2.2.18

Dimisión de Adolfo Suárez ¿Por qué?

El 29 de enero de 1981, Adolfo Suárez, Presidente del Gobierno de España, dimitía ante los españoles en un discurso televisado. Llevaba cinco años como Presidente, había logrado iniciar una Transición imprescindible y coja pero valiente y osada, y ya no podía más. En España sonaban los cuarteles, algunos de ellos escribían soflamas en algunos periódicos, y las posibilidades de un Golpe Militar sonaba casi como inevitable, incluso sabiendo que algunas de estas amenazas eran escuchadas y no reprimidas verbalmente por políticos socialistas.

Menos de un mes después, cuando se votaba el recambio de Adolfo Suárez en el Congreso, un Golpe de Estado de Segunda Potencia, provocado y controlado casi con toda seguridad por quien sabía que era mejor un Mini Golpe de Estado que un Golpe de Estado de Coroneles, se demostró que Adolfo Suárez tenía razón y razones.

Lo cierto es que cuando dimitió Suárez nadie entendió bien ni el momento ni los motivos reales, aunque todos los desearan. ¿Qué había empujado a elegir ese momento, por muy complicadas que estuvieran las situaciones? ¿Alguien le abrió la puerta y le empujó? ¿No se le dejaron otras posibilidades?

Su partido UCD, era una caja de grillos y de ratas, donde los que no chillaban en los medios de comunicación huían a las cloacas en busca de otros refugios a ambos lados ideológicos. El PSOE de Felipe González, sabiendo el momento crítico de la situación en España empujaba duramente hacia el abismo a un Adolfo Suárez sin partido detrás que le defendiera. Fraga se sabía ganador de la apuesta por derechizar la UCD. Los empresarios querían un gobierno fuerte y duro, que pusiera orden en las aspiraciones de la izquierda que había que lentificar y en los mareantes mensajes de algunos militares.

Suárez no estaba agotado como a veces se ha dicho, y se sabe que tras el 23F intentó revocar su dimisión como Presidente del Gobierno para gestionar el caos político, pero que el Rey Juan Carlos se lo negó, como le negó disolver el Congreso y convocar nuevas elecciones anticipadas, pues el mismo Rey se había cansado de una persona sobre la que posiblemente también pensaba que había ido demasiado lejos en sus reformas. Y no quería que los socialistas entraran en el Gobierno en el año 1981.

España, la Monarquía y la sociedad no hemos sabido valorar la figura de un franquista reconvertido en demócrata, que supo poner los cimientos de una democracia entre militares haciendo maniobras orquestales. Su enfermedad posterior parece la respuesta de la vida, llenando de silencios las páginas de la historia que otros han querido escribir no siempre de forma desinteresada.

Os dejo el Editorial de El País de la mañana siguiente y la viñeta de Peridis con una exclamación clarividente en ese momento.



Zaragoza empieza a resentirse. Pero poco

Sobre la ciudad de Zaragoza han caído en este año sendas leyes y reformas desde su/nuestro Gobierno de Aragón, que sin darnos cuenta nos han jodido bien jodidos como ciudad y como ciudadanos. Pero la tribu no se ha enterado, pues no somos capaces de saber aquello que no se nos explica. 

La Ley de Capitalidad es una… ¿se puede decir mierda? para Zaragoza ciudad, y la que ya va camino del desarrollo final como Ley de la Comarca Central es otra patada en la entrepierna a la ciudad de Zaragoza, donde viven más de la mitad de los aragoneses.

Pero al Gobierno de Aragón le va a estallar la situación con el ICA y por Sucesiones, pues no hay nada que se entienda mejor entre las gentes que el tener que pagar más o menos impuestos. Eso la derecha lo borda y sabe sacarle jugo y crítica de forma muy fácil.

La izquierda nunca ha sabido explicar que los impuestos son positivos. Nunca ha querido entrar en ese barro para bajarlo a la calle pues explicarlo de forma fácil no es sencillo, pero debería ser fundamental para el Estado Social de Bienestar. Excepto que la corrupción sea el motor de la política y por ella se nos escapen las explicaciones y las razones.

Al final pasará Lamban y su Gobierno a la pequeña historia de Aragón como el que quiso quitar el Impuesto de Sucesiones —un impuesto correcto si es progresivo— y por meternos a los zaragozanos el ICA, como ya lo pagan todos los aragoneses y españoles. 


Si, si, lo sé, nosotros tenemos una depuradora pagada con los "dinericos" de los zaragozanos, que por cierto si se hubieran encendido los focos en su momento, igual nos entraban cagaleras por su coste y financiación. Y el ICA parece un impuesto por el que los zaragozanos tenemos que pagar el doble que todos los demás. El antes cuando hicimos la depuradora y el ahora con el impuesto nuevo.

Otra mal explicación u otro silencio, pues callados estamos mejor.

Nos tienen entretenidos y contra programados

Decía ayer un pensador y humorista de profesión, un moderno payaso serio, que en estos tiempos de auto censura no debemos hacer caso (para censurarnos) a los que se dice en el ambiente, sino al código civil y a tus propias convicciones. Y a partir de estas dos únicas bases de censura, adelante con todo lo demás.

Tiene razón pues si vamos escuchando a los colectivos interesados, aunque muchos de ellos sean maravillosos colectivos, al final nadie podríamos decir nada de nada. O lo poco que se diría sería gris, apagado, soso. No se puede decir puta por las putas, pero tampoco por las mujeres, por los chulos o por los hijos de las putas. En cambio si dices puto la cosa cambia bastante. No se puede decir “chorrada” pero en cambio sí se puede decir “hasta los huevos” o “es una pijada”.

Mientras todo esto me mareaba —debe ser la edad— en la tele me ponían una cena de alta alcurnia en un país frío, donde las señoras acudían de trajes blancos y largos, carísimos y llenos de joyas, a cenar junto a hombres de negros mientras decenas de criados disfrazados de viejos les iban a servir comidas copiosas y caras. En la calle seguía habiendo personas pasando hambre y frío. Y esto no parece asustarnos nada de nada. Lo admitimos a costa de inventario. Han logrado convencernos de que lo importante es lo que no les afecta a ellos. A los de la cena.

1.2.18

Exposición de la Guerra Civil en Zaragoza, el 23 de febrero de 1981

A la misma hora que en Madrid (en toda España) se daba un Golpe de Estado el 23 de febrero de 1981, en Zaragoza se inauguraba en la Lonja una gran exposición sobre la Guerra Civil. Cosas del destino y la casualidad, pues esta exposición venía de estar expuesta en Madrid, para pasar desde Zaragoza a otras ciudades españolas.

Era una gran exposición dividida en nueva apartados:

Anteguerra

Enfrentamiento

Construcción de dos Estados

Campaña larga

Dimensión internacional

Guerra económica

Guerra psicológica

Retaguardia

Desenlace


Las autoridades de Zaragoza estaban aquella tarde junto a las autoridades del Ministerio de Cultura, mientras en Madrid se cocía la que pudo haber sido otra guerra más.