25.5.23

La sociedad que viene preocupa ¿no?


No sé vosotros, pero a mi me da un cierto reparo la sociedad que viene. No por miedo a los cambios, sino por la preocupación de que estemos caminando hacia atrás o hacia la nada.

Creo que durante unas pocas décadas (creo que dos), España avanzó hacia una sociedad mejor y más preparadas, con más posibilidades y libertades reales, con importancia en su sociedad. 

Pero sin restar valor a algunos avances de los últimos años, creo que hemos retrocedido en lo fundamental, incluso en los cimientos del estado democrático, y que las posibilidades de los más débiles son menores.

Creo que los trabajadores de este país (y no lo comento por los efectos de las crisis sucesivas) tienen menos posibilidades, creo también que los jóvenes lo tienen más crudo, creo que con la vista puesta en dos décadas por delante, nos espera una sociedad con más problemas importantes que lo que se veía al inicio de siglo.

No creo que los tiempos pasados sean mejores, sobre todo son pasados y no sirve más que para comparar. Se hace lo que se puede.

Pero si que creo que el valor, la categoría y calidad de la clase politica española es MUCHO más baja ahora que hace un par de décadas. Incluso me da la sensación de que buenos políticos, están huyendo de la política por efectos de la dictadura de la democracia mal utilizada.

Lo malo de la dictadura de la democracia, es cuando los dictadores no son los ciudadanos sino los representantes de los ciudadanos. Lo malo del control de todo tipo de organizaciones, es cuando se desmonta su sentido y sin ellas, ya sólo sirven y se mantienen para hacerse una foto cuando se necesita.

La sociedad está además hastiada y no tiene ni ganas de quejarse en serio, si acaso en las Redes con insultos, nada constructivo. 

Se ha conseguido desenchufar esa parte del cerebro que nos lanza hacia la batalla y el poder, logrando amansar la reacción hacia la queja de corrillo, hacia el fascismo de unos pocos (y menos mal) y hacia la apatía de la mayoría.

No sé bien cómo se irá modulando esta sociedad, porque nada se queda quieto. Gran parte de mis observaciones sociales no me gustan, observo (sobre todo en Madrid, y lo digo con conocimiento e incluso algo de miedo) no me gustan. 

Esta España tan compleja no se ve igual, ni mucho menos, desde Madrid o desde otra ciudad. Y lo digo desde "otra ciudad, otro país" pues viajar sirve para ver lo distinto y comparar.

Ocho ayudas para intentar ser más feliz

Cualquier día de cualquier mes es un buen momento para comenzar el año, para plantearnos cambios, para intentar ser más felices incluso. El año empieza dos veces, en enero y en septiembre. No desaproveches una de ellas. Pero puede empezar cuando tú quieras, el día que decidas. Si quieres hacer cambios en tu vida… no hay días marcados.

Ser feliz depende de ti, no es sencillo serlo porque recibimos muchos impulsos para restarnos posibilidades de defensa, pero la mayor de todas —nosotros mismos— no nos la pueden quitar. Podemos ser lo que queramos ser.

Hemos dicho varias veces que hay que vivir el día a día, disfrutar el momento, con la carga aprendida del pasado. Pero solo sirve para eso el pasado, para aprender. Para tener experiencia…, sea buena o mala.

Si no hemos logrado el éxito, si consideramos que hay errores en nuestra vida, es inevitable desaprender lo que nos ha sucedido, esa experiencia negativa que nos pesa en exceso. pero nada más que eso.

 La opinión de los que nos rodean tiene una importancia, pero solo relativa. Si nos resta libertad de acción, si se convierte en una pequeña dependencia, hay que alejarse de esas opiniones.

No necesitamos para vivir que los que nos rodean aprueben nuestra forma de ser y vivir. Si somos libres e independientes, debemos defender nuestra libertad e independencia y seguir siendo como deseemos ser.

Está prohibido tener prisas para nada. Prisas vacías de objetivos no sirven. La mejor forma de vestirse rápido es haciéndolo despacio.

En la vida hay que tener muchas actividades, no todas con la misma intensidad, pero varias de ellas deben ser de segundo nivel y al menos un par de ellas de primer nivel. No te ates a un solo saco vital de actividades, pues si te falla… se te cae un pilar fundamental para sentirnos más útiles.

Todos sentimos miedos de algunas cosas, es inevitable. Pero lo malo es cuando estos miedos nos sujetan en nuestras actividades. Hay que vivir con la libertad de que somos capaces de vencer los miedos, incluido el de la muerte. Somos seres capaces de vencer muchas más dificultades de las que nos creemos. Por eso somos geniales.


Pegatina de la Transición. Libertad de Opinión

La anterior es una pegatina de la época de la Transición en España. Gritaba o pedía Libertad de Expresión desde el papel impreso, pues no la había en la calle. 

Te podían detener, darte una paliza y llevarte ante el juez por llevar un jersey rojo a una manifestación o por escribir unas palabras en Andalán. 

Ahora sí tenemos Libertad de Expresión, pero censurada por nosotros mismos, que es la más cruel manera de censura. Y curiosamente hay un exceso de insultos en la vida cotidiana, en las Redes, incluso en los comentarios de los medios de comunicación digitales serios, sean del color que sean.

Nos auto censuramos… si somos o decidimos sentirnos responsables de lo que decimos, mientras otros van repartiendo las basuras y los vómitos sin saber si son ciertos. O lo que es peor, sabiendo que son mentira, pero algo queda.

No quiero dar pistas, no me corresponde a mi, pero en estos meses han sido muchos los que han mentido y los que —aunque vayan a misa los domingos— no irán al cielo. Los han engañado, los curas no perdonan del todo, solo lo parece. 

Volverán las oscuras golondrinas a traernos pegatinas de libertad cuando nos hayamos cargado la democracia del todo. No nos daremos cuenta y casi es lo mejor, que no seamos conscientes de lo que estamos haciendo, para evitar malas hostias.

Ajovín


24.5.23

Jugamos a joder la Democracia y no nos enteramos

Resulta complicado enterarnos de que hay organizaciones que se dedican a comprar votos en la España del siglo XXI. Siempre ha existido el convencimiento de que en algunos lugares en donde se juntaban personas muy mayores y partes religiosas de la sociedad, se convencía o se entregaban sobres cerrados para ir a votar. Nunca fuimos capaces de hacer nada para evitarlo.

Pero lo de ahora, lo de Melilla o Almería (de momento) toca la fibra de cualquier demócrata. Si ya los políticos estamos muy mal vistos, si ya se nos acusa de todo y nada bueno —la inmensa mayoría de las veces de forma equivocada pero imposible de convencer lo contrario— ya solo nos faltaba eso para terminar de cagarla. 

No me entra en la cabeza y sin duda calificaría de tonto inútil a quien lo está intentando (presuntamente) que a estas alturas de la historia de España estuviéramos jugando a hacernos trampas y algo que hay que atajar de la manera más potente posible. Similar y mucho más contundente sería todavía, si lo comparamos a los modos que hay que emplear para atajar el racismo entre las masas sociales.

Nos jugamos todos la democracia, y quien piense que está asentada y que solo se trata de cambiar de políticos, se equivoca. La democracia no es algo eterno, se puede ir a la mierda si no la cuidamos y ejemplos tenemos en toda Europa. Así que bien, podemos mirar a otro lado o exigir contundencia. 

Ajovín