3.6.14

La abdicación del Rey Juan Carlos hay que intentar entenderla

La oligarquía, gobierno de unos pocos, han tenido miedo de algo que todavía no sabemos cuantificar y todo ha terminado con la abdicación del Rey Juan Carlos I en busca de un recambio generacional ahora, por si fuera mucho más complicado hacerlo en unos meses. Nos falta saber el motivo detonante del adelanto, pues el mismos Rey no hace muchas semanas había indicado que él no pensaba abdicar. Algo ha cambiado sin que sepamos cuantificar.

Puede ser el cambio generacional que se está dando en la política española que lleva a un cambio de sistema, de régimen, de forma imparable. Pero puede haber detrás algunos problemas de salud no explicados, problemas matrimoniales no resueltos o problemas legales de su familia ante una financiación irregular de las finanzas que sin duda se han ido tapando con ayudas de muchas personas. Todo salpica a la Monarquía. Desde la muerte de los elefantes a los líos de alcoba o las amistades peligrosas. Y ahora toca dejar de tapar.

España no quiere ser republicana por miedo. Franco sigue vivo como un fantasma que sigue demostrando las razones que tenía con el “atado y bien atado” pues los temores se contagian entre generaciones. Solo la joven sociedad que quiere demostrar que es diferente, será capaz de no pensar en el pasado.

Nos toca pues dejar en evidencia a los socialistas que no han sabido ser republicanos aunque se hayan puesto muchas veces la tricolor en sus solapas, solicitar a los que son lógicos dentro del PSOE que se exijan claridad y expulsen de los órganos de poder a las momias secas, asumir que es necesario una reforma contundente de la Constitución, pues estamos dentro ya de una nueva época y para que todo sigua siendo válido es necesario retocarlo.

España no es tan sencilla de gestionar como los EEUU que es capaz de tener una misma Constitución durante dos siglos. Pero retocada en 27 ocasiones. Una ley no es “intocable”, todas las leyes se pueden y se deben reforman en todos los países. Todas las leyes tienen mecanismos reglados de reforma. Siempre hay que adaptarlas a los tiempos pues las sociedades se mueven.

2.6.14

Hay que preguntar a los españoles. Pero con calma y alternativas de adultos

No me gusta que me marquen las pautas políticas los sucesos incontrolados. Pero la abdicación del Rey era un asunto serio y que se veía venir por varios motivos. Antes de continuar debo aclarar que soy republicano por lógica, aunque me parece que las monarquías pueden cumplir su papel si están bien tasadas en las Constituciones. Y sigo.

Se mezclan temas como salud del Rey, familia real, corrupción generalizada e impune, momento histórico, necesidad de reformas constitucionales, situación de Cataluña, hundimiento de la imagen de los políticos, bajada muy potente de la importancia de los dos grandes partidos, crisis social y económica y situación de desamparo social.

Me da igual si esto viene por un divorcio, una nueva operación de salud, una lectura detallada del momento político o la suma de varios factores. Lo que está claro es que hoy se abre un momento nuevo. Hoy es totalmente a ayer.

Pero me preocupan las aberraciones de los impulsos de la rebeldía. 

Si la Monarquía es buena para los españoles, si la inmensa mayoría de los españoles son monárquicos, lo lógico es entender que se debe consultar a los ciudadanos sobre su conveniencia. Nada más sencillo para legitimar definitivamente lo que (casi) todos dicen que es bueno y lo que (casi) todos dicen que es lo que deseamos.

Mañana, dentro de un mes, con Felipe VI como Rey o sin él, pero sin duda es necesario que los españoles hablen sobre este asunto, pues si no, volveremos a equivocarnos y a quedarnos cojos en la construcción del futuro. Todos somos adultos, y si no lo somos deberíamos haber aprendido a serlo o deberíamos haber enseñado para que lo fueran la inmensa mayoría. Lo que no puede ser es que los tempos los marquen grupos pequeños que hasta hoy no eran nada, y no me refiero a los que se presentan a las elecciones año si y año también y obtienen suficientes votos como para ser voz.

La Monarquía en España sí ha sabido leer los resultados

La Monarquía en España ha leído bien los resultados de las últimas Elecciones al Parlamento Europeo. Se ha dado cuenta de que ya han llegado los nuevos tiempos, que la Transición se ha acabado definitivamente, que la Monarquía pendía de un hilo, que se necesitan gentes jóvenes, una nueva generación de líderes, nuevas ideas y una imagen de España más moderna. 

Ahora si, ya podemos decir con rotundidad que la Transición se ha acabado, que tras el domingo pasado todo será distinto y que ahora entre todos toca edificar, construir el nuevo futuro. Seguir sin verlo es una opción, pero la velocidad es alta y se puede llevar la velocidad a quien esté quieto. Con independencia de que la salud del Rey haya tenido mucho que ver para acelerar el proceso.

La casta son simples mayordomos, gestores de los poderosos escondidos

En España hemos tenido mala suerte con nuestros Presidentes de Gobierno y no hemos sido capaces de asentar la democracia como se debería, pero mucho menos de lograr una economía productiva válida para el siglo XXI y una realidad laboral asentada y válida.

Felipe González estuvo casi 14 años en el Gobierno. Sus tres primeros gobiernos fueros buenos, mejor los dos primeros, pero el cuarto fue un auténtico desastre. 

José María Aznar estuvo bien en el primer gobierno y muy mal en el segundo. Diríamos que el ascenso de Rajoy a Vicepresidente trajo un desastre al que se recompensó con su candidatura a Presidente.

José Luis Rodríguez Zapatero fue el gran “bluf” que se soportó bien en la primera legislatura pero que fracasó estrepitosamente en la segunda donde se perdió todo lo logrado.

De Mariano Rajoy no cabe decir nada, no merece la pena.

Cuando un Presidente de Gobierno se convierte en un simple gestor del momento se hunde su papel lógico. Para eso están los ministros y a veces incluso ni para eso. Ser líder es algo muy distinto a ser Presidente de la Comunidad de Vecinos. Y en España llevamos 25 años con meros gestores del momento, con algunas pinceladas de liderazgo pero sin criterios de futuro social. No hemos avanzado y por eso mismo que salga cualquier joven con un discurso diferente nos suena a maravillosa oportunidad. Hemos ido perdiendo sin darnos cuenta la oportunidad de que los mejores sean los que ocupen los puestos más importantes. Y al final debemos reconocer que la palabra “casta” como mayordomos de los poderosos que están siempre escondidos, es una palabra maravillosa para definir quien gobierna en España. 

Los que gobiernan países desde la política son meros criados bien pagados de los que realmente gobiernan “el sistema” desde sus escondites con piscina.