27.6.22

Estamos muy torpes. Pero llevamos así 3.000 años


Ejemplos como el que hemos tenido esta semana en la Valla de Melilla, esta vez del lado de Marruecos, tenemos todos los meses varios, y nos los tragamos en silencio. Luego los domingos algunos van a misa, a pedir perdón, pero se callan entre semana.

Cuando la política deja de tener ética, incluso estética, deja de tener razón y sus razones ya no son las razones de todos. Gobiernan porque se creen que les ha correspondido en un sorteo, aquí en España con sus silencios o en Marruecos con sus actos. 

El Papa de Roma está malito, y a poco que aprieten las tuercas tendremos TRES Papas, lo que indica que mas no es más, sino puede que menos. Si las tácticas políticas globales nos impiden quejarnos con al menos amargura, es que jugar a esto ya no sirve de nada. 

Hablamos de la invasión de Ucrania sin suficientes datos, a golpes pues se nos informa con la intensidad programada de quien manda, y podemos preocuparnos todas las noches o ninguna, según como la plazca a quien quiere vender turismo o gominolas, armas o hambre.

Y luego nos quejamos de que nadie cree en nadie, y de que va aumentando el cabreo escondido, hasta que no se pueda detectar su fuerza. Estamos muy torpes. Se avisa.