5.2.23

Un excomunista podría ser el nuevo Presidente de España


No es bueno olvidar los pasados, pues las hemerotecas te los recuerdan. Somos dueños de nuestras decisiones en toda nuestra vida y tenemos que admitir que a veces nos podemos equivocar. Lo malo es pensar que siempre has tenido razón, aunque las razones sean tan distantes que marean. Es el caso del economista y político Ramón Tamames.

Que Ramón Tamames sea el elegido por VOX como su candidato para Presidente del Gobierno de España en su posible o imposible futura moción de censura contra el gobierno socialista suena curioso, si no fuera porque parece real y lo vemos desde el punto triste de no poder entender casi nada.

No es solo un despropósito contra Tamames, tampoco lo es solo contra VOX, mucho menos contra el PSOE que es quien gobierna, sino contra todos los que asistimos en España a derivas peligrosas, torpes, infantiles o peligrosas.

No todo vale y sin duda jugar con un señor mayor muy cabreado, que pasó desde el PCE e IU como líder madrileño a su alcaldía dimitiendo como concejal al poco tiempo, a moverse y pasearse por el CDS de Suárez, terminando ahora dudando sobre sí ser o no ser el cabeza de cartel de VOX como Presidente del Gobierno, es una jugada que le podría salir mal a todos los actores de este teatro melodramático.

Todos desde la idiotez peligrosa podemos estar deseosos de que esto finalmente suceda, de que podamos ver a Ramón Tamames, un en su momento reputado economista de izquierdas, defender los programas de la extrema derecha española contra los socialistas. Puede hacer gracia, pero gracia peligrosa.

El Congreso de los Diputados, las Cortes Generales, la Democracia en España se merecen un respeto que tanto tránsfuga absurdo y sin sentido no se tienen consigo mismos. Alguien debería explicar que por encima de las gracias e idioteces, está el respeto a la lógica, pues hay millones de españoles observando, y no siempre de forma calmada.

Una persona que ingresa en el PCE en el año 1956, que desde 1976 es miembro de su Comité Ejecutivo hasta que abandona el partido en el año 1981pero sin dejar de pertenecer a grupos afines hasta que en el año 1986 participa en la creación de IU y que en el año 1989 abandona este partido que ayuda a fundar para pasarse al CDS de Suárez, un partido de Centro Democrático y Social, no parece el ejemplo ideal para ser candidato a la Presidencia del Gobierno de España.

Ramón Tamames quiere ser Presidente del Gobierno de España


Que Ramón Tamames sea el elegido por VOX para Presidente del Gobierno de España en su posible o imposible futura moción de censura contra el gobierno socialista suena a chiste, si no fuera porque parece real y lo vemos desde el punto triste de no poder entender casi nada.

No es solo un despropósito contra Tamames, tampoco contra VOX, muchos menos contra el PSOE, sino contra todos los que asistimos en España a derivas peligrosas, torpes, infantiles y peligrosas.

No todo vale y sin duda jugar con un señor mayor muy cabreado, que pasó desde el PCE e IU como líder madrileño a su alcaldía dimitiendo como concejal al poco tiempo, a moverse y pasearse por el CDS de Suárez, terminando ahora dudando sobre sí ser cabeza de cartel de VOX, es una jugada que le podría salir mal a todos los actores de este teatro melodramático.

Todos desde la idiotez peligrosa podemos estar deseosos de que esto finalmente suceda, de que podamos ver a Ramón Tamames, un en su momento reputado economista de izquierdas, defender los programas de la extrema derecha española contra los socialistas. Puede hacer gracia, pero gracia peligrosa.

El Congreso de los Diputados, las Cortes Generales, la Democracia en España se merecen un respeto que tanto tránsfuga absurdo y sin sentido no se tienen consigo mismos. Alguien debería explicar que por encima de las gracias e idioteces, está el respeto a la lógica, pues hay millones de españoles observando, y no siempre de forma calmada.

4.2.23

La abstención en la votación a la actual Constitución


Cuando en España nos dispusimos a votar la actual Constitución, la que cerraba el periodo de la Dictadura de Franco para abrir una democracia monárquica y parlamentaria, no todos los partidos que acababan de nacer estaban de acuerdo con aquella Constitución ni con que los españoles dieran el SI al texto de la Carta Magna.

Era el año 1978 y votaron el 67% de los españoles, y aunque el 91% votó que SI, no debemos olvidarnos del peso de esa abstención de cerca de 9 millones de españoles incluidas las abstenciones técnicas, ni tampoco de los 660.000 votos en blanco o nulos, que para estar en el inicio de una democracia, indica claramente que ya en ese momento había muchos españoles concienciados.

Los 15,7 millones de españoles que ratificaron con un SI la Constitución en 1978 son menos a los 18,6 millones que votaron en las elecciones de 1977, o los 21,5 millones de los que votaron en el año 1982. 

Arriba podemos ver una pegatina de un partido republicano que no desea firmar el mensaje, solicitando la abstención en aquel 1978.


Los documentales de La 2


He estado viendo en La 2 un programa de naturaleza que se llama "El señor de los bosques", en concreto el episodio sobre El Alto de Malagón cerca de Madrid, una zona a unos 1.500 metros de altitud en donde crees que estás en la selva mediterránea, en la naturaleza más escondida que te puedes imaginar. 

Uno se pregunta el motivo por el que este tipo de programas lo vean o lo veamos muy pocas personas, mientras que cualquier otro en el que nos dicen las bobadas de famosetes con sus cuernos o sus familias logran millones de espectadores.

Perder la oportunidad de viajar desde tu hogar, en una televisión grande como la que muchos ya tenemos en casa, con una fotografía muy cuidada, es de analizar. Hay que salir al campo, al bosque, sin duda, pero también desde la comodidad se puede aprender, se disfruta viajando sin movernos.

Y a eso hay que añadirle que hay muchas personas que por edad o por economías no peuden desplazarse a ciertos bosques repartidos por el mundo, o a ver muy diversos animales, fábricas, espacios culturales, zonas del planeta que nos resultan imposibles.

Pero seguimos apostando por los hígados de los tontos, repetidos para verlos desde todos los lados, con las mismas balbuceantes explicaciones de cuernos, gaitas y boberías. 

Efectivamente, es posible que estamos tontos.