10.1.16

España necesita un gobierno muy fuerte, y es muy sencillo

Surgen otra vez voces, interesadísimas voces y todas desde la derecha aunque alguna sean afiliados al PSOE, que abogan por un “gran” pacto entre PP y PSOE ante el clima de conflicto que se augura con Cataluña. Efectivamente, nadie parece haberse leído ni las hemerotecas ni la historia. Ni es bueno, ni es correcto, ni debe caer el PSOE en tamaña trampa.

España necesita un gobierno muy fuerte, sin duda, un gobierno con miras de futuro, que sepa leer el momento y encontrar el antídoto de una España que además de romperse camina a velocidad de vértigo hacia “la nada”. Pero ese gobierno no es el de la unión del PP con el PSOE. Y sin duda menos lo es el de la unión de Mariano Rajoy y Pedro Sánchez.

Desde hace 12 años (antes también, pero no quiero rebuscar) las posibilidades de acercamiento entre el PP rancio y el PSOE conservador han sido nulas. Se gestionaba (jugaba) en el corto plazo y no se facilitaba la gobernabilidad de nadie hacia nadie. Así es imposible resolver problemas, menos ahora que es cuando más generosidad hay que demostrar, pero desde la inteligencia emocional.

¿Es necesario un Gobierno fuerte? pues hagámoslo, dirían muchos. ¿Pero cómo? Un Gobierno de Unidad Nacional tiene que ser un Gobierno de todos, dirigido por una persona con prestigio, política sin duda, que sepa gestionar los momentos y trabajar con ministros del PP, del PSOE, de Podemos, de Ciudadanos, de IU y de los nacionalistas que así lo deseen.

¿Es posible esto? Si. Sin duda. Políticos con prestigio internacional quedan. Pocos es cierto. Pero quedan. No quiero dar nombres de personas que en el ámbito internacional son todavía hoy muy respetadas y que nunca han sido Presidentes del Gobierno en España. 
El PP ha dado muestras de pedir pero nunca de dar. Ahora tiene la ocasión de darse cuenta que los españoles le han infligido una pérdida de votos tremenda y de que gran parte de los actuales problemas vienen de sus políticas absurdas en asuntos tan claves como la crisis mal gestionada que ha creado pobreza desmesurada o el crecimiento inaudito y sin control del nacionalismo catalán. España tiene también por delante una reforma de la Constitución, pues sin esta reforma nada se resolverá. Tiene que modificar sus sistemas laborales y económicos para que no seamos constantemente un laboratorio de parados en cuanto se constipa la economía productiva. Hay que asentar de una vez por todas la educación y la cultura, ponerse de acuerdo en modelos que se mantengan en el tiempo. Hay que realizar una reforma fiscal que evite estas trampas cada vez más fáciles desde asesores más listos que los inspectores. 
En fin, hay que hacer unas políticas importantes y “de verdad”, diseñar el madio y alrgo plazo de una España que se nos escapa y que no sean las más fáciles de joder a los pobres que son los que menos se pueden defender. ¿Es sencillo de entender? Pues de realizar también, si la generosidad premia las decisiones. Pero creo que es imposible si el amor al sillón histórico es el que mantiene las expectativas por encima de las necesidades reales de la sociedad.

9.1.16

Los españoles que han sufrido la crisis con brutalidad

Tú tienes suerte. Como yo. Estamos entre ese 70% de españoles que no han sufrido la crisis con la virulencia suficiente como para destrozarnos la vida. No nos hemos empobrecido (más). Pero un 30% de los españoles sí se han empobrecido, unos catorce millones de vecinos, se han convertido en pobres  o en más pobres por estos años bárbaros que nos han roto España, nos han destrozado el sistema laboral, el sistema productivo y social, la forma  de entender ese estado del bienestar que ya era falso y ahora más. Nos han llegado a convencer que encima la culpa es nuestra, de todos nosotros, sobre todo del 70% como tú y como yo, por vivir por encima de lo que se podía.

¿Nos hemos leído el documento “Informa sobre el Estado Social de la Nación 2015?, se refiere a España, claro. Jodo. No se trata de asustar, se trata de saber dónde estamos, hacia dónde nos dirigimos, y los años que tardaremos si todo se hace de otra manera, hasta llegar a donde estábamos en el año 2006. Han pasado 10 años muy duros, tardaremos otros 10 años muy duros para recuperar la situación anterior, y eso si desde Europa nos dejan hacer políticas diferentes a las de países condenados a la pobreza.

Este informe y para meternos en cintura, nos habla en la página 2 de 98 de los millones que se gastaron unos responsables públicos (de todos) desde Caja Madrid sólo como un detalle sin (casi) importancia pero que nos indica quien vivió por encima de lo que se debía, gastando en hoteles, comidas, joyas, viajes, ropa, cine o supermercados para usos privados y con el dinero de todos. Si, 15,5 millones entre 80 responsables públicos. Con ese dinero (sólo de una Caja de Ahorros) se podrían haber ayudado con 500 euros a 31.000 personas en riesgo de exclusión por no poder pagar la luz, el gas, la comida. La Caja de Ahorros que se gastó esa pasta entre sus directivos, tuvo que ser rescatada con dinero de todos, para que no se terminara de hundir. Otra vez tuvimos que pagar para evitar daños mayores.

Ahora se nos dice que ya hemos salido de la crisis. Y de ser cierto eso sería terrible. ¿Tú te imaginas que ya hayamos salido de la crisis, es decir, que ya estamos en una situación “normal”? Si esta es “la nueva” situación normal a la que nos tenemos que acostumbrar, con un 30% de pobres, con una juventud sin trabajo, con más de 4 millones de desempleados, la crisis ha sido un periodo de rotura brutal de una sociedad.

Yo te aconsejaría un paseo diurno (si es nocturno es brutal y mucho peor) por las calles céntricas de Madrid. Si eres habitual de Madrid verás el cambio de esta década. Si no quieres viajar, puedes darte el paseo por Zaragoza. Hace seis años me vanagloriaba de que en mi Distrito del que soy Vocal, no teníamos indigentes ni personas viviendo sin hogar. Habíamos logrado resolver los problemas que se habían presentado. Ahora en 2016, se nos mueren por las calles, en una semana dos indigentes. No es un abrupto comentario, es cierto con dolor. Los cajeros, algunos escaparates, las esquinas de algunos jardines que permiten construir con cartones y paneles “algo”, los edificios abandonados y sin servicios, incluso los campos junto al río o debajo de algunos puentes, podemos ver en mi Distrito a personas malviviendo. Incapaces ya de resolver su problema. ¿Hasta dónde, hasta cuándo?