Si tu respiras y entra en tu sistema respiratorio la cantidad de 0,0008 gramos de Novichok (si pesas 80 kilos), te morirás en breves minutos. Y tú te dirás… ¿y a mi qué? Bien, sigamos hablando pues. Con 560 kilos de esta sustancia se podría matar a toda la población de Zaragoza si se rociara toda la ciudad desde el cielo. Con menos de 50 kilos se puede destrozar todo el barrio del ACTUR. ¿Esto ya preocupa más, verdad?
¿Y qué es el Novichok? Pues es el agente tóxico que mató hace unos días al exespía ruso Serguéi Skripal y su hija, posiblemente pulverizando con un spray cerca de donde ellos estaban. Un producto químico que se inventó para emplearlo como arma de destrucción masiva. Como si fuera una bomba atómica sucia que solo matara a personas. Un producto muy conocido en los ambientes militares, algunos para atacar y otros para defenderse.
Estamos tontos como sociedad organizada. Somos capaces de crear un producto químico tan mortal, y somos además capaces de hacer pública la fórmula para que lo conozcan todos los países y así poderse defender. No es fácil fabricarlo, nada fácil. Pero lo curioso es que nadie se responsabiliza como país de ser quien lo inventó a finales de los años 80. Es como si nunca hubiera existido, pero algunos locos, presuntamente, lo siguen fabricando. Jodo.
21.3.18
18.3.18
Separadores de basura en Guatemala
Estas tres imágenes aunque son del año 2011 y 2016 son muy actuales pues muy poco ha cambiado en estos años, aunque los graves accidentes como el del año 2016 hayan acelerado la toma de decisiones municipales para acabar con esta vergüenza. Nos muestras a vecinos en la ciudad de Guatemala, buscando chatarra y papel junto a las aguas contaminadas de uno de los mayores vertederos de basura en la ciudad, conocida como "La Mina".
Buscan objetos que tengan algún valor en un barranco de más de 300 metros de profundidad a donde van a parar por un lado los desperdicios de las basuras de la ciudad de Guatemala y por otro el desagüe de las aguas fétidas, que se ve al fondo de las imágenes, desde el alcantarillado, a donde curiosamente también llegan algunos objetos de valor.
Allí pueden encontrar metales u objetos que luego pueden vender para ganarse hasta unos 20 dólares al cambio, que es más del doble que su salario mínimo. Son decenas las personas que todos los días acuden a este lugar a ganarse la vida. Es otra manera de ser muy pobres, de vivir de su destino.
Se les llama a los guajeros que allí acuden “separadores de basura”, y son familias que viven en colonias cercanas al basurero, entre callejones estrechos, casas de lámina y lazos de ropa colgados entre casa y casa. Estos trabajadores, indignamente pobres en un país de muchos pobres, deberían tener prohibida la entrada a su trabajo y que fuera el Ayuntamiento o la Comunidad quien realizara en condiciones técnicas dignas la separación y reciclaje de las basuras.
En el basurero, a diario ingresan 550 camiones recolectores con 3.250 toneladas de desechos. El ayuntamiento de la ciudad de Guatemala y sus localidades cercanas estimas que los porcentajes de basura que llevan al lugar están distribuidos de la siguiente manera: un 3% de tela, un 5% de aluminio, otro 5% de madera, un 4% de vidrio, un 6% de plástico, casi un 11% de papel y cartón (el material más reciclable que produce el Relleno), y 68% de desechos orgánicos. Estas imágenes son una muestra clara de que no se debe mantener el vertedero como está.
Buscan objetos que tengan algún valor en un barranco de más de 300 metros de profundidad a donde van a parar por un lado los desperdicios de las basuras de la ciudad de Guatemala y por otro el desagüe de las aguas fétidas, que se ve al fondo de las imágenes, desde el alcantarillado, a donde curiosamente también llegan algunos objetos de valor.
Allí pueden encontrar metales u objetos que luego pueden vender para ganarse hasta unos 20 dólares al cambio, que es más del doble que su salario mínimo. Son decenas las personas que todos los días acuden a este lugar a ganarse la vida. Es otra manera de ser muy pobres, de vivir de su destino.
Se les llama a los guajeros que allí acuden “separadores de basura”, y son familias que viven en colonias cercanas al basurero, entre callejones estrechos, casas de lámina y lazos de ropa colgados entre casa y casa. Estos trabajadores, indignamente pobres en un país de muchos pobres, deberían tener prohibida la entrada a su trabajo y que fuera el Ayuntamiento o la Comunidad quien realizara en condiciones técnicas dignas la separación y reciclaje de las basuras.
En el basurero, a diario ingresan 550 camiones recolectores con 3.250 toneladas de desechos. El ayuntamiento de la ciudad de Guatemala y sus localidades cercanas estimas que los porcentajes de basura que llevan al lugar están distribuidos de la siguiente manera: un 3% de tela, un 5% de aluminio, otro 5% de madera, un 4% de vidrio, un 6% de plástico, casi un 11% de papel y cartón (el material más reciclable que produce el Relleno), y 68% de desechos orgánicos. Estas imágenes son una muestra clara de que no se debe mantener el vertedero como está.
¿Lucha de clases para tener más dignidad? No seamos antiguos
Parece algo muy claro, las formas han cambiado, nosotros hemos cambiado, y nuestra fortaleza de clase se ha visto mermada pues vamos perdiendo la batalla por dignificar nuestras realidades sociales y económicas.
Por eso hay que insistir, recordarlo. Vamos perdiendo.
Y vamos a transmitir como herencia esta pérdida de dignidad laboral y de clase. No queremos ni aspiramos a ser capitalistas millonarios, simplemente deseamos tener la dignidad y la justicia que como personas nos merecemos.
Pero han sabido engañarnos para meternos en peleas diferentes, donde ya no vamos contra los que más tienen, sino contra los pobres como nosotros pero que piensan de forma diferente.
17.3.18
Cuidado con no saber dar respuestas a los problemas
El viñetista Erlich nos decía en el año 2011 desde El País que necesitábamos que alguien nos diera una respuesta. Al menos para poder seguir preguntando. Ya no buscábamos soluciones, nos conformabamos con respuestas. Nuestros propios errores como sociedad a la hora de elegir a nuestros interlocutores hace que en el 2018 sigamos estando en busca de explicaciones, de respuestas, de luces en el camino.
Cuando una sociedad no tiene más que problemas, no sabe medirlos bien y se puede equivocar considerando que los problemas graves no se pueden volver muy graves. Y caer en la trampa en la violencia como única solución posible. Cuidado con no saber dar explicaciones y respuestas válidas a los problemas.
Cuando una sociedad no tiene más que problemas, no sabe medirlos bien y se puede equivocar considerando que los problemas graves no se pueden volver muy graves. Y caer en la trampa en la violencia como única solución posible. Cuidado con no saber dar explicaciones y respuestas válidas a los problemas.
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