18.12.14

El limón con miel será bueno para el resfriado, pero me va a matar

Me he levantado con la garganta hecha un estropajo que es una manera muy sencilla para disimular e intentar estar callado. Pero no lo estoy logrando. Me siguen preguntando como si tuviera respuestas siendo mudo de irritación.

A mi santa se le ha ocurrido que lo mejor para esas gargantas rotas es tomar miel con el zumo de un limón, que por si no lo saben ustedes, es como una pequeña tortura de domicilio, pero de las que joden bien. Tras el segundo invento y viendo que era peor el remedio que la enfermedad he solicita por favor que me cambiaran el limón del tercer brebaje por el zumo de una mandarina. Me han mirado con cara de ser un flojo.

Insisto en que lo mejor es no hablar, pero no hay manera. Incluso cuando escribo creo que estoy hablando sin sonidos, pero mi garganta sigue modulando. No se pensar sin modular. Soy raro de narices. Así no se me va a curar esta irritación y más siendo que me niego a seguir con la dieta del limón con miel.

Me han dicho que es una semana. Saco cuentas y justo me joroba toda la Navidad. No sé si esto es bueno o malo. Lo meditaré.

17.12.14

Cuba y EEUU hacen las paces diplomáticas tras 55 años

La noticia del día sin duda es el intento muy serio de normalizar las relaciones diplomáticas entre Cuba y EEUU, empleando algunos conceptos que se han unido en el tiempo para propiciar lo que parecía más que lógico tras tantas décadas de absurdo bloqueo que no conducía a ningún lugar.

Ha tenido que ver en este paso firme el Papa Francisco como gran conocedor del continente americano; sin duda que gobiernen en EEUU los demócratas en su último periodo de cuatro años; que Rusia esté en horas bajas o que Cuba vaya dando tímidos pasos hacia una normalización económica.

Cuba debe lograr para sus ciudadanos una sociedad más democrática, un sistema más abierto que permita una calidad de vida mayor, conservar su particular manera de entender los servicios sociales algunos de ellos de gran calidad incluso con sus grandes penurias económicas como han sido la sanidad y la educación, abrirse a los cubanos que están fuera de la isla con el cuidado e inteligencia preceptivos para que no sean absorbidos, poner en valor el respeto de un país que está en un excelente punto geográfico y cuidar sus posibilidades económicas que debe y sabe ampliar.

España tiene —desde el respeto y la diplomacia— que estar atenta a las necesidades de Cuba, tanto por historia como por lazos empresariales como afectivos. Lo fácil será equivocarse en algún paso de elefante, pero en estos procesos se requieren pasos de cisne y abrazos de amistad social. Lo importante serán los cubanos y los que deben liderar sus propios cambios.