener buenos propósitos, excelentes ideas, correctos programas de gobierno, basta para convencer. Pues no, en estos siglos ya no.

Ajovín

18.12.12

Las franquicias nos facilitan la apertura, pero el esfuerzo es el mismo

Hay que salir del desempleo tal vez creando un empleo para nosotros mismos, intentándolo con la ayuda de las indemnizaciones por despido. Pero cuidado, nada es sencillo y hay que analizarlo con calma. 

¿Estamos preparados para ello? ¿Es arriesgado? ¿Conocemos qué debemos hacer? 

Nadie dijo que el autoempleo fuera fácil, nadie dijo que no fuera arriesgado, que no se deban seguir unas básicos consejos de prevención, de control contra la quiebra.

Cuando no tenemos claro sobre en qué sector invertir y crear un empleo para nosotros, terminamos pensando en la franquicias como solución más sencilla, pero para que un negocio funcione hay que tener unas base mínimas, que son iguales en un negocio independiente que si acudimos a una franquicia ya establecida como marca.

Debemos hacer una investigación de nuestras posibilidades personales, del tipo de inversión que podemos y debemos hacer, de su rentabilidad a corto y medio plazo, de la competencia contra la que tendremos que pelear en el mercado y de los precios con los que hay que defender la rentabilidad.

Si pensamos en una franquicia, antes de tomar una decisión hay que investigar cómo funciona, en nuestra ciudad y en otras. 

Hablar incluso con otros franquiciados, ver en los lugares la dedicación necesaria, el tipo de clientes, los lugares donde están asentadas dentro de cada ciudad, el tipo de esfuerzo que requieren, la relación de la empresa franquiciadora con sus socios franquiciados.

Debemos ser muy serios con los capitales que hay que invertir, conocerlos muy bien, no fiarnos de las primeras reuniones y exigir seriedad. Es fundamental no sentirse engañado o con dudas desde el primer día. 

Debemos saber muy bien qué parte de la inversión es a costa del franquiciador y qué parte es a costa nuestra. Con el dinero que se entrega a la marca de la franquicia no se cubren todos los gastos, y hay que valorarlo muy bien.

Será complicado que te asesoren en otras empresas de la franquicia de tu ciudad, pero no tanto si acudes a otras ciudades en busca de esa ayuda e información.

Debes estar seguro que sabes vender, producir, fabricar, defenderte bien ante el reto de la nueva empresa. No es tan sencillo como te están planteando, analiza con calma la realidad y toma las decisiones con arreglo a tu análisis. 

Recuerda que en el caso de una franquicia la calidad debe ser la misma que el resto de empresas que ya llevan bastante tiempo funcionando. No caben medias tintas, hay que ser bueno y dedicar un esfuerzo alto en los primeros meses.

Y por último recuerda que una empresa, sea o no una franquicia, necesita un tiempo de dedicación superior al que consideras normal, al que ya empleas, tengas abierta una tienda o una fábrica. 

Hay que seguir formándose, vender, hacer publicidad, acudir a gestores y asesores, informarte, pensar y decidir. Pero al final compensa el camino emprendido. No te engañes, es duro, pero es muy interesante intentarlo.


Las franquicias nos facilitan la apertura, pero el esfuerzo es el mismo

Hay que salir del desempleo tal vez creándolo para nosotros mismos, intentándolo con la ayuda de las indemnizaciones por despido. Pero nada es sencillo y hay que analizarlo con calma. ¿Estamos preparados para ello? ¿es arriesgado? ¿conocemos qué debemos hacer? Nadie dijo que el autoempleo fuera fácil, nadie dijo que no fuera arriesgado, que no se deban seguir unas básicos consejos de prevención, de control contra la quiebra.

Cuando no tenemos claro sobre qué sector invertir y crear un empleo para nosotros, terminamos pensando en la franquicias como solución más sencilla, pero para que un negocio funcione hay que tener unas base mínimas, que son iguales en un negocio independiente o si acudimos a una franquicia ya establecida como marca.

Debemos hacer una investigación de nuestras posibilidades personales, del tipo de inversión que podemos y debemos hacer, de su rentabilidad a corto y medio plazo, de la competencia contra la que tendremos que pelear en el mercado y de los precios con los que hay que defender la rentabilidad.
Si pensamos en una franquicia, antes de tomar una decisión hay que investigar cómo funciona, en nuestra ciudad y en otras. Hablar incluso con otros franquiciados, ver en los lugares la dedicación necesaria, el tipo de clientes, los lugares donde están asentadas dentro de cada ciudad, el tipo de esfuerzo que requieren, la relación de la empresa franquiciadora con sus socios franquiciados.

Debemos ser muy serios con los capitales que hay que invertir, conocerlos muy bien, no fiarnos de las primeras reuniones y exigir seriedad. Es fundamental no sentirse engañado desde el primer día. Debemos saber muy bien qué parte de la inversión es a costa del franquiciador y qué parte es a costa nuestra. Con el dinero que se entrega a la marca de la franquicia no se cubren todos los gastos, y hay que valorarlo muy bien.

Será complicado que te asesoren en otras empresas de la franquicia de tu ciudad, pero no tanto si acudes a otras ciudades en busca de esa ayuda e información.

Debes estar seguro que sabes vender, producir, fabricar, defenderte bien ante el reto de la nueva empresa. No es tan sencillo como te están planteando, analiza con calma la realidad y toma las decisiones con arreglo a tu análisis. Recuerda que en el caso de una franquicia la calidad debe ser la misma que el resto de empresas que ya llevan bastante tiempo funcionando. No caben medias tintas, hay que ser bueno y dedicar un esfuerzo alto en los primeros meses.

Y por último recuerda que una empresa, sea o no una franquicia, necesita un tiempo de dedicación superior al que consideras normal, al que tengas abierta una tienda o una fábrica. Hay que seguir formándose, vender, hacer publicidad, acudir a gestores y asesores, informarte, pensar y decidir. Pero al final compensa el camino emprendido. No te engañes, es duro, pero es muy interesante intentarlo.

La importancia del periodismo para comprender las noticias

Hoy he tenido un programa de radio, mi tercera intervención en un programa de radio. Durante muchos años la radio era quien me acompañaba en mis largas horas de trabajo a oscuras. Si, trabajé durante muchos años, al menos 10 creo recordar, dentro de un laboratorio fotográfico, revelando a oscuras material para preimpresión. La radio era quien me acompañaba, el lazo de unión con lo que existía fuera. La vida durante 8 horas cada día, solo la vía a través de las ondas, contada por periodistas.

Hoy el programa en el que he intervenido era de política, mi nueva ocupación, en los dos anteriores casos era sobre diseño gráfico. El cambio es notable.
No somos uno, vamos cambiando, somos varios y nos adaptamos bien a lo que toca ser. He defendido en el programa la participación de todos, no creo en procesos cerrados, las ideologías están para todos nosotros, pero tan válida es la mía como las de los otros, faltaría más. Así crecí, nadie es perfecto ¿no? Pero los periodistas han sabido centrar el debate, dejar hablar, dominar los tiempos, incidir en que el oyente estuviera entretenido, saber diversificar.
Leía el otro día a Gabilondo sobre el papel del periodista actual y coincidimos en varias cosas. El periodismo es imprescindible para la libertad, para la justicia, aunque sepamos todos que a veces está manipulado, más en las cabeceras pequeñas, en las que dependen de los anuncios “amigos”. Los periodistas son imprescindibles para hacer buen periodismo, hay que seguir investigando para explicar las verdades que se nos muestran, pues en esa selección está la manipulación escondida.
Hoy hay que explicar, opinar, pero sobre todo mostrar y descifrar. Hay que hacer pedagogía para adultos, que no se note, pero hay que hacerla para enseñar a entender. En el futuro de mañana mismo, ya no será tan necesario mostrar, pues hay decenas de sistemas para conocer y ver. Pero habrá que explicar, dar motivaciones, digerir las noticias.
La matanza de Newtown la podemos enseñar, mostrar, han sido centenares los lugares abiertos a todos vosotros, pero todavía nadie la ha sabido explicar con claridad. Hay que entender el por qué y para ello es necesario un periodista profesional. Lo importante no es lo que ha sucedido, pues nos martillean con esas imágenes desde centenares de lugares. Lo importante es entenderlo, evitarlo, asumirlo desde su cultura. Para eso es necesario el periodismo, el debate, la investigación, la radio, los profesionales. Hay que saber dirigir las orquestas para que suenen a algo.