21.12.12

Ser político es un adjetivo negativo y me fastidia


Ayer como POLÍTICO tuve una entrega de premios. Es decir, yo era de los que los entregaban. Y uno de los agraciados era un matrimonio con 40 años de lucha sindical, social, política y de derechos para los más débiles. 

Se los merecían de largo. 

En sus palabras de agradecimiento hizo el hombre un alegato a la participación de las personas en organizaciones sociales, solicitaba que se participara más, que las personas se implicaran ante los problemas más cercanos, más de barrio, de ciudad. 

Perfecto. 

Pero al final añadió unas líneas terribles (para mi). Dijo claramente —él, que viene del mundo político—, que no debemos participar en organizaciones políticas, que aunque allí estábamos ocho políticos firmes y de pie escuchando sus palabras, no éramos el ejemplo a seguir para lograr que la sociedad viva mejor, con más justicia, con más calidad social. Que hay que participar en organizaciones sociales, pero no en las políticas. 

Jodo. 

Es una persona curtida con sus casi 80 años de edad, suficientes décadas desde organizaciones sociales de izquierda, con trabajo incluso en organizaciones religiosas progresistas (existieron y algunas todavía existen). Era un hombre cabal y sabía lo que decía y lo que quería decir. Creo. 

Como es lógico aguantamos estoicamente los políticos del PSOE, del PP y de CHA que allí estábamos escuchando. Cada uno lo escucharíamos con distinto grado de dolor, de rabia, de pena. Pero no nos pudo pasar desapercibido el mensaje. 

Lo estamos haciendo mal, lo sabemos, creo que nos importa menos de lo que debería, también creo que la sociedad es muy injusta en sus apreciaciones y metiendo a todos en el mismo saco de la estulticia y el latrocinio. Pero la mujer del Cesar también tiene que parecerlo. 

Intentar uno a uno, convencer de lo contrario, es tarea imposible. Casi es mejor que los políticos desapareciéramos unos meses, unos años tal vez, yo qué sé. Y ver qué pasa. Se pondrían muy contentos los que escondidos alientan estos climas.

Me siento agotado ante estas críticas no merecidas. Creo que me están ganando. Y no me importan las críticas, en absoluto, me importa no ser capaz de convencer a los “otros” que están equivocados, aunque sea ligeramente equivocados. Si, se puede vivir sin políticos, ya hace unas décadas en España se vivía sin políticos. Ahora en algunos países se vive sin políticos.

20.12.12

Bajarán las tarifas del AVE, como ya se ha dicho cien veces antes

La ministra de Fomento, Ana Pastor ha dicho (otra vez más) que en enero 2013 modificará a la baja las tarifas del AVE. Una buena declaración que como muchas otras que se refieren a las tarifas del AVE se quedará en aguas de borrajas.

 No hay que preocuparse, ya nos hemos acostumbrado a tener unas tarifas prohibitivas.

El AVE es carísimo, muy cómodo, perfecto para viajar, pero lo vuelvo a decir para ver si alguien se da cuenta. Muy caro.
Efectivamente, contemplamos que hay que pagar la inversión inicial, pero creo que cuando va medio vacío se amortiza peor que cuando va lleno. Desde Zaragoza son cientos los viajeros que cada día usan el autobús para ir a Barcelona o Madrid. La diferencia de precio es BRUTAL. Si creemos en las bondades de los mercados, hay trabajo esperando para rectificar tarifas. Un billete de AVE turista Zaragoza a Madrid cuesta 61,30 € que son 108,30 si vas en Club, jope. En autobús cuesta 15,57 €. El AVE se construyó con dinero de todos, pero en cambio son pocos los que lo pueden utilizar. Mal invento, para ser un gran invento.
Es cierto que los muchos clientes que ahora lo utilizan, SI pueden pagar el precio actual pues lo cargan hacia empresas, pero el AVE no se creó con dinero de todo para dar solo servicios a las empresas ¿no?, y es cierto que si se baja el precio sin sistemas inteligentes ellos pagarán menos que ahora. Hay pues que ser más listos a la hora de formular las distintas tarifas ¿no?
Pero lo cierto es que las grandes líneas tienen una enorme capacidad de crecimiento, hay clientes potenciales, y todo depende de una mejor gestión en los precios. Lo que no es de sentido común, es que tengamos un sistema carísimo de construir, muy cómodo y eficaz y lo tengamos a medio utilizar. Es un lujo muy caro no sacarle todo el sentido, todo su jugo de servicio.

Qué le sucede a la serie Fenómenos de Antena 3

La serie de Antena 3, Fenómenos, ha solicitado un tiempo libre aprovechando las Navidades, para descansar un poco y replantearse por qué ha pasado del éxito en su primer capítulo a pasar desapercibido en los pocos intentos antes de parar. 

Hacer una serie de humor y tener éxito no es sencillo. El humor no tiene libreto, se mueve en una línea muy delgada para no caer de un lado o de otro, de la repetición o del histrionismo, del aburrimiento o del chiste fácil. Si los guionistas no están muy finos, si no se es muy original, si algunos actores no logran sacar el máximo, si no se promociona muy bien, si no te arropan el resto de programas, puedes caer en el error sencillo.
Un primer episodio con mucho televidentes, hicieron de Fenómenos en Antena 3 un producto que parecía funcionar, pero si este primer capítulo no funciona como se imaginan los que lo ven, todo se desmorona. El primer capítulo es fundamental no para tener mucha audiencia, sino para sujetarla. Si no les presentas un buen producto, no volverán al segundo y además hablarán mal del que han visto. Será en este primer capítulo cuando los televidentes estén más atentos a su calidad, a juzgarlo, a ver lo que son sus tripas.
Si además presentamos un producto sin terminar, como ha sido el caso de Fenómenos, que se ha dio corrigiendo según iba avanzando, modificando errores, será complicado lograr la fidelidad. En estas semanas de descanso toca analizar reponer o promocionar, retocar o suspender, reubicar o sentarse analizando con seriedad. El humor puede ser serio, se puede elegir que sea un comic, puede ser abstracto, alocado, rápido o lento. Pero debe ser algo, no debe ser la mezcla de varios humores distintos.

19.12.12

Consumir menos y mejor es ahorrar con poco esfuerzo

Estamos en tiempos en los que ya deberíamos haber aprendido a controlar los gastos no necesarios, y debemos pensar que lo que más vale de todo lo que tenemos…, es nuestro cuerpo y nuestra mente. 

No es posible comprar otro, tirarlo y recambiarlo, hacerle cambios en profundidad. La higiene, el cuidado dental, controlar el estrés, saber qué debemos comer y qué no controlando los excesos…, logrará que la salud dure más, que la propiedad más cara que tenemos dure más y que nos cueste menos tener que “arreglarla”.

Pero esto mismo sirve para la lavadora, el coche, el secador de pelo, el teléfono móvil, el ordenador o la cámara fotográfica. 

Todo está preparado para el consumo rápido, para el recambio sin haberse roto, para ir recambiando sin sacarle todo el tiempo de uso posible. Los fabricantes quieren que tires a la basura algo que todavía funciona. No quieren que repares nada. 

Si un elemento del hogar, un vestido, un mueble o un pequeño electrodoméstico logras alargar su vida útil un periodo de un 50% más del habitual, estás ahorrando mucho en tus cuentas del medio plazo. 

La ropa puede durar mucho más de lo que realmente la usamos por estadística. La tiramos en muy buenas calidades, simplemente por moda o por que nos aburre. Pero está bien para seguir usándola. 

Alargar la vida de un coche es muy sencillo, hoy aguantan con facilidad 200.000 o 300.000 kilómetros con arreglos pequeños, pero lo intentamos cambiar antes de los 100.000. 

Un teléfono móvil no hay que cambiarlo cuando la batería dura 5 días en vez de 8 sin tenerla que cargar.

Simplemente tomando las decisiones más correctas se puede ahorra mucho, pero incluso si decidimos saltarnos estas normas de ahorro es bueno que conozcamos que son posibles, que son muy útiles.