1.7.22

Estamos en guerra. Pero es del siglo XXI


Estamos viviendo ya en un mundo mucho más inseguro, y la mejor prueba de ello han sido las Jornadas OTAN celebradas en Madrid en gritos de éxito, pero a su vez de guerras y de asuntos bélicos. Cuando se habla de que hay que defenderse, es que se reconoce que hay enemigos.


Estamos en guerra.

No seamos niños, estamos en guerra y aceptarlo no es malo pues es cierto. Estamos en guerra aunque no se quiera decir.

Guerra del Siglo XXI para todos menos para Ucrania, guerra comercial, económica, tecnológica, social, estratégica, de innovación, de tanteo, de nuevas armas, guerra de jugar a matar y a ocupar espacios en el mundo. Europa al menos está en guerra y lo sabemos todos, aunque no lo digamos.

Como en todas las guerras las mentiras son lo habitual y no dejaré de repetirlo. Ni Putin es el único culpable, ni es tampoco ningún pardillo, aunque con arreglo al resultado de "SU" guerra esté demostrando que a torpe le ganan pocos.

Y como en todas las guerras, siempre al final habrá un ganador y un perdedor. 

Y de momento no tenemos ni idea nadie de quien va a ganar y quien va a perder, pues hay varias opciones, al menos más de dos. 

Así que debemos preocuparnos (o no) menos de lo que ahora no dicen que toca… y más de lo que realmente nos va a ir afectando poco a poco o de forma compulsiva, pues esta guerra ha venido para durar.



27.6.22

Estamos muy torpes. Pero llevamos así 3.000 años


Ejemplos como el que hemos tenido esta semana en la Valla de Melilla, esta vez del lado de Marruecos, tenemos todos los meses varios, y nos los tragamos en silencio. Luego los domingos algunos van a misa, a pedir perdón, pero se callan entre semana.

Cuando la política deja de tener ética, incluso estética, deja de tener razón y sus razones ya no son las razones de todos. Gobiernan porque se creen que les ha correspondido en un sorteo, aquí en España con sus silencios o en Marruecos con sus actos. 

El Papa de Roma está malito, y a poco que aprieten las tuercas tendremos TRES Papas, lo que indica que mas no es más, sino puede que menos. Si las tácticas políticas globales nos impiden quejarnos con al menos amargura, es que jugar a esto ya no sirve de nada. 

Hablamos de la invasión de Ucrania sin suficientes datos, a golpes pues se nos informa con la intensidad programada de quien manda, y podemos preocuparnos todas las noches o ninguna, según como la plazca a quien quiere vender turismo o gominolas, armas o hambre.

Y luego nos quejamos de que nadie cree en nadie, y de que va aumentando el cabreo escondido, hasta que no se pueda detectar su fuerza. Estamos muy torpes. Se avisa.

La clave está en compartir. Y compartir es gratis

Igual no te lo había dicho nadie antes, pero la clave de la felicidad está en compartir, en saber distribuir las dichas positivas, en regalar sonrisas o dudas. 

Sigue siendo la forma más económica y eficaz de crecer, de aprender y de ser más, de sentirse incluso más feliz. 

Compartir es regalar. Sea tiempo, caricias, sabidurías, palabra, alimentación, hogar, sonrisas, oídos, penas. 

¿Qué has compartido hoy? Sí, tú. 

No, no me lo digas, díselo a “esa” otra persona.



26.6.22

Que suceda lo que tenga que suceder y punto pelota


El mundo nunca ha estado quieto
, me refiero a sus mundanos seres vivos. Las personas, las sociedades siempre a los largo de los más de esos 2.000 años de los que tenemos constancia fija, se ha ido moviendo dando saltos hacia delante, hacia atrás, incluso a veces simplemente hacia arriba para caer en el mismo sitio pero con los tobillos cascados por la caída. 

No se trata de aprender de lo que en otros tiempos ha sucedido, se trata de saber con toda seguridad que volverá a suceder. Aunque a día de hoy no sepamos nunca el cuándo ni el dónde, e incluso tampoco —aunque vayamos de listos— de su intensidad.

Hay detalles en este 2022, en esta segunda década del siglo XXI, de que "las cosas" están a punto de caramelo. El aire nos mueve y no sabemos si estamos bien sujetados o si volaremos hasta explotar.

Cuando lo MICRO se hace ingobernable, surge lo MACRO para que todo sea todavía peor de gobernar, pero al menos lo macro arrasa con lo micro, y ya todo parece diferente.

No voy a dar la vara de los ítem actuales que indican que algo se mueve. Ya los sabéis todos. Incluso muchos pensamos que esto mismo (caldo de agoreros) ha sucedido muchas otras veces y luego se queda en agua de borrajas. Y es cierto.

Pero la parábola del Cántaro que va a la Fuente, funciona inevitablemente. Es ley no escrita, pero que funciona. 

Cuando tocamos mucho los bebos a la misma gente, al final siempre hay un locaris que se le hinchan y explota. Tampoco está escrito pero funciona. Y suele explotar el más débil, el más tonto o el que más ha sido manipulado. También es Ley de Vida.

Cuando no hay soluciones fáciles, siempre hay gente que dice que lo mejor es "que suceda lo que tenga que suceder y punto". Que también es otra manera de ver las Leyes no Escritas. 

Que NO sucedan las cosas no es casualidad, muchas veces es porque hay gentes que logran controlar "esas cosas" de muy diversas maneras. Cuando esas gentes que nadie conocemos se cansan, se agotan, llegan a pensar eso de: "Que suceda lo que tenga que suceder y punto".  

Y se agachan al bordillo de su acera, y se sientan a comer pipas de calabaza esperando a que definitivamente lo que tenga que suceder… que suceda, que ya vale.