9.12.23

Las guerras a la vez de Ucrania e Israel son un grave riesgo y no para el presente


Nadie duda de que lo que realizó Hamas en octubre dentro de Israel fue un asesinato terrorista brutal. Ni tampoco duda nadie de la torpeza tremenda de unos fanáticos que se jugaron su futuro y el de Palestina a la carta más imbécil de todas, aunque tenían muy pocas en la mano.

Muy pocos dudas de que el conflicto entre Israel y Palestina, entre Israel y sus países vecinos es muy complicado y que no se resolverá con la destrucción de Gaza ni con la expulsión de los palestinos de todo el territorio que se quiere asignar el propio Israel.

Pero tampoco duda casi nadie de que el exterminio que se está produciendo en Gaza es terrible, nos lleva a lo peor del siglo XX, y que a medio plazo va a crear más problemas que soluciones, que es vergonzoso que el mundo no sea capaz de parar esas masacres.

Cualquier crítica a lo que sucedió en el siglo XX aguanta muy mal las explicaciones, si vemos lo que está sucediendo ahora mismo, en este 2023.

Ya no se trata tampoco de insistir en que hay que parar. Quien tiene la fuerza militar no quiere escuchar ni está dispuesto a ser presionado. Le importa tres carajos la ONU o la UE. Él quiere destrozar, acabar con lo que cree es "su" problema. 

Pero no es un asunto interno: Gaza, Palestina, Oriente o Israel es el problema de medio mundo, y sobre todo de Europa. Unir en el tiempo las guerras de Ucrania y de Israel es un riesgo tremendo y no lo son para el presente, sino para después de que terminen.


8.12.23

Lo malo de mentir es que las verdades también parecen mentiras


La frase es demoledora, pero será tenida como verdad absoluta por la mayoría de los que leen el día a día de la vida política y social. Creemos que se nos miente constantemente. Y es casi seguro que además es verdad.

Tenemos ejemplos todos los días. Y lo peor de todo no es mentir. Sino que cuando se nos dice la verdad dejamos de creerla por reacción a las veces que se nos miente.

Ya nada nos parece verdad, y lo que más abunda es olvidarse de lo que se nos cuenta, logran los mentirosos que nos invadan los desafectos de lo que vemos, y que pasemos de todo. Un gran déficit de estas décadas.

¿Somos españoles, poco españoles o nada españoles?


El diario la Vanguardia publicaba esta encuesta de finales de 2023 sobre la duda de qué tipo de España queremos los españoles. El concepto de España y Español no lo supimos trabajar bien en los tiempos de la Transición. Por parte de nadie. Y se apoderaron unos pocos de esos conceptos, de esas banderas, poniendo en contra al resto. 

Luego con los años creció la división, fuimos torpes desde la izquierda en saber gestionar la idea de España encajada en lo que se quería y en lo que querían los viejos amigos del franquismo, y nos liamos todos.

Hoy España y ser español, a diferencia de lo que sucede en casi todos los países de Europa, es algo que suena más bien a conservador, a carca, a ser de derechas. Un gran error que todos admitimos, alimentado por los que quieren y abrazan la existencia de bloques.

Si nos movemos por países tan cercanos y diferentes como Suiza, Francia, Gran Bretaña, Alemania o Países Bajos por poner ejemplos que conozco, no hay duda ni sobre las banderas (el caso de Suiza es tremendamente curioso para los española) ni sobre la identidad. Y allí no tiene nada que ver todo eso, con ser republicano, monárquico, de derechas o de izquierdas.

La depresión y la ansiedad entre los trastornos afectivos


La depresión y la ansiedad, si no son graves y se han convertido en una enfermedad, son los trastornos más característicos de la vida afectiva. 

Ambos representan las formas más frecuentes de expresar los sentimientos, las emociones y las pasiones, que son las tres fórmulas esenciales de la afectividad.

Los sentimientos son el modo diario en que se manifiesta todo lo que no es intelectual, es subjetivo y siempre tiene una tonalidad positiva o negativa.

Una emoción es una vivencia de agitación más breve y recortada, pero súbita que se acompaña de síntomas físicos: Ansiedad, pánico, terror, desesperación… 

Estos siempre se producen de forma brusca perturbando el orden que tenía el sujeto.

Si nos referimos a las pasiones, éstas son experiencias internas tan intensas como una emoción, pero de duración similar a la de los sentimientos.

En cualquiera de estos estados se puede dar depresión o ansiedad dependiendo de la agudeza, intensidad y sobre todo la duración con que se vivan.

Existen unas zonas de influencia clínica en las que se entrecruzan manifestaciones de ambas series, hablamos en concreto de síntomas melancólicos y ansiosos asociados, ya que es posible que algunos trastornos depresivos mayores incluyan síntomas ansiosos.