12.1.23

Estamos perdiendo la humanidad social mínima


Estamos agrios, violentos incluso, se contagia ser ásperos y malhumorados, pues nos estamos volviendo incapaces de entender la vida en sociedad, compleja, y para lo que se requiere algo de suavidad, de vocación en ser algo más humanista. 

Hace unos días intentaba entenderme con una profesional de la atención a la sociedad, una persona que trabaja en una profesión hoy casi agotadora, la Sanidad, y para la que se requiere mucha vocación. 

Lo malo de mi conversación no radica en que ella no quisiera entender —no lograra yo hacerla entender— que hay profesiones que a veces son complejas, sino que entendiera que como la suya hay muchas y solo en la suma de todas las personas logramos que esto funcione bien.

Esta profesional es médica y no desea admitir que los pacientes son sagrados, sobre todo los más débiles. Lo puede decir o disimular con palabras pues tampoco se atreve a decir que los pacientes son ya como clientes, pero los hechos que adopta en algunas decisiones que yo le critiqué no sirven para entender eso. No, no soy su paciente, pero sí tengo responsabilidades.

A nadie se le obliga a ser médico, ni fontanero, militar, bombero o fresador. Somos libres de entrar en una profesión y de salirnos de ella. Pero para algunas se necesita vocación y en mucha cantidad. 

A ningún médico le agrada trabajar 10 horas todos los días, pero a veces hay que hacerlo pues hay tiempos muy complicados. Y si hay quejas, los últimos que lo tienen que notar son los pacientes.

Tengo un amigo enterrador en Zaragoza. No es tampoco un oficio sencillo. Cuando nació nadie le dijo que sería enterrador, pero nunca se ha quejado si un día tiene que sacar de la tumba a dos personas, un niño o un anciano. O meter luego en ese sitio a los hijos de los metidos en sacos o a la madre de los primeros.

Tengo otro que es bombero y a veces tiene miedo en algunas intervenciones, pero es lo que le toca. 

Incluso tenía otro que trabajaba en una fundición a cuatro turnos rotatorios con el que era muy complicado quedar, pero en cambio su esposa ocupaba su sitio con los amigos y amigas para que no se perdieran las relaciones. Cuando no trabajaba se tenía que ir a la cama pues madrugaba a las 5 de la mañana o acababa de trabajar a las 10 y solo podía quedar a las 11. 

No hay oficios fáciles en muchos casos, pero quien se dedica al servicio público, debería saber que a veces es muy complicado su trabajo, y muchos médicos lo saben de sobra y les encanta su labor humanista. La inmensa mayoría son excelente profesionales con vocación y por eso en España tenemos un servicio de Sanidad que es todavía fabuloso, aunque se lo intenten cargar unos torpes.


1.1.23

Hemos empezado el 2023 para disimular


Son tiempos tremendamente curiosos para disimular y no llamarles raros o jodidos. Rescatamos a
Anne Igartiburu y Ramón García para las campanadas de Fin de Año 2022 y es posible que hayan sido escuchadas por un número tremendo de oyentes fuera de los canales que todavía queremos considerar habituales.

Seguimos admitiendo que las guerra mata y a su vez también admitimos que es inevitable, como si matar fuera de lo más normal. ¿Hemos ido al colegio? Nos tratamos mal, no nos hablamos entre nosotros, somos incapaces de reconocer que todos nosotros nos equivocamos o que utilizamos unas violencias que no corresponden con la verdad.

Bien, hemos entrado ya en el 2023 para disimular, pues en realidad no queremos cambiar nada, estamos mal pero nos conformamos sabiendo que otros están peor. Más tontos no podemos ser. Aunque tal vez sea posible que en este nuevo 2023 nos logremos superar.

Seguiremos escuchando música de los años 70 y 80 del siglo XX pensando que entonces se vivía mejor. Es mentira, si acaso ahora estamos consiguiendo que se vida peor, que no es lo mismo.


25.12.22

¿Qué son los Caminos del Deseo y para qué se usan?


Creo que todos sabemos lo que son los "Caminos de Deseo" aunque no todos sepamos cómo se llaman. Son esos pequeños caminos casi naturales que los ciudadanos, los peatones, vamos haciendo en los parques, en los campos asilvestrados cercanos a las ciudades, incluso en bosques o espacios naturales.

Son caminos —sobre todo si nos referimos a los parques o jardines de las ciudades— que se van formando poco a poco tras la inauguración del diseño final de una zona verdes, y ajenos al trazado diseñado por los urbanistas, arquitectos o diseñadores de zonas verdes.

Los ciudadanos que pasean por las nuevas zonas van encontrando enseguida caminos más fáciles, cortos o útiles para pasar de una zona a otra. Y eso en principio suena a un destrozo de la zona verde, pero al contrario, es algo que se contempla en todos los departamentos de diseño urbano.

Se sabe que estos Caminos o Sendas del Deseo se crearán, y se admiten como opciones ajenas al diseño real de la zona, sobre todo por el respeto que supone un proceso que lleva siglos produciéndose. 

De hecho se sabe que muchas calles de las ampliaciones de las ciudades en la antigüedad se producían a base de esos Caminos del Deseo, que eran los utilizados por viandantes o por animales en sus movimiento.

Antes incluso de que se diseñaran planes de urbanismo para crear nuevas calles, desde siglos han existido estos Caminos del Deseo que se iban formando alrededor de las ciudades. Y cuando estas se ampliaban, se utilizaban esos caminos como referencia para hacer calles.

Un ejemplo lo podemos señalar en Zaragoza. Las calles Camino del Vado o Travesía del Vado en la margen izquierda de Zaragoza, existían mucho antes de que en esa zona hubiera casas, viviendas, en lo que hoy es un barrio totalmente urbanizado y poblado. Eran caminos de tierra formado por el paso de personas y caballerías para atravesar el río Gállego en las zonas de "vado" en donde era más sencillo cruzarlo.

Hoy esos Caminos o Sendas del Deseo articulan desde hace décadas el crecimiento real del urbanismo en la zona, aunque ahora ya nadie cruza el río Gállego andando por encima de las aguas sino por puentes. 

Otro detalle al que tienen respeto los urbanistas en relación a estos Caminos del Deseo, es que según su anchura nos indican si son caminos más o menos utilizados. 

No es sencillo al diseñar una extensa zona verde qué zonas, caminos o entradas van a ser más utilizadas por los vecinos de la zona. Depende de muchos factores como puede ser la sombra, el paisaje que se observa desde una zona o desde otra, el tráfico, si hay o no bancos o es una zona que se encharca con las lluvias, el ruido o el silencio, etc. 

Los Caminos del Deseo indican qué uso se hace del parque y ayudan a diseñar los futuros parques, plazas o zonas verdes de la ciudad.

Julio Puente

20.12.22

El Tribunal Constitucional y sus decisiones


Lo sucedido ayer en el Tribunal Constitucional es un punto de no retorno en las relaciones entre poderes en la España democrática, y tan grave, que todos los poderes implicados se apresuran a explicar sus posturas y opiniones, claramente contrarias entre ellas, sabiendo que en el fondo hay mucha más modificación legislativa y moral de la que se aparenta y se intenta explicar.

En realidad ese mismo Tribunal Constitucional, ya caducado, ha tomado la decisión de suspender la aprobación de una Ley sobre su propia renovación, que se había aprobado en el Congreso de los Diputados por Mayoría Absoluta de todos los Diputados, elegidos por todos los españoles. Y por ello con la representatividad máxima de una democracia. Y ha impedido que siga su trámite con la ratificación en el Senado de esta Ley, Senado por cierto, que también representa de forma directa la elección democrática de todos los españoles.

Nunca con la actual Constitución se había producido esto, y remontarnos a situaciones parecidas solicitadas por el PSC al TC con la desconexión de Cataluña, es querer engañarnos mezclando churras con merinas. No es lo mismo y lo saben los que lo desean utilizar como ejemplo.

Pero no es una decisión del Tribunal Constitucional, sino es la respuesta de este Tribunal a un asunto planteado desde el Partido Popular. 

No debemos olvidarnos que los tribunales solo actúan si hay una denuncia o demanda de actuación. Y en este caso son los propios poderes políticos conservadores del Congreso, en minoría, lo que habiendo perdidos sus votaciones del Congreso y previsiblemente del Senado, acuden a pedir amparo al Tribunal Constitucional.


Si en el Senado hubieran tenido mayoría, no hubieran acudido a ningún Tribunal.

Es pues utilizar a un Tribunal Constitucional para modificar la decisión del Congreso de los Diputados, simplemente por no tener mayoría suficiente para hacerlo a través de las Cámaras de Representantes elegidos por todos los españoles. 

Ponerle adjetivos a estas decisiones y a este uso de los diversos tribunales, para saltarse lo que no se logra en las urnas ante todos los españoles, es cuando menos curioso.

Si el Gobierno o el Congreso se hubiera saltado las Leyes en las tramitaciones de estas modificaciones para renovar el Tribunal Constitucional, lo lógico sería llevarlo a otro tipo de tribunales. Pero no se trataba de dictaminar con la Ley si se han cometido irregularidades, sino de paralizar la aprobación de una Ley.

A partir de este momento se abre un escenario muy complejo, peligroso pues esto que se inicia en el 2022 tendrá continuación —si quieren otros partidos políticos durante muchos años posteriores— hasta que se modifique la Constitución para impedir este uso o para que los miembros del TC sean elegidos por las urnas, por todos los españoles, algo ilógico pero que se puede plantear.

En ningún momento se trata de saber quien manda o gobierna más, que también, sino qué capacidad tiene cada parte de incidir en las decisiones de los otros. Y qué parte de cada uno de esos "otros" es elegida directamente por los españoles en las urnas y quien son representantes de poderes anclados y complejos. 


¿Quien manda sobre quien manda?

Yo sí creo que el Tribunal Constitucional tiene un papel imprescindible en una democracia, en hacer guardar las normas de la propia Constitución que lo crea y ampara. Faltaría más. 

Pero el uso que se hacen de las leyes, sus interpretaciones, son asunto de abogados y jueces, que en muchos casos pueden elegir entre opciones. Claramente en muchos casos sucede, por ejemplo en este, cuando 5 jueces votan una cosa y 6 jueces la otra. Hay pues dos maneras de interpretar la Ley que ampara a los unos y a los otros.


¿Qué sucederá a partir de ahora? 

Pues hay silencios que rebelan preocupación y dudas. Es un terreno muy resbaladizo en el que algunos actores han llegado al máximo de barro necesario para resbalar todos. Lo normal sería pensar que vamos a ir de mal en peor, excepto que haya sentido común a camiones, algo que parece imposible.

Habrá que medir muy bien que le pide el corazón, las tripas y la cabeza al Presidente del Gobierno.

Julio Puente