30.7.23

¿Segundas Vueltas nunca fueron buenas o malas?


Tras el recuento final del voto CERA en España, todo ha cambiado aunque nos parezca que no. El silencio que observamos viene impuesto por las vacaciones de final de julio y principio de agosto, y cuando no hay periodistas ni políticos con ganas de añadir nada nuevo, parece que no existe nada nuevo.

Los dos Diputados que han cambiado aumentando uno al PP y disminuyendo uno al PSOE complica de tal manera la gobernabilidad futura, que lo lógico ahora es pensar en una nuevas elecciones Generales. Hay pocas, muy pocos opciones para evitarlo.

Ni los catalanes de JUNTS lo van a poner posible, ni creo que sería interesante un acuerdo con ellos por la fuerza que eso representaría ante la debilidad de un Gobierno sin ya ninguna alternativa para negarse a nada. 

Una cosa es necesitar el apoyo puntual de la suma de diversos partidos, lógico en democracia, y otra estar pillado en exclusiva por uno de ellos sin posibilidad de poder tan siquiera negociar. Se impone también el pragmatismo no del hoy, sino de todos los días de los próximos años.

No cabe en este año 2023 llegar a ningún acuerdo entre el PP y el PSOE, tal vez algo que sería posible en el 2024 si todo continuara igual. La estrategia política nos indica que sería un error para los dos partidos y posiblemente una bendición para los demás.

Hay una opción que España nunca ha explorado que sería un Gobierno técnico, que en algunos países se ha realizado on desigual resultado y casi siempre con resultado negativo. Un Gobierno con políticos del PP y PSOE peo sin sus figuras políticas más reconocidas. Personalmente creo que es pan para hoy y hambre para mañana.

No hay que perder los nervios, hay que entender que lo que también se conoce como Segunda Vuelta obligada puede ser una solución sencilla aunque no guste ni al PSOE, al PP, ni a VOX o Sumar. Tampoco a los catalanes. Pero los importantes en estos casos somos los ciudadanos.

26.7.23

Nunca te derrotes aunque te sientas un peón

En nuestra vida, ante ella, debemos admitir qué papel nos corresponde aunque esto sea complicado de asimilar. Por muy diversos motivos nos vamos colocando al crecer, ante un papel determinado del que se puede salir o entrar, pero del que siempre debemos admitir que es y ha sido nuestro punto de partida.

Podemos ser peones o damas, alfiles o fortalecidas torres, pero nada hay mejor que cumplir con nuestro papel dignamente e intentar crecer desde esa posición, si así lo deseamos. 

Y admitir que hay que cumplir el papel que nos corresponde con la mayor entrega posible. Tan válidos es un peón bien colocado… que un alfil esperando agazapado a salir de su casilla.

Siempre que llueve se mojan los mismos, siempre entre los charcos… encontraremos a los amigos peones de la vida. 

No queda otra que ir acostumbrándonos a soportar las tormentas de la vida con buena cara, para no tener que sufrir por lo que consideramos inevitable. 

Siendo peón también se puede ser feliz, sin que nos tengamos que sentir derrotados nunca. Y sabiendo que si se hacen bien las cosas, desde ser peón se puede alcanzar la fila octava y convertirnos en Reina.