10.1.20

¿Y cursos (antes de) matrimoniales aconfesionales para evitar la violencia?

Nadie mejor que los obispos para mediar en matrimonios, para evitar que se rompan, para —según ellos— prevenir el pansexualismo y evitar la masturbación propia o ajena. Son los auténticos profesionales de la sabiduría sexual y de relaciones entre hombre y mujer, entre mujer y mujer y entre hombre y hombre. ¿Pero nos debemos reír de sus propuestas?

Para evitar errores en el matrimonio (insisto en el "según ellos") ello han decidido alargar considerablemente los cursillos prematrimoniales, desde las 20 horas actuales a unos cursos entre dos y tres años, obligatorios antes de que te puedas casar. Así te lo pensarás bien antes. Y sin duda, o lo tienes claro o te lo piensas mucho ante este panorama temporal. 

Claro que ellos, que de tontos no tienen nada, han pensado que si para casarte hay que organizarlo con más de un año de antelación para preparar el restaurante…, qué menos que duplicar ese tiempo pensando en la iglesia. Y es cierto. Parece lógico que la preparación para algo tan importante como el matrimonio de donde nace una familia y por ellos posiblemente unos hijos, sea algo que requiera una formación mínima al menos.

Dicen con datos que a los 5 años se ha  roto el 40% de los matrimonios y a los 15 años el 60%. Lo que no es posible asegurar es que casándose con 3 años de cursillos esto se logre evitar. No creo yo que pensando en Dios sea más complejo decidir divorciarte, que por cierto y sin duda es una decisión siempre muy dura y que a veces se toma sin sopesar todo. Digo a veces, no nos equivoquemos. Como sucede a la hora de decidir casarnos. ¿Y pensando en los hijos, no deberíamos tal vez repensar los divorcios o retrasarlos o buscar alternativas temporales?

Es verdad y en eso tienen razón los obispos, que 20 horas de cursos antes de casarse puede parecer tonto pues para aprender un ordenador a veces se invierte más tiempo. Otra cosa es que el oficio de estar casado lo tenga que dar una iglesia confesional o tal vez sería mejor ir a un proceso de formación social entre iguales y totalmente aconfesional. 

Tal vea de esta forma, con más formación humanística y de relaciones entre iguales, se evitaría también algo de esa violencia machista que tanto deseamos combatir desde diversos medios.



Vemos muchos menos colores de los que somos capaces de crear

¿Dónde está el color del recuerdo? Hay colores imposibles, solo la naturaleza es capaz de crearlos y el hombre de admirarlos y tenerles envidia. Durante décadas me dediqué a crear colores, utilizaba muchas gamas, muchas marcas de pigmentos, muchas mezclas pues era de los que trabajaba los añadidos y las substracciones para intentar crear colores casi nuevos. Y hay muchos de ellos que nunca se pueden imitar, que nunca es posible crear ni aun engañando a la vista. 

Vemos muchos menos colores de los que somos capaces de crear. Tal vez sí los cree, pero nunca fui capaz de verlos. Cada uno de nosotros vemos los colores de una manera algo distinta. Incluso hay muchas personas que ven diferente el color con cada ojo y a veces ni ellos mismos lo saben. 

Una rosa roja que vivirá muchos tiempos

Se encontraba ella en un canasto, rodeada de seres iguales. Todas eran rojas, tenían espinas, olían fuerte…

Nada la hacía apenas diferente, de no ser porque unas manos la rescataron de aquel cubo, la envolvieron en papel y le ataron un lazo. Eso ya le hizo sentirse única porque era especial para dos personas. La que regala, y la que recibe el regalo.

Hoy esa rosa, la del canasto, está en un vaso, la miro cada noche, cruzamos dos palabras. Ella sabe lo que quiero decirle. 

Y me responde… déjame secar y guárdame en cualquiera de tus libros. Recuerda siempre quien me compró y que significó para ti.

9.1.20

La libertad también sirve para no hacer nada

No es posible vivir sin arte, sin calma, sin la tranquilidad de la observación y el caminar lento por la vida. No es posible ser feliz sin la capacidad de saborear con suavidad cada cosa buena de la vida. 

La libertad también sirve para no hacer nada importante, para contemplar, para simplemente estar dejando que los colores vayan pasando de uno en uno por nuestra vista de consumo vital.

No juzguemos, simplemente dejemos pasar y que pasen. Observemos y aprendamos a ver.