25.1.16

¿Y si Felipe VI llamara a Felipe, a Aznar, a Anguita, a Solana, a Herrero de Miñón?

Media España está esperando como agua de mayo las palabras de Felipe González sobre el actual momento de la política en España. Que me digo yo…, si todos estamos pendientes de las palabras de Felipe…, ¿No sería lógico que el Rey lo propusiera como Presidente? Estoy seguro que en cuanto lea estas líneas José María Aznar, que (je je je) nunca las leerá, se apresurará a escribir también otro artículo, para ver si cuela.

Somos viejos, admitimos a los viejos nuevos, estamos pendiente de lo que nos dirá “papá” Felipe, somos conservadores de aupa, necesitamos que Guerra, el Alfonso, venga y nos ponga orden en esta casa de lodos. Pero algo sí ha cambiado. Ahora El País es ya de derechas. Incluso el Presidente del BBVA nos advierte de que la política y los empresarios han estado demasiado mezclados. Jodo petaca.

Faltan arrestos, Felipe VI debería mostrarlos un poco. Es sencillo. Bastaría como con cualquier Presidente de República con capacidad para medrar, que con llamar a según quien y a según quien no, bastaría para que todos se acojonaran un poco más. Imaginemos que Felipe VI llama a consultas a Felipe, a Aznar, a Bono, a Anguita, a Solana, a Herrero de Miñón. Sin resultados publicados, sólo para amedrentar, para que los viejos nuevos, y los nuevos viejos se plantearan que si son ellos los que se han presentado, deben ser ellos los que sin jugar al ajedrez, debe jugársela. Todo lo demás son trucos.

Lista de los problemas del mundo globalizado actual

La crisis del sistema nos ha llevado a una Europa y a un mundo globalizado, con nuevos y diversos problemas a los que de momento no sabemos dar respuesta positiva, válida y rápida. Estamos sin duda ante un momento de la historia complejo y delicado, pues aunque es cierto que gran parte de estos problemas no son nuevos, otros sí y sobre todo son asuntos que se han juntado todos a la vez, sin soluciones aparentes y en constante crecimiento. Nuestra obligación personal es formarnos cada vez mejor, trabajar en busca de la excelencia en un puesto en el que nos sintamos bien, no caer en los consumismos programados, participar en la sociedad, exigir dignidad en el trabajo y respeto en nuestra relación con la sociedad que nos rodea.

Veamos una lista de estos problemas globalizados contra los que tenemos que pelearnos todos los días.

Desempleo y pérdida de calidad en el empleo.
Desigualdad social en aumento.
Hambruna en el mundo en decrecimiento pero tremenda.
Crisis energética de variado tipo incluso estratégica.
Cambio climático sin acuerdos globalizados serios.
Uso de la economía como laboratorio de beneficios.
Globalización mala sin aportar beneficio social.
Crisis económica que afecta sólo a las clases medias y pobres.
Consumismo absurdo y programado para su obsolescencia.
Crisis del modelo capitalista conocido y sin recambio teórico de otro.
Guerras terroristas no declaradas como tal.
Crisis de valores sociales y familiares.
Descrecimiento vegetativo en el mundo occidental.
Crisis de la propia democracia como concepto participativo.
Sanidad muy mal repartida entre las personas.
Educación no actualizada y con menos calidad de la necesaria.
Juventud sin futuro de independencia vital.
Independentismo personal y desafección social.

Parecemos insistir mentalmente que por los caminos que hemos tomado vamos al caos y al hundimiento social, pero se nos obliga a pensar que como colectivo social no seremos capaces de exigirnos y de repensar que las personas sí somos capaces de tomar decisiones y de cambiar lo que parece predestinado a suceder.

Cada uno de nosotros somos importantes actores que debemos poder dominar las consecuencias de los desastres, si no los hemos convertido antes en inevitables. No debemos abandonar de nuestras responsabilidad o pensar que no las tenemos.

La sociedad mundial, la europea o la española, caminará a ese desastre que nos avisan, pero sólo si no somos capaces de tomar las decisiones de sentido común y las que ya sabemos que hay que tomar pues los análisis previos ya los hemos realizado. Solo si nos empeñamos a no querer ver, y si admitimos que las ideologías y beneficios personales priman sobre todos los demás, nos hundiremos.

¡Rápido! avisar a la policía, que ya han entrado los viejos nuevos en Palacio

Estamos en plena crisis, así que sólo los lunáticos cuerdos serán capaces de sacarnos de este marasmo, aunque no sabemos si hacia la locura colectiva o hacia la nada. No hay más posibilidades. Los cambios nos esconden, nos necesitan pero minimizados; las divergencias arrecian mientras nadie es capaz de ver la salida. Cuando todo está negro, oscuro hasta tropezar mil veces cien, lo normal es dejarte los piños en cualquier esquina aunque sea blanda. Como nos venga de frente una sola y simple volada de viento, nos derrumbará. Debemos empezar a pensar en sujetarnos en alguien, o en llamar a la policía enemiga. Los viejos nuevos ya han entrado en Palacio. Sólo es cuestión de meses.

24.1.16

El orden de los factores, en la negociación, sí altera el producto

Ya habrán notado todos ustedes que ahora nadie quiere ser Presidente del Gobierno en España. Llevamos varias décadas pensando que es un chollo, y ahora ningún político con posibilidades reales quiere ser. Nadie quiere intentarlo primero que los “otros”. Jodo. Ya se habla de la posibilidad cada vez más cerca de que el Rey nombre como candidato a una persona independiente de los partidos, es decir, dependiente de otros sitios. O presuntamente independiente. O dependiente de Ciudadanos. O viejo dependiente de otros tiempos. La ley de Dependencia, en versión manipulación social y casi histórica.

Que Rajoy no quiera ser el primero choca, Que tampoco lo quiera intentar Sánchez, molesta. Que todos entendamos que Podemos dan miedo, acojona por lo de mierdecillas que somos. Que Ciudadanos con 40 sea la alternativa asombra. Buscan sin decirlo el cadáver del “otro” sin darse cuenta que igual “el otro” son todos.

Rajoy y Sánchez saben que en el fondo lo que quieren es juntarse los dos a gobernar. Pero que además esto les salga gratis y dure mucho. Algo complicado tras estos últimos cuatro años de mierda. Y le han dado tantas vueltas en secreto a la jugada que se han perdido. Hay que volver a repartir cartas, se dicen entre todos, pero volver a otras elecciones no garantiza que te entre mejor mano. ¿Y ahora qué?

Por cierto la jugada “maestra” de Iglesias se le puede volver en su contra por esa chulería del novato, que con buenas cartas pone sobre la mesa todos los restos y se nota mucho el truco. Hay que ser más listo, avanzar en el trato y cuando ya esté “casi”, sacar el “truco”. Y lo han hecho al revés. El orden de los factores, en política y en la negociación, sí altera el producto.