20.7.20

¿Qué está pasado en esta España que no entendemos?

¿Qué ha pasado en esta España para que muchos nos empecemos a sentir como huérfanos de un espacio mayor al del hogar? 

Muchos ya sientes asco literalmente por “su” actual España, y la quieren cambiar de cualquier forma, y eso produce más temor del necesario pues se multiplican las crisis tan distintas unas de las otras. 

Es verdad que casi todos esperábamos más de la España del siglo XXI, y se nos está apagando poco a poco, nos deja grises, sin ofrecer soluciones a unos problemas que van creciendo como los champiñones. 

Y es cierto que la radicalidad se ha contagiado hacia capas de la sociedad que nunca habían sido radicales. Personas de trabajo diario, de madrugar e incluso de vivir aceptablemente se están volviendo radicales de libro. 

Y muchos no solo lo aceptamos en silencio sino que lo entendemos (aunque no lo aplaudamos) y por ello no hacemos nada para evitarlo. Tal vez es que como sociedad no sepamos hacerlo de otra manera, no sepamos hacerlo mejor.

19.7.20

¿Por qué fracasa España? ¿Todos somos responsables o ninguno?

Si partimos de la base de que en realidad los países no existen pues son simples espacios políticos y sociales rodeados de fronteras, los países no pueden fracasar, lo hacen sus sociedades y sus políticos. Aunque es cierto que lo que queda encerrado entre las fronteras y no son personas tiene una importancia tremenda: sea la tierra, el clima, su tipo de economía primaria (pues la productiva o de servicios depende de decisiones de las personas) e incluso su historia que marca carácter.

España es un ejemplo claro de todo esto. Está perfectamente enmarcada dentro de unas fronteras que llevan siglos sin moverse, y eso además de historia entrega sector primario con su clima, forja carácteres pues somos la suma de todos, y nos toca defendernos desde nuestro propio espacio estratégico o geográfico. Sumado a que los vecinos también se mueven para saben defender "lo suyo", leamos aquí a Europa.

Pero sin ninguna duda y con todas esas mochilas inamovibles, los países —y España en esto no se diferencia en nada—, dependen de "sus" personas, de ese componente que no ponemos en el lugar que se merece. De su SOCIEDAD.

Estamos ahora mismo, en este 2020 raro a mas no poder, dentro de una escalera de caracol que nos puede llevar al fracaso. Simplemente por presión de problemas repetitivos no liderados correctamente.

Fracasar es estar peor que antes. 

No se trata de intentar y no conseguir algún logro, pues eso casi no es un fracaso. El fracaso de verdad se produce cuando logras estar peor que antes. Y para que no sea así debemos hacer acto de reflexión individual. ¿Qué parte de ese fracaso es mía? La respuesta lógica es: NINGUNA, y la suma de 47 millones de respuestas iguales…, es incapaz de encontrar la solución.

A nuestra crisis económica y laboral (no sabemos dar empleo a todos los españoles, que además somos pocos para el territorio que tenemos) se une una crisis institucional por paseos árabes de figuras muy importantes en nuestra España, también una crisis territorial con partes importantes que no se sientes bien vivir entre todos, una crisis de confianza en el Sistema y además aupándose en el virus un troceamiento social en la actual España que nos puede llevar a una crisis de violencia. 

Y para terminar tenemos que añadir un apagamiento total de las voces intelectuales del país, España, provocado por una sociedad que se ha dedicado muchos años en criticar ferozmente a los que realmente por formación saben lo que se puede intentar. Los mejores en casi todas las facetas han decidido callarse y seguir un camino taoísta. 

Toda una tormenta que nadie lidera con el éxito de saber explicar las alternativas, que funciona ella sola, que no es capaz de mostrar alternativas (no políticas) de gestión con liderazgo, que no es capaz en momento críticos de lograr es mínimo respeto social de que hay que obedecer a las recomendaciones, pues vienen del que en teoría sabe mucho más que cada uno de nosotros sobre lo que hay que hacer.

16.7.20

Nueve ideas para las ciudades y los barrios del presente


Es posible que cambien muchas cosas de nuestro comportamiento tras la pandemia, una de ellas será el concepto que tengamos de nuestra ciudad una vez que los viajes sean visto con otro grado de necesidad y nos encerremos más en lo cercano, en lo que nos rodea. Y nuestra localidad es el almacén donde está nuestro hogar, nuestro espacio. Y por eso posiblemente haya que repensar el papel de las ciudades del futuro como ya intuíamos pero nunca queríamos hacer.

 Las ciudades útiles ya son el presente, son nuestra zona de confort cercana, y si no nos gustan es por desidia de todos, por no querer hacerlas como sabemos y debemos. No es caro tener una ciudad confortable, aunque nos digan lo contrario.

 Las ciudades deben ser mucho más humanas. No deben ser espacios para el coche, para las fábricas, para dormir en ellas sin utilizarlas para nada más. Las ciudades son para vivirlas, para pasearlas y entenderlas como la parte externa de nuestro hogar.

 Las ciudades tienen que tener muchos más servicios públicos, menos distancias entre ellos, tener más repartidos entre sus espacios todos esos servicios para las personas que necesitamos y utilizamos. Desde supermercados a tiendas de servicios diversos, desde zonas culturales y ocio a espacios educativos. desde bancos para sentarse a espacios para jugar o hacer deporte.

 Las ciudades tienen que estar llenas de barrios. Lo de menos es el tamaño del barrio, lo de más es la importancia que le demos al concepto de "barrio" y su necesidad como espacio menor troceado y familiar. Si entendemos al barrio como algo cercano y que nos corresponde como los vecinos propietarios de lo público, aprenderemos a cuidarlo más.

 Los barrios tienen que ser espacios que cuiden a las personas de forma global, integral, cooperativamente. En los barrios solo hay personas y sus complementos. Luego los barrios tienen que ser para las personas. Y entre todos tenemos necesidades, problemas, dudas, dolores. 

 Los barrios deben ser peatonales incluso para los amantes del coche privado. Deben ser para los niños, para las personas mayores, para los adultos que desean pasear con calma, silencio y respirando. Deben ser oasis urbanos de color y de naturaleza.

 Las Supermanzanas llevan ya muchos años inventadas. Nos dan miedo, no queremos conocerlas, no nos atrevemos a ponerlas en práctica con ese nombre, pero poco a poco las vamos implantarlo sin decirlo. Es el futuro que ya está presente.

 Las ciudades deben ser VERDES y mucho más naturales. Verdes y húmedas. Llenas de arte, de agua y de verde. ¿He dicho ya VERDES? Deben ser los espacios donde también se atrevan a venir los pájaros, los murciélagos, las lagartijas.

 Las ciudades deben ser limpias. Del todo. Pero hay que saber diferenciar lo que es suciedad de lo que no lo es. Aprender a convivir con lo natural supone entender que estamos en sociedad. Una cosa es la suciedad creada por el hombre y otra es la ordenación de las flores y las plantas con escuadra. En el campo no hay orden y cada vez hay más ciudades que dejan que el verde inunde sus plazas como en el campo.

No cambies el entorno. Cambia tú y todo cambiará

¿Os apetece cambiar? ¿Tenéis la necesidad de encontraros de otra manera, de creer que todo lo que os rodea empezando por nosotros mismos podría (debería) cambiar y modificarse? No es mala idea empezar ahora mismo.

Si lo que nos rodea no nos gusta, no nos llena, no complace nuestra forma de vida, tal vez sea el momento de hacerlo todo al revés. Es decir, empezar por cambiar nosotros mismos. 

Si cambiamos nosotros veremos todo desde otra óptica, y por ello todo habrá cambiado. No se habrá movido de sitio, pero al movernos nosotros todo lo contemplaremos desde otra posición. Y os aseguro que no es una tontería, y si tenéis duda, probar.