24.7.10

La manipulación económica. Nos quieren seguir engañando con el precio de la vivienda

Ya estamos oyendo los ecos de los que auguran el aumento de los precios en la vivienda para 2011 y la situación no podría ser más peligrosa.

La situación en la que estamos es de estancamiento total. Ya no existen los cuantiosos proyectos de urbanizaciones monstruosas, ni la (a veces) esperpéntica imagen de las cientos de grúas en el horizonte urbano. El problema es real y así se propaga tanto por el plano económico como en el empleo. El sector de la construcción se mantiene estancado en un decrecimiento continuado del 10%, y sabemos que hasta que no se recupere, la economía no tendrá un verdadero atisbo de mejora. Ese es el presente.

En cualquier mercado hay dos cosas claves, el precio y la cantidad. A veces creemos que es más “real” la parte más vistosa, la cantidad, y el precio lo dejamos en manos de los mercados financieros como si de una entidad virtual se tratase. El precio no es más que el número que informa de cuantas horas de trabajo son necesarias para comprar el bien. No es más que un cociente.

Cuando el sector de la construcción mejore, significará que existe una demanda cada vez mayor de viviendas, y eso impulsará el precio hacía arriba, (o no bajará tanto y se estancará). Por ello, podemos pensar que cuando la situación se recupere, el precio subirá. Pero no al revés. Que suba el precio no significa que la cosa esté mejor, si está subida sigue siendo por las fuerzas de un mercado especulativo que sigue potenciando una burbuja que no nos deja ver el plano real de la economía.

Que ahora digan que el precio en 2011 va a subir alicienta a los mercados especulativos a subir el precio. Puesto que los vendedores se verán más respaldados a la hora de decidir un precio al alza y los demandantes son más proclives a comprar.
¿Problema? Pues el de siempre. Los pisos no han bajado lo que tenían que bajar, el problema real sigue existiendo. La gente no puede comprarse una vivienda sin hipotecarse de por vida, el endeudamiento seguirá martirizándonos, y los de siempre seguirán ganando millonadas (que es lo que quieren, claro).
¿Problema? Pues que sin el ajuste apropiado, el sector de la construcción se verá abocado a un estancamiento más duradero. Dejando a la economía en peor lugar durante mucho más tiempo.

El objetivo está claro. Se intenta que todo vuelva a la normalidad, a antes de la crisis, años 2005/2006. La economía funcionaba sin problemas (aparentes) y se preguntan, ¿Por qué no podemos volver atrás? Sin darse cuenta de que la normalidad radica en muchos más años atrás, donde comprarse un piso era un trabajo arduo, pero no una pena capital.

Lo que hay que hacer es dejar al mercado que se ajuste, y hacer entender a los vendedores que el chollo se acabó hace tiempo, y que el precio tiene que bajar en cifras de dos dígitos.
Que esto seguirá maltratando la situación financiera de muchos, pero nadie dijo que intentar vender pesetas por duros pudiera ser rentable.
Que para que un avión despegue primero tiene que aterrizar, y el día en que el sector de la vivienda se encuentre de verdad en su fondo económico, podrá volver a subir. Hasta entonces todo lo que se haga será marear la perdiz, perjudicar al conjunto por un deseo que no puede hacerse realidad, engañar a toda una sociedad para su propio beneficio.

23.7.10

Aragón necesita despertar para que Madrid sepa que existimos

El trato de Fomento hacia Aragón en los últimos años es inadmisible. El último acto de este teatro dramático se dio ayer con los recortes del 12% de las obras totales que se suprimen en España, cuando Aragón representa el 5% de todas las cuentas públicas.
Pero si malo es que desde Madrid se nos vuelva a ningunear, peor lo es que nuestro Presidente Marcelino Iglesias no haga ni diga nada a Madrid con la rasmia que se necesita en estos momentos. Ni una simple reunión de urgencia del Gobierno de Aragón para buscar ideas que aminoren esta barbaridad. NI una salida institucional para explicar lo que piensa de estos tratos de Madrid. Ni una explicación pedagógica para hacernos entender que no nos tiene manía sino que simplemente somos buena gente y no gritamos.
El Gobierno de Aragón está acabado desde hace más de un año, sin brisa que le mueva, sin líderes capaces, sin políticos con futuro. Ni Rudi del PP dio la cara aunque fuera para criticar al PSOE. Aragón va mal y casi siempre es por culpa de aragoneses que sueñan con Madrid, que se creen flores de temporada en un territorio al que no aprecian y del que quieren emigrar. Jugar con Aragón sale rentable, pero las historias son lentas y se escriben despacio. Somos un territorio que necesita despertar y llevamos así tres décadas. Pero si quisiera despertaría; la gran ventaja es que depende de sí mismo y de sus aragoneses, cada vez menos concienciados de que nos toman el pelo, eso es cierto, pero que a fuerza de vapulear es posible que algún día despierten. O se vayan.