3.8.18

Seguimos en "Ese ‘no se qué’ del franquismo"

Os dejo hoy un artículo de José Luis Trasobares publicado en El Periódico de Aragón y titulado "Ese ‘no se qué’ del franquismo". Estamos en el año 2018.  Han pasado excesivos años como para seguir pensando así, pero es la auténtica realidad. La Transición según dicen algunos fue una mierda, bien, pero…, ¿Y la actual situación que no es capaz de enderezar aquellos errores? Queremos criticar lo que se hizo mal en 1977, entonces con una policía secreta fascista y unos militares que venían del golpismo. Y lo criticamos ahora, en el 2018, 41 años después, sin hacer nada más que criticar, para enterrar los errores cometidos. Si no somos capaces de resolver esto ahora, ¿cómo podemos criticar lo que no se pudo hacer bien en 1977?

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Si Franco está tan presente en el debate político actual es simplemente porque España carece de una memoria histórica correcta y homologada. Vamos, como la que tienen nuestros vecinos del resto de Europa. Claro que allí (o sea, en nuestro entorno) el fascismo perdió la guerra; aquí la ganó, y esa circunstancia no fue revisada y resuelta por la Transición. En ese momento la correlación de fuerzas era la que era, y se optó por un arreglo de circunstancias, suponiendo que la democracia, por sí misma, iría normalizando la situación en los términos de uso común: condena de la dictadura franquista, reparación a sus víctimas y (en lo referido al relato y a la doctrina jurídica) asunción plena de que la razón política estuvo del lado de la República y luego de la oposición clandestina al temible régimen impuesto por el Caudillo. Pero no fue así. Y ahí seguimos, con Franco a cuestas. ¡Por favor!

Seguimos con ese lastre, digo, porque el peso muerto existe y se hace notar a cada momento. Cuando la Fundación Francisco Franco no solo existe, es de interés público y recibe subvenciones del erario, sino que les gana juicios a las instituciones democráticas en nombre de la dictadura. Cuando retirar el homenaje institucional a los personajes de aquel régimen en mausoleos y monumentos se convierte en todo un problemón. Cuando militares retirados (y no pocos) suscriben declaraciones de apoyo e identificación con cuarenta años de oprobio y feroz autoritarismo. Cuando los foros conservadores enconan su resistencia a cualquier medida destinada a darles un mínimo de justicia y reconocimiento a los cientos de miles de víctimas. Cuando los descendientes del tirano, ennoblecidos, disfrutan de lo que este robó impunemente.

Así ha sido como hemos acabado liados todos con ese no se qué que tiene el franquismo, esa patología que desacredita a España y genera (¡como no!) dudas respecto de la calidad de su democracia.

Acalorados, andamos de los nervios con el Generalísimo, los taxistas, Cataluña, los indeseables de La manada... y la encuesta del CIS.

2.8.18

Paz positiva y paz negativa. Hablaremos

¿Qué es la paz? No es una respuesta sencilla, no es sólo la ausencia de conflicto, pues se puede tener paz y que esta sea negativa, provocada y manipulada para que sea un esclavismo de una parte hacia otra. La paz debe ir acompañada de más elementos que la falta de conflictos de cualquier tipo. La paz no es la ausencia de guerra, aunque sin duda con guerra no hay paz. La paz es una forma de vivir y de ser, una manera de comportamiento social que trabaja por garantizar la duración de la propia paz.

Más sencilla y triste es la explicación de que la paz en realidad es el periodo que hay en medio de dos guerras. Incluso a veces es un periodo artificialmente creado para convencernos de que las guerras son mucho peores. Y siendo cierto esto, no es una garantía ni de paz ni de tranquilidad social. Las guerras son peores, pero los periodos intermedios sin guerras pueden no ser paz.

No todo lo que nos creemos paz es de verdad paz positiva. La paz debe ir acompañada de libertad, de respeto, de igualdad de derechos, de mantenimiento en el tiempo, de trabajo constante para su mantenimiento. Hay grados de paz, y por ello puede haber paz negativa.

La libertad es más importante que la paz, pues es imposible tener libertad sin tener paz. Esta es superior a la anterior. Se puede tener paz sin tener libertad, lo que nos explica que hay diversas formas de paz, pero no se puede tener libertad sin tener paz, lo que nos lleva a tener que admitir que la paz es prioritaria para la seguridad, la libertad, la tranquilidad, el desarrollo personal y social. Lo básico para todas las calidades sociales es tener paz, y luego exigir que sea paz positiva.

29.7.18

Somos parte del eslabón manipulado por ellos

Hay que tener mucho cuidado con reblar, pues enseguida nos van a pedir más. Me refiero a los que controlan el mundo mundial, incluida la producción por la que nos pagan unos diezmos para comprar en sus tiendas lo que ellos nos venden.

Es todo una cadena y nosotros no somos ningún eslabón, si acaso lo aparentamos para sentirnos contentos.

27.7.18

Manifestación por la amnistía en Zaragoza 1977

Los cinco jóvenes aragoneses, Fernando Burillo, Claudio Solsona, José Antonio Mellado, Alvaro Noguera y Javier Sagarra, miembros del Colectivo Hoz y Martillo, y que cumplían condenas por el atentado al consulado francés de Zaragoza (en el que resultó muerto su titular Roger Tur, una persona muy curiosa en la historia de Europa y que tras ser atado a la mesa de su trabajo, falleció al prenderse fuego la totalidad de su despacho diplomático al que habían tirado un cóctel molotov, en un error de cálculo de los jóvenes, como así reconocieron tras su liberación, el 30 de julio del año 1977) fueron liberados tras una importante manifestación en Zaragoza y aplicárseles la amnistía de aquel año. 

La puesta en libertad condicional de los cinco jóvenes reclusos se produjo a las pocas horas de que cerca de 10.000 personas participaran en una manifestación por las calles de Zaragoza solicitando amnistía total para ellos y para los restantes reclusos, de la que muestra es la pegatina de la iamgen.

Los cuatro primeros cumplían sus condenas en el penal de Jaén, y el quinto en el de Alcalá de Henares. Todos ellos habían sido sentenciados en un consejo de guerra y condenados a treinta años de reclusión mayor. Los jóvenes presos permaneciron en prisión un total de cuatro años y siete meses. Nada más llegar a Zaragoza, algunos de ellos declararon: «Hemos de conseguir la amnistía total. Hay que luchar para que las condiciones de las cárceles sean decentes; para que desaparezca la ley de Peligrosidad Social; para que se deroguen las leyes represivas, y para que se modifique el Código Penal»

Fueron juzgados en Consejo de Guerra el 26 de julio de 1973. Las penas de muerte fueron finalmente conmutadas por treinta años de cárcel. Los abogados defensores centraron sus argumentos en la “falta de intencionalidad” de los cinco autores, que acabaron siendo excarcelados tras la amnistía de octubre de 1977.

El que fuera Presidente de Aragón, Emilio Eiroa asumió, la defensa de uno de los autores materiales del asalto al Consulado. Por esa defensa Eiroa fue expulsado de la Hermandad Nacional de Alféreces Provisionales de Zaragoza. Otro de los abogados, Alquézar, dijo que las penas que se solicitaron no estaban en proporción. Si en lugar de denominarse Colectivo Hoz y Martillo a éste se le hubiera dado el nombre de Colectivo de la Rueda y el Huso, las actuaciones hubieran ido por otro camino y, en consecuencia, no hubiera entendido de estos hechos un Consejo de Guerra.

Nota.: La pegatina es de la colección de Carlos Puente, la imagen de la manifestación es de Andalán