24.6.22

Las izquierdas somos tontas. Pero vamos aprendiendo a empeorar


La política necesita estética
, y esto es complicadísimo que lo entiendan desde "mis" izquierdas. Necesita también un relato y una comunicación válida, aunque la izquierda se cree que con tener "sus" razones, ya es suficiente. Las ideas son muy necesarias, pero hay que saber envolverlas, ofrecerlas, saber conseguir una escucha activa, y que los receptores de tus emisiones te entiendas y te crean.

La izquierda muchas veces no entiende que teniendo "la razón" que en realidad son "sus" razones, no logran llegar al ciudadano

Comunicamos mal porque entendemos que la comunicación HOY es sobre todo entrar en las Redes Sociales, un error de libro quedarnos en eso.

Las Redes Sociales son víricas, por fundamento. Si tienes 100.000 seguidores llegas a 100.000 personas. Lógico y sé que lo sabes. Pero si de esos 100.000 hay 10.000 que les da por retuitear o responderte y cada uno tiene 1.000 seguidores, ya tienes un millón de tus mensajes que de forma vírica se han ido moviendo. Posiblemente además entre mucha menos gente de la que te llegas a creer.

Pensar que eso es bueno es pensar mucho. Porque a partir de ese momento tu mensaje ya no lo puedes controlar, se mueve hacia espacios que NO SON tus seguidores, y es criticado, alabado, aplaudido u odiado, lo que dificulta saber si se está convirtiendo en un VIRUS positivo o negativo

En realidad se está convirtiendo en un VIRUS NEUTRO, diríamos que "las que entran por las que salen". Los unos por los otros. Crean habitualmente amigos y enemigos a partes iguales.

Pero he dejado sin nombrar lo que me parece más importante de este tipo de comunicación. 


LA INMENSA MAYORÍA DE LA SOCIEDAD


Es mentira y debemos decirlo: el que las Redes sociales influyen. Lo hacen sobre los que acuden a ellas YA INFLUÍDOS DESDE CASA

Se retroalimentan. 

Y sí, hay que estar, faltaría más, no digo de no estar, lo que digo es que no son suficientes, que hay que entender bien su función, y que es una herramienta sobre la que debemos leernos el libro de instrucciones antes de utilizarla.

La inmensa mayoría de la sociedad, los que realmente van a votar y dudan, los que hasta el último momento no saben si ir o quedarse en casa, los que cambian su voto por muy diversos motivos, SON LOS QUE MUEVEN RESULTADOS ELECTORALES, y esos en muchos casos no están tan pendientes de Redes Sociales como nos creemos.

Influye mucho más un titular de un periódico, bien elegido para joder —y del que luego beben muchas Redes Sociales— que el ruido que nace sin un titular que lo sustente. 

Nadie (o casi) logra importancia sin ser creador de contenidos.

Y en eso estamos todos reflexionando, en que tal vez la izquierda debería dejar de criticar los contenidos de otros, para crear sus PROPIOS CONTENIDOS, son propios relatos, sus propias incursiones incluso experimentales, que eso sería ya la leche.

Creemos que "con estar" es suficiente, o con dejarnos llevar por los relatos que otros construyen para tenernos entretenidos. Y lo repito: "entretenidos" que es la nueva manera de ser manipulados sin que nos demos cuenta. 

Los diseñadores de "Cómo joder a la izquierda" saben llevarnos a terrenos que son para nosotros comunes, fáciles, pero a la vez son muy útiles para ellos. Y dejarnos embarrados allí, sabiendo que mientras hablamos del Betis no hablamos del Real Madrid al que dejamos hacer. 

Nos dejan con nuestras peleas más o menos internas desde nuestras ideologías con muchos matices, para que no entremos en "sus" zonas de riesgo, en aquellos aspectos en los que ellos pueden perder influencia, poder o dineros. 

¿Cuántos asuntos tratamos desde la izquierda que realmente les afectan negativamente a las derechas? ¿Y eso es por casualidad?

Julio Puente