3.6.18

Leemos mal. No sigas leyendo tanto y con ruido


Estamos en los tiempos del ruido, pero no del que se escucha sino del que se lee
. Nos llegan informaciones desde tantos lugares, que somos incapaces de seleccionar, pero no para elegir mejor, sino sobre todo para elegir menos y escucharlas o leerlas con más detenimiento. Al final todo se convierte en ruido.

Esto que lees también. Yo soy otro ruido más, un pequeño grifo que va soltando voces que se suman a las otras. Por eso es inevitable seleccionar. Deja de leerme si soy de los 10 lugares menos habituales de tus lecturas por internet. Ocúpate de los otros y así lograrás que el oso se convierta en sonidos válidos y no en ruido.

Pero si estoy entre los 10 primeros, cosa creo que imposible, sigue leyéndome con un poco menos de velocidad, como al resto, para que mentalmente descansemos un poco. Leemos titulares, palabras sueltas más que párrafos, y pasamos al siguiente, sin más atención. Así nunca nos enteremos del final, así nos obligamos a muchos párrafos, corta extensión del texto y a remarcar dentro del cuerpo de texto, como si fuéramos buscando titulares. ¡¡¡Aghhhh!!!!

2.6.18

Retrato del ciudadano más conservador y reaccionario

A veces no tenemos claro qué tipo social o corte estadístico de nuestra sociedad está hoy desde el Primer Mundo con las ideas más conservadoras, más reaccionarias. Vamos a recordarlo. Sirve para España, Europa o los EEUU.

Varones blancos

Jubilados o mayores de 60 años

Progresistas en los años 70 y conservadores a partir del año 2000 
(claramente en España tras la primera y segunda victoria de Aznar por mayoría absoluta en los años 1996 y 2000. En los EEUU con la llegada de Reagan en 1981, creando una nueva base electoral claramente muy conservadora. O en Inglaterra y parte de Europa a partir de la llegada de Thatcher en 1979)

Personas con un nivel laboral alto en su vida activa

Trabajadores de gran actividad diaria

Nivel económico suficiente pero no alto

Las personas que no pertenecen a estos grupos están más niveladas, eso quiere decir que no hay que generalizar, pero sí mirar los datos estadísticos y extraer conclusiones. Tal vez lo lógico sería preguntarnos por qué, para intentar adivinar las consecuencias que esto lleva dentro y ver si se pueden algunas de ellas “renivelar”.

Curiosamente son además los grupos que más activamente votan, aunque no sean los que más activamente participan en la política. Y los que más fieles son en los últimos años a sus ideas conservadoras. Son el suelo perfecto donde nada parece afectarles, un voto perfecto para los grupos que beben la política que hoy representa en el mundo las ideas de Trump en los EEUU o Le Pen y similares en Europa.