30.6.20

También en Aragón, si no se está en los barrios no se está

Hoy lo apunta Francesc-Marc Álvaro en La Vanguardia como algo básico para cualquier partido político, para cualquier opción democrática de gestión desde la política. Durante muchos años, desde la Transición, ha sido una constante que en la última década se ha perdido, sobre todo en Aragón desde algunos partidos políticos importantes para el funcionamiento de nuestra sociedad.

Si las organizaciones políticas no tienen a militantes trabajando en los barrios y en los pueblos, no son nada de nada. Pierden su sentido y los primeros que lo advierten son los ciudadanos y por ello los votantes.

Hoy nos mentimos con las Redes Sociales, nos creemos que los que votan y dan fuerza son los Likes o las menciones. pero lo único que importa todavía es la presencia trabajando de verdad y dando la cara para que te conozcan, de los pequeños representantes políticos en los barrios, en los sindicatos, en las asociaciones, en los pueblos.

Y además del trabajo de estas personas, su imagen, su disposición, sus ideas y decisiones. Todo lo demás es superfluo. Luego debe existir por encima una buena organización, una capacidad de gestión, un buen equipo que lidere, una ayuda de los medios de comunicación, una ideología que no engañe.

Pero lo magro, lo complicado de mantener motivado es tener un buen equipo de militantes y simpatizantes que impregnen la sociedad, los barrios y las calles del espíritu político del trabajo y la dedicación.

No hay que montar mesas petitorias cuando falta una semana para votar, hay que estar trabajando todos los días de los cuatro años que median entre unas elecciones y las siguientes. Y las organizaciones deben escuchar a estos militantes pues son la correa de transmisión de los problemas.

Por cierto, un mensaje para los “jefes” de los partidos políticos. Escuchar es: ESCUCHAR, no es simplemente aguantar durante unos segundo que te cuenten su opinión. Es tomar notas de lo que sucede en la calle, y preguntar a los compañerxs militantes para saber más.

En Aragón tenemos varios partidos políticos que han perdido su presencia en los barrios, en las calles de los pueblos. Ellos lo saben. Son imprescindibles, pero ya no están. Y desde las direcciones de los partidos se preguntan los motivos y las soluciones. No eran tan difíciles si las decisiones se toman en su momento. Son complicadísimas si se quieren tomar cuando ya no hay (casi) remedio.

29.6.20

Un crédito rápido con TAE del 3.112,6% y se quedan tan sonrientes


Cuando una persona necesita un Crédito Rápido lo habitual es que lo necesite con urgencia, que no sea posible obtenerlo desde entidades financieras habituales y que además no se lean las letra pequeña.

Hoy he visto este anuncio de arriba en la televisión española. Una empresa de Crédito Rápido que ofrece el primero de los créditos sin intereses y sin comisiones. Bien. Con un máximo de 300 euros a 30 días. ¿Pero han leído la letra pequeña?

Para los sucesivos préstamos, cuando ya hayan visto ustedes que es fácil, rápido y sencillo de obtener, pedir 300 euros a 30 días supone tener que devolver 399 euros. En 30 días. En un mes. 

No quiero sacar cuantas para saber a cuanto nos vamos si para pagar esos 399 euros tiene que pedir otro crédito rápido para otro mes y así durante los 12 meses. Coñe, es que me pica la curiosidad.

El 1 de enero pides 300 euros y el 31 tienen que devolver 399. Claro. Pero si no puedes pagar el 1 de febrero pides 399 euros y así el 28 de febrero tienes que pagar 531 euros. Bien. Normal. Como el 1 de marzo no puedes pagar pides 531 euro y el último día de marzo debes 706 euros. Correcto. Y así cada mes hasta que el 30 de noviembre no puedes pagar los 9.192 euros que vas acumulando de deuda mes a mes y pides otro crédito por esa cantidad para tener que pagar el 31 de diciembre 12.225 euros. Es decir, el 1 de enero pediste 300 euros, y como no has pagado nada de nada, maldito pobre, el 31 de diciembre debes 12.225 euros. Es que nunca vas a salir de pobre, puñetero.

Y ellos explican que el TIN (interés sin gastos) es del 396% y el TAE (interés más gastos) del 3.112,6%. Y que en caso de impago el interés diario será del 1,3% del principal adeudado que va subiendo según no se logra pagar, con un máximo de 150 días. Aunque no aclara (prohibido imaginar) qué sucede pasados esos 150 días.

No voy a entrar a valorar si esto es realmente un crédito u otro cosa. Que cada persona opina si se atreve. Pero eso sí, permitir estas cosas en la España actual, anunciándose a media tarde, supone como poco… un error. ¿Quién está detrás y dentro de estas empresas de préstamos? 

¿Las sentencias son opiniones? Pues casi que sí

Me encontré esta pintada en una calle de Teruel y me sorprendió su rotundidad. Es verdad, cualquier sentencia es simplemente una opinión, aunque pensemos lo contrario. De hecho para eso se requieren los abogados y los fiscales, para intentar influir en el final,  para que la opinión de quien tiene la potestad de darla sea de una manera o de otra.

El mismo hecho puede ser "opinado" de una manera o de otra, y tener un resultado final diferente. Y en todos los casos admito que se parte de unas leyes escritas sobre un papel. Y que no es fácil entender esto de "opinión" pues se basan en algo tangible y medible. Pero los tiempos, los cambios de las normas, las sentencias anteriores, los matices interpretables… hacen que al final todo depende de "una opinión".

Incluso las propias Leyes se crean a través de opiniones de personas, aunque tengan muchos años. Todo es interpretable. Aunque en la frase de la pared de Teruel se esconde claramente un mensaje más anarquista que de lógica legal o filosófica.

Pero además hay que tener en cuenta que durante la vida tenemos muy pocas sentencias judiciales sobre nuestros hombros, pero en cambio multitud de sentencias vitales que nos marcan el camino, nos abren o cierran puertas. Sentencias de otros, sentencias nuestras, que van marcando las vidas.

Y son sentencias que se asientan sobre opiniones de ese momento, de esa circunstancia, de la mochila que ese día llevábamos encima. ¿Cuántas decisiones de nuestra vida admitimos luego en silencio y sin decirlo que hoy las tomaríamos de otra manera? 

Aragón y su izquierda. ¿Y ahora qué toca hacer?

Quedan por delante en Aragón tres años antes de unas nuevas elecciones autonómicas y municipales. A su vez la derecha ha sabido asentarse con calma, tomar respiro, hablarse y mirarse, observando como una parte de la sociedad los arropa. ¿Y qué ha hecho la izquierda aragonesa en estos tiempos? Pues poco, además de insistir en cuanto tienen ocasión de que hay que unirse.

Decirlo parece el primer paso, sin duda lo es, pero claramente es insuficiente. No sirve decirlo, hay que hacerlo. 


Pero ni hay que hacerlo mal, ni hay que hacerlo por encima de todo, ni hay que formar sopas, ni hay que creerse que cada uno es el ombligo del mundo aragonés progresista.

Es complicado, incluso diría que es MUY complicado. Y eso nos lleva a la clara mirada de que no será posible estar todos excepto que haya una generosidad brutal por parte de TODOS. Generosidad asentada en el futuro y no ni en el presente ni en el pasado.

Personalmente creo que estos tres años próximos son fabulosos, pero son rapidísimos, viniendo a una velocidad tremendo con unos constantes movimientos para los que desde ahora mismo se tendrían que asentar bases de reflexión, de diálogo, de trabajo.

La sociedad aragonesa va a necesitar más que nunca soluciones a sus problemas económicos, de futuro y por ello sociales, proyectos que siendo capaces de articular soluciones de futuro, nuevas sociedades ahora que está de moda hablar de “Nuevas Normalidades”, resulten creíbles y cuenten con equipos de trabajo progresistas que sepan explicar e implicar, motivar y hacer creer que Aragón es capaz de estar al lado de los mejores territorios de Europa.

Si hacemos un repaso vemos que en el actual Aragón liderados por Zaragoza, tenemos al menos a un Podemos, una CHA, una IU, a ZEC y a otras menores formaciones políticas que saben lo que es el trabajo social de calle, apegados a los problemas de la sociedad.

No me he olvidado del PSOE; de entrada me siento incapaz de poderlo organizar dentro de un equipo de reflexión de izquierdas por su propia personalidad histórica, pero en tres años todo depende de ellos.

Lo lógico sería que en Septiembre se pudieran configurar equipos básicos de trabajo de Podemos, CHA, IU y ZEC para ir tanteando el camino de una mesa de trabajo. Algo a finales de junio que resulta impensable. 

Pero perder más tiempo es también impensable. Equipos que se deberían hacer pública su existencia (a diferencia de lo que opinan casi todos, pues en privado ya existen) para que sirvieran de asentamiento al menos moral a toda la sociedad aragonesa de izquierdas, que necesita ver una referencia para estar atentos.

La política según mi punto de vista, se asienta excesivamente hacia dentro de su cáscara, sin querer o sin saber implicar y contagiar a la sociedad de sus ilusiones y proyectos. Olvidándose esa misma política que sin el acuerdo con la sociedad que ejerce el derecho al voto, es imposible gobernar y poner en práctica los proyectos para una economía una sociedad diferente.

En Aragón tenemos un extensísimo tejido social de aragonesxs implicados (pero troceados y divididos) en la parte mas débil de la sociedad desde miradas progresistas. 

Pero curiosamente nunca están liderados por un conjunto de personas capaces de insuflar ánimos de equipo. Somos más desde la izquierda, pero somos también más egoístas, más capaces de ver la diferencia con el amigo para convertirlo en enemigo.

Nunca los enemigos de los amigos de los trabajadores pueden ser otros amigos de los trabajadores. Y si es así, algo se está haciendo mal. Los que defendemos la dignidad del trabajo y de su justicia, nunca debemos ser enemigos entre nosotros.

Hemos perdido décadas de un trabajo básico para la izquierda que se llamaba: Lucha de Clases. 

Ahora ya no existe ni la lucha de clases ni el respeto a la necesidad del sindicalismo como defensa, pues nos lograron convencer de que siendo pobres y madrugando para ir al trabajo, somos todos como poco Clase Media. 

Debemos mucho a los bancos sin tener nada, tenemos un trabajo sin condiciones comparables a los años 80, pero nos han convencido de que somos Clase Media y de que vivimos como dios.
Lo curioso es que los culpables o al menos los responsables de esta tontería social somos los de izquierdas, que nos hemos dejado engañar con otros asuntos menores, para así no pelear por los temas magros, por los que afectan muy directamente a los que tienen la mandanga. 

Que mis hijos tengan menos derechos laborales que yo tenía en 1978 es para hacernos reflexionar un poco sobre nuestro propio papel en esta década última.

Julio Puente (Ajovín)