29.4.25

Aprendamos tras el Gran Apagón


Tras "El Gran Apagón" sucedido en la península ibérica, deberíamos salir "aprendidos" de conceptos básicos que poco a poco hemos ido perdiendo. Aprender a ser autosuficientes incluso mentalmente, es fundamental para sobrevivir en tiempos raros. Hoy ha sido un apagón de energía, pero podría ser otro tipo de problemas globales y debemos asumir que somos frágiles.

 Somos débiles, tenemos que estar preparados para entender que la vida no es una linea recta y que nos pueden suceder "cosas". Quejarnos no sirve de casi nada.

 La calma es fundamental en esos momentos de crisis, sean del tipo que sean. Nunca hagamos caso de bulos o informaciones no contrastadas por emisores de nuestra confianza.

 El egoísmo debe ser algo que tiene que venir mucho antes de la crisis, auto defenderse no es bajar al Mercadona y vaciar los paquetes de carne del supermercado.

 Nunca hay que reírse de las indicaciones de las autoridades, aunque no nos gusten. Tienen más información que nosotros. Y no lo digo en los momentos críticos sino en las semanas anteriores.

 Tener preparado un equipo mínimo de auto defensa es fundamental. Cada familia el suyo, no hay información exacta al respecto. Por ejemplo baterías, radios a pilar, un tipo de energía portátil para hacer una manzanilla o una sopa de sobre.

 Nuestro sistema de vida avanza tan rápido que no siempre somos capaces de construir a su alrededor sistemas de seguridad para todo tipo de crisis. 

 La tecnología abandona herramientas básicas. Por ejemplo los nuevos teléfonos ya no tienen Radio en su hardware, sino App de radio. Sin cobertura de datos ya no pueden funcionar.

 No hay que comprar paquetes de carne cuando no tenemos electricidad, es una tontería. Hay que tener en casa conservas de proteínas como legumbres o conservas de pescado, y tener agua que hay que ir cambiando según vaya caducando. Las barritas energéticas pueden servir, como los paquetes de galletas simples. Pero tiene que existir rotación en este mini almacén familiar.

 Tenemos que tener en casa algo de dinero en efectivo, un remanente de medicación si somos crónicos, por ejemplo para una semana al menos, dos semanas mucho mejor. Pero siempre con la renovación cada tres meses de esa remesa.

 NUNCA debe existir inseguridad ni violencia de ningún tipo en periodos de crisis. En cambio hay que tener modelos de comunicación con la familia más cercana. Por si hubiera que ayudar. Hay que tener apuntados los datos básicos de funcionamiento como lo teléfonos familiares. No siempre conocemos todos.

 Hay que tener fotocopias de las documentaciones más necesarias. Y mucha calma, mucha madurez mental, tranquilidad y convencimiento que la prudencia es el mejor mecanismo para defendernos.


22.4.25

Francisco I, un Papa que no rompió


Se (yo) esperaba mucho más de Francisco I, el Papa que algunos quisieron llamar Rojo o Comunista para desprestigiarlo, simplemente por querer avanzar en el famoso y ya viejo Concilio Vaticano II. Precisamente esos calificativos lograron que nunca fuera un Papa rompedor, o al menos rompedor con sus acciones y no con sus palabras.

No es lo mismo predicar que dar trigo, y Francisco I predicó mucho en discursos diferentes, señalando barbaridades, injusticias, muchas veces realizadas por Católicos que se creían con derecho a entrar en sus propios cielos. Pero no siempre supo o pudo hacer cambios bien asentados, para convertir las labores apostólicas en algo separado de los poderes de los que reconocemos como Poderosos.

Además de viajar mucho y bien y eso es cierto, abriendo países o culturas y sociedades  al cristianismo, modificó pocas cosas importantes que hayan quedado ya ajustadas a la Iglesia Católica del siglo XXI. 

Y sí, asumo que la maquinaria de la Iglesia es un tanque tremendo con un poder mucho más elevado que el de un hombre elegido Papa. Pero de eso se trataba.

Es cierto que impulsó una Iglesia más inclusiva y consultiva, promoviendo la participación de laicos y mujeres, así como la descentralización del poder eclesiástico. Reformó ligeramente la Curia Romana para hacerla más eficiente y transparente, y otorgó responsabilidades inéditas a personas cercanas pero no clérigos y colocó a mujeres en cargos jerárquicos.

También supo fortalecer algo los protocolos internos de la propia jerarquía eclesiástica para sancionar a los responsables de abusos sexuales, para prevenir el encubrimiento futuro de casos de abuso, estableciendo normas claras de rendición de cuentas para obispos y superiores.

Incluso destacó en su labor por su preferencia hacia los pobres, los migrantes y los excluidos, colocando la justicia social y la defensa de los más vulnerables en el centro de su mensaje y acción pastoral.

O impulsó una Iglesia más abierta, solidaria y comprometida con los desafíos contemporáneos, tanto internos como globales, viajando a 34 países que en algunos casos nunca habían sido visitados por la máxima autoridad católica.

Promulgó una constitución apostólica, la Praedicate Evangelium (en el año 2022), reorganizando la Curia Romana para hacerla más misionera, menos burocrática y más eficiente, dando mayor protagonismo a las iglesias locales y permitiendo que laicos —incluidas mujeres— puedan dirigir dicasterios (ministerios vaticanos), algo sin precedentes hasta la fecha.

Dio pasos concretos para la inclusión de mujeres y laicos en cargos de responsabilidad, aunque sin llegar a ordenar mujeres sacerdotes, impulsando una Iglesia más abierta, transparente, descentralizada, inclusiva y comprometida con los desafíos sociales y ambientales del siglo XXI. Más participativa en la teoría del día a día, algo que desgraciadamente puede retirarse con suma facilidad.

Pero muchas de estas decisiones teóricas pueden caer del lado contrario con excesiva templanza según quien le sustituya, pues no fueron decisiones asentadas con mano fuerte, sino aperturas ligeras, con mucha facilidad para dar marcha atrás.

Si el nuevo Papa es elegido desde una teoría eclesiástica similar a la de Francisco I, todo se podrá asentar, avanzando en los caminos emprendidos, sobre todo en unos años de complicado trabajo hacia las justicias sociales. 

Pero mucho me temo que los alcones o las urracas estarán muy atentos a elegir a un hombre flojo, impresionable, o a un hombre conservador que quiera mirar hacia los tiempos anteriores, en los que la propia Iglesia se sentía cómoda asumiendo el papel del Poder.