6.7.23

El silencio de los corderos actuales


Creemos que con no hacer caso a lo que viene es ya suficiente, creemos que incluso lo que viene será mejor que lo que tenemos, pues nos dejamos convencer por mensajes de cualquiera, incluido el mío. Analicemos un poco más la situación, y tomemos las decisiones sabiendo lo que hacemos. Lo que sea, pero al menos con la responsabilidad de saber qué estamos haciendo.

La viñeta de El Roto ya tiene unos cuantos años, si siempre caemos en las mismas trampas.

¿Y si España tuviera cinco millones más de personas produciendo en calidad y consumiendo?


No es un problema de gestión política, pero también. Que en España tengamos 1.680.000 hogares con serios problemas para soportar sus gastos esenciales, es un drama, pues suponen entre cuatro y cinco millones de ciudadanos pobres severos que en España necesitan ayuda.

La realidad es que el sistema, eso que en teoría podemos llamar Capitalismo pero que ya no tiene nada que ver con el capitalismo clásico como le sucede al socialismo o al comunismo, ha jugado en exceso con sus laboratorios económicos globalizados. 

Hoy no sabemos quien manda en nuestro mundo, y lo curioso es que nos lo callamos. No sabemos quien es el dueño de los bancos y de nuestros ahorros, de las empresas que logran el milagro de pagar céntimos por el kilo de tomate y multiplicarlo en la tienda por diez.

No existe una moneda real, la productividad ya no es el único procedimiento para medir el éxito o el fracaso de las sociedades, y se han afianzado más que nunca las diferencias entre sectores productivos. 

Si a principios del Siglo XX teníamos dos Sectores productivos, el Primario y el Secundario, a finales de ese siglo XX ya teníamos un sector Terciario o de servicios claramente improductivo pero imprescindible, y un sector Cuaternario o el de la gestión de los dineros, de la productividad, de la investigación, de conocimiento o posindustrial.

Campo y ganadería. Industrial. Servicios y Comercio. Investigación e Información.

Pero ya se está hablando con rotundidad de un quinto sector, el Quinario o sector dedicado al ocio, la cultura, la educación, la Inteligencia Artificial, el movimiento de capitales intangibles y teóricos.

Cada vez que se crea un Sector productivo se van quedando más y más personas en la cuneta de la nada. 

Por formación, por acceso a la educación general, pero a la vez por no poder disponer de un mínimo de opciones para disponer de un inicio de capital para afrontar ideas o proyectos. Ni les abren la puerta los bancos de los que no sabemos quien tiene sus acciones.

Para evitar que esa cifra de 5 millones de personas en España con serios problemas de pobreza no se conviertan en un problema muy importante, no basta con ayudarles económicamente para que sobrevivan. 

España como país y como sociedad necesita a esos 5 millones como productores de trabajos y de ideas, de proyectos y objetivos. Y los necesitamos también como consumidores, como integrantes de los 5 Sectores de Producción.


4.7.23

Comunicación como herramienta. Para bien o para mal



Cuando hablo de comunicación política intento transmitir lo de positivo que tiene como herramienta, pero a su vez, lo de peligroso y negativo que es ignorar sus efectos y sus usos. Voy a relatar unas pinceladas del nacimiento de Adolfo como líder de una sociedad, para que veamos como se construye simplemente esto, desde la comunicación. 

Utilizar el ejemplo de Adolfo nos sirve levemente para entender en qué punto estamos en este 2023, y para poner o no poner en valor la Comunicación.

Adolfo nació tras un discurso

Adolfo logró que se fijaran en él como líder que estaba naciendo, tras su primer discurso al que fue invitado en 16 de octubre de 1919 por Anton Drexler que era el fundador del Partido Obrero Alemán que luego se convirtió en el Partido Nacional Socialista de los Trabajadores Alemanes.

Aquel día, en la cervecería Sterneckerbräu en la ciudad de Múnich no habría ni 100 personas escuchando los discursos del nuevo partido político en la primera planta de aquel restaurante. 

Otros dicen que en el día del primer discurso de Adolfo no se habían congregado ni 40 personas. Era el inicio de aquel partido al que acudía Adolfo como espía del ejército para vigilar sus movimientos, y al que se unió poco después con el número 55 de militante.

Adolfo no había logrado éxito como militar, tampoco como artista pintor, pero tenía un don que entonces muy pocos tenían. Sabía hablar en público, sabía comunicar, lograba que se le escuchara incluso cuando llevaba la contraria a otros compañeros. Y sabía explicar muy bien sus objetivos, a veces abruptos y violentos.

Y aquella maravillosa opción para un partido político pequeño que deseaba abrirse paso en la sociedad alemana que estaba triste, apagada y hundida tras la pérdida de la I Guerra Mundial, era un regalo social. 

Y sus dirigentes no dudaron, había que formar a Adolfo para que tomara los destinos de aquel Partido Obrero Alemán, al que Adolfo enseguida le cambió el nombre por el de Partido Nacional Socialista de los Trabajadores Alemanes.

Los fundamentos de sus discursos eran muy sencillos, fáciles, los que querían escuchar los alemanes de entonces. 

Había que levantar la moral, era necesario que Alemania estuviera muy unida y nada desgranada, se afianzaba la palabra Patria, se intentaría luchar con todas sus fuerzas contra la corrupción del orden y la moral y se advertía que las culpas de todo las tenían los judíos.

Ingredientes básicos de una extrema derecha alemana o europea o española, que en aquel 1919 empezaba a destruir Europa. ¿Os suena a algo todo esto?

Era cuestión de dos décadas, tras los entrenamientos militares en España, que Adolfo quisiera apoderarse de toda Europa. 

En aquel momento el gobierno alemán democrático, tenía que explicar a su población que se debía pagar con sacrificios la deuda de haber perdido la I Guerra, y eso no era ni entendible ni aceptado.

Adolfo en aquellos años de militar que empezaba como espía interno no tenía futuro, ni formación suficiente, ni había destacado en nada. Entrar en la política representaba la mejor opción para su futuro personal cuando con 30 años de edad ya necesitaba asentarse en su propia vida. 

Solo cuatro meses después de aquel primer discurso ya lograba congregar a más de 2.000 personas en una sociedad que carecía de modelos de comunicación rápidos y efectivos. 

No era un modelo de discurso muy construido, sino dirigido a la base de la sociedad alemana, hablando a los que escuchaban de que Alemania debía recobrar el respeto de Europa y el papel de Nación o Patria renovada con un gran peso en Europa.

Supo elegir el lugar, Baviera, el tipo de mensaje, el momento histórico, los marcos mentales adaptados a su público. Y supo dotarse de influencia de los que ya eran considerados líderes, para luego derrotarlos con su palabra. 

Apoderarse del partido y cambiarle de nombre fue su segunda hazaña, intentar dar un Golpe de Estado en 1923 su primer error del que salió casi indemne y con más fama. 

El resto ya lo conocemos. Incluido que Adolfo siempre supo utilizar hasta el final, su especial manera de comunicar, para disimular, engañar o movilizar a propios y extraños.

¿Qué es una empresa? ¿De qué herramientas mentales dispone?


Podríamos ponernos a pensar qué es una empresa, qué es y qué herramientas mentales necesita “la empresa" sobre la que en un momento dado queremos crear nuestro futuro o simplemente queremos conocer de cerca, adivinar sus talentos, sus éxitos, sus fracasos, sus debilidades más claras.

El Restaurante El Bulli lo hizo en su momento y lo podríamos utilizar como pequeño ejemplo. Ellos analizaron y se dijeron así mismos qué eran. Y lo dejaron plasmado en un documento.

Podemos pensar que lo que sirve para El Bulli no tienen porqué servir para todas las empresas, y es cierto que una empresa de hostelería se parece muy poco en apariencia a un taller de mecánica o a una consultora de economía, por poner dos ejemplos.

¿Estamos seguros que las ideas identitarias, los puntos de construcción son muy diferentes entre un restaurante, un taller de carpintería o una empresa de artes gráficas?

De los 74 ítem que nos dejó escritos El Bulli, al menos 43 de ellos sirven para todo tipo de proyecto que se desee comenzar, para la inmensa mayoría de las empresas que intentemos crear y poner en funcionamiento.

Saber qué herramientas mentales necesitamos para funcionar en busca de la excelencia, nos diferenciará del resto de la competencia. No está de más analizar estos item y adaptarlos a nuestros proyectos.