18.11.23

El pueblo más frío del mundo. Urbanismo helado

Cuando en nuestras ciudades tenemos un periodo de frío algo mayor al habitual, nos quejamos y enseguida ponemos a tope la calefacción. Podemos y nos funciona muy bien como solución.

Para prepararnos ante inviernos de mucho frío nos ha salido esa sensación de que tal vez estemos en un espacio frío aterrador, casi Ártico. 

Y no, no es España, pues incluso cuando hace mucho frío, gozamos de temperaturas casi normales en todo momento. 

Hay varias localidades en nuestro planeta que se erigen como las más frías del mundo, y tal vez la que en estas semanas se ha puesto de moda sea Oymyakon (Oimiakon) que está en Siberia, cerca del Ártico. Una localidad, un pueblo y su entorno que se ha hecho famosa por sus fríos.

Oymyakon es una ciudad rusa ubicada a 7.000 kilómetros de Moscú y a 350 kilómetros del Círculo Ártico, en la república siberiana de Yakutsk. En esta localidad viven 530 personas de forma fija, unas 2.300 personas en su entorno, que resisten los fríos más extremos, y que en el año 1926 alcanzaron los -71,2 ºC. Una mínima histórica.

El invierno dura 9 meses, pero en los otros tres meses del que podemos considerar verano, se llegan a tener temperaturas muy aceptables, que pueden llegar a los 20 grados sobre cero, con unos inviernos donde es muy sencillo alcanzar los -50 grados con 30 horas de sol en todo el mes.

¿Y qué sucede en una ciudad con -50 grados? Pues los aviones no pueden volar durante el invierno, sí funciona Internet, Wi-Fi y la televisión por cable, no se puede respirar si no es cubriéndose el rostro y es casi imposible correr, las baterías de los teléfonos duran muy poco, en las casas rurales (la mayoría en la zona) no pueden tener agua corriente pues las cañerías reventarían y los inodoros tienen que estar por ello fuera de las viviendas y en pequeñas cabañas.

Los vehículos tienen que estar en garajes con calefacción y sus cristales de ventanas son dobles con cámara de aire. Los peces que se pescan quedan congelados en 30 segundos, la leche a la venta nunca está líquida y solo se recoge de las vacas y renos en los meses de verano, la gasolina se congela si los coches se dejan totalmente apagados en la calle, etc.

Hay que tener en cuenta que hablamos de una ciudad donde cuando es invierno el día con luz dura 3 horas, el resto es noche. En cambio en junio disfrutan de 21 horas de luz y de día. 

Curiosamente el pueblo que está a 750 metros de altitud sobre el nivel del mar, hace unos 10 grados más frío que en las montañas que lo rodean sobre unos 400 metros más altas, por la especial distribución del aire polar, sumado al que el aire frío al ser menos pesado se asienta sobre el valle donde se recibe menos luz y sol.

Los niños van al colegio con esas temperaturas, excepto que bajen de los -52 grados, que entonces les dan fiesta. Es una zona urbana que vive del turismo y de la poca ganadería que tienen, y puede considerarse una zona bastante pobre por su pocos recursos, ya que los caros minerales de sus montañas o se han agotado o no se están explotando.


En Sanidad… ¿queremos ser como Madrid o como el País Vasco?


La proporción de población de Madrid con seguro médico privado alcanzaba a finales del año 2022 el 40%, según un informe de la Asociación Empresarial del Seguro (UNESPA). Más que en ningún otro lugar de España. 

Y a su vez se nos dice que Madrid es la región con menos frecuentación de visitas a su Atención Primaria, pero a la vez es también la que tiene más visitas a Urgencias de los Hospitales con arreglo siempre a su población.

Este es un modelo de Sanidad muy claro, un modelo que crece y sabemos por qué y hacia dónde nos lleva. No debemos decir que no lo sabemos bien. Hay países en donde nos podemos fijar y de los que se copia este Modelo de Sanidad Pública.

Lo que tenemos que hacer cada uno de nosotros es saber y decidir si queremos este modelo, el actual u otro. Simplemente tener cada uno de nosotros una decisión tomada pues nuestras aptitudes y nuestros actos, por pequeños que nos parezcan ayudan a una dirección o a la otra. 

Y si tenemos dudas de los fundamentos de estos Modelos de Sanidad, qué representan, simplemente buscar y preguntar a los que pueden dar una información real. Comparar con otros países funciona muy bien. 


La importancia para la salud mental de un Diario Personal

Las personas que llevamos un Diario Personal no estamos locas, e incluso es muy posible que estemos más sanas que la media, pues llevar un Diario Personal es una terapia sencilla que ayuda a comprendernos y conocernos mejor. 

Un Diario Personal es poner sobre papel o pantalla lo que nos de la gana, sean recuerdos, frases que escuchamos, notas, apuntes de contabilidad, frases que nos inventamos, lo que nos sucede, dibujos, recortes, señales, dietarios, consuelos, luces, pensamientos brutales, etc.

Es una bitácora personal y siempre secreta, que nos sirve como espejo al que mirarnos con sentido retroactivo. Y donde se puede borrar, romper, tirar, guardas, besas o querer.

Es como una medicación mental a pequeñas dosis, pero no tanto para el cuerpo como para el alma. Esto último en caso de existir el alma.

Vaciarnos todos los días en esos momentos de tranquilidad y silencio, de intimidad, es un ejercicio muy bueno para la salud mental, sobre todo en dos procesos vitales por los que todos nosotros pasamos. La adolescencia y la madurez.

Un Diario Personal debe ser siempre un lugar honesto, donde no nos engañemos nunca, donde pongamos incluso aquellas cosas que luego queremos destruir. E incluso, por qué no, para destruirlas después.

Un Diario Personal no es un soliloquio de éxito, sino más bien un libro de errores y dudas, de mirarnos al espejo del papel y preguntarnos qué somos, hacia dónde queremos ir. Somos nosotros mismos, escribiendo de nosotros mismos.

Empieza con un ejercicio muy sencillo y verás cómo te sientes capaz de iniciar un Diario Personal. 

"Coge una hoja de papel en vertical y marca una línea que lo divida en dos zonas alargadas. En la izquierda en verde o azul escribe en grande dos o tres cosas buenas de ti, de tu personalidad, de tus formas de ser. En la derecha y en rojo escribe dos o tres cosas que te parecen negativas, errores tuyos, formas de ser que no te gustan. Y lo guardas. Cuando haya pasado una semana o dos, lo buscas y lo lees. Y si lo que habías escrito te gusta, crees que es real, que no te engañaste aquel día en el que lo escribiste, estás preparado para escribir un Diario Personal como ayuda a ser cada día mejor y más cordial contigo mismo".

Y no te preocupes si lo que escribes un día no se parece en nada a lo que piensas un par de semanas después. Y no digo ya nada si lo repasas un par de años más tarde. Somos seres cambiantes, movibles, todo se mueve incluidas nuestras mochilas. Es lo habitual el ser a veces contradictorios, aunque eso mismo lo critiquemos a los demás.

Los límites de la familia de un enfermo deprimido


Una persona con depresión es un gran trabajo añadido para la familia que está a su lado, y a veces sin querer el paciente, se convierte en una carga complicada de entender y de llevar por el camino del cariño, de sus necesidades, de todo lo que nos pide. 

Todas las enfermedades son complicadas para el apoyo familiar de calidad, pero la depresión es una gran desconocida para muchas familias y no siempre se sabe cómo actuar ante ella.

Una persona con depresión, a veces pide más de lo que se le puede dar, incluso lo que pide…, de dárselo, es contraproducente para los intereses de su mejoría. 

Hay que asumir también, que muchas veces junto a un depresión está a su lado una ansiedad en distinto grado, crisis agudas, miedos, fobias o pánicos.

Hay que mostrarles mucho cariño, mucho amor, pero eso no quiere decir que nos tengamos que plegar a todo lo que nos solicitan. 

Como familiares no es bueno caer en todos los estados en los que vaya cayendo la persona enferma, y que asumamos con sufrimiento que llevarle la contrario es contraproducente. A veces llevarle la contraria es inevitable.

Los cuidadores debemos defendernos. 

Apoyarles y mucho, pero sin que la carga sea tan alta que se nos apoderen y caigamos nosotros en una situación complicada, a veces similar. La paciencia es muy importante. Pero hay que fijar límites para que la relación funcione bien entre las dos partes.

Es posible que estos límites los tengamos que hablar con el profesional de medicina que trata a nuestro familiar y a solas. Nadie sabemos de todo y más admitiendo que cada persona absorbemos de una forma distinta a los que nos cuidan.

El cansancio es muy normal entre las personas deprimidas, pero es muy negativo que ese mismo cansancio se contagie a los cuidadores. 

Atender a un familiar con depresión no se puede convertir en una carga agotadora, pues entonces la ayuda es negativa.