En todo proceso hay dificultades y con ellas se cuenta cuando se empieza el camino. Parece que nunca se encuentra la salida, que no somos capaces de ver la luz que nos alumbre en el camino para hacerlo corto y eficaz. Pero esa dificultad en encontrar la salida es un precio que va con todo proyecto.
A veces, las menos pero sucede, no se encuentra la salida, y nos quedan dos alternativas, volver sobre nuestros pasos o perdernos en el laberinto del infierno.
Siempre es malo no encontrar la salida, por eso la paciencia y el tiempo es un bálsamo que debe servir para seguir intentándolo, porque la luz, de encontrarse, es la vida.
Hoy nos han apagado una bombilla de las gordas, pero todavía nos queda el instinto, unas cuantas linternas y el saber que estamos en el buen camino. Pero si siguen apagando luces, al final nos perderemos, seguro.
También es posible que algunos les guste jugar con las luces para meter miedo, y para eso lo mejor es tener templanza.
18.8.06
17.8.06
Tortillas de muchos tipos y gustos
Hace años, todos creo, se montó en mi ciudad un bar especialista en tapas de tortillas. Mil clases de tortillas que todos recordamos, pero que igual a alguno de fuera le pueden servir de idea para una cena rápida y tonta.
El sistema es bien sencillo, se añade en la mayoría de los casos al huevo una vez batido, un picadito fino del ingrediente en crudo, pero algunas veces se necesita que ese adimento imprescindible esté antes cocinado y en otras ocasiones jugamos con la tortilla hasta complicarla más con mezclas atrevidas.
Tortilla de chorizo, de jamón, de atún de lata, de gambas, de setas, de champiñón, de berenjena, de queso, de sesos, de pescado desmigado, con pimientos del piquillo, con mejillones de lata, de salami ahumado, de salmón, con arroz cocido y un golpe de curry, de sardinas picantes de lata, de calabaza, de ajetes tiernos o de carne picada. Con un golpe de mayonesa en el pan mejora mucho, pero también con salsa tipo mojo picón o con un polvo de pimienta recién molida y un picado de cebollino en el huevo.
Pero la Reina de las tortillas es la de patata, con o sin cebolla. No hay receta fija, no hay norma única. a mi me gustan todas. Las delgadas que hacía mi madre, las gordas duras que hace mi aguantapenas o las jugosas con pimientos picantes que tomaba en Miranda de Ebro hace décadas.
Y para terminar os dejo el recuerdo de una tortilla andaluza que me enseñó un amigo. Huevo con un poco de leche, bastante pan rallado hasta que espese tipo chocolate de taza y ajo bien picado y con mucho perejil. Se empieza por poner en la sartén el ajo y cuando está medio hecho se le añade el perejil y el huevo batido con el pan y la leche. La mezcla debe ser espesa, y cuanta más leche más pan. No pasarse en cuajar demasiado el huevo para que no quede un ladrillo.
El sistema es bien sencillo, se añade en la mayoría de los casos al huevo una vez batido, un picadito fino del ingrediente en crudo, pero algunas veces se necesita que ese adimento imprescindible esté antes cocinado y en otras ocasiones jugamos con la tortilla hasta complicarla más con mezclas atrevidas.
Tortilla de chorizo, de jamón, de atún de lata, de gambas, de setas, de champiñón, de berenjena, de queso, de sesos, de pescado desmigado, con pimientos del piquillo, con mejillones de lata, de salami ahumado, de salmón, con arroz cocido y un golpe de curry, de sardinas picantes de lata, de calabaza, de ajetes tiernos o de carne picada. Con un golpe de mayonesa en el pan mejora mucho, pero también con salsa tipo mojo picón o con un polvo de pimienta recién molida y un picado de cebollino en el huevo.
Pero la Reina de las tortillas es la de patata, con o sin cebolla. No hay receta fija, no hay norma única. a mi me gustan todas. Las delgadas que hacía mi madre, las gordas duras que hace mi aguantapenas o las jugosas con pimientos picantes que tomaba en Miranda de Ebro hace décadas.
Y para terminar os dejo el recuerdo de una tortilla andaluza que me enseñó un amigo. Huevo con un poco de leche, bastante pan rallado hasta que espese tipo chocolate de taza y ajo bien picado y con mucho perejil. Se empieza por poner en la sartén el ajo y cuando está medio hecho se le añade el perejil y el huevo batido con el pan y la leche. La mezcla debe ser espesa, y cuanta más leche más pan. No pasarse en cuajar demasiado el huevo para que no quede un ladrillo.
Miradas enigmáticas que penetran
Hay miradas enigmáticas, miradas que penetran, que dejan huella dentro de quien la recibe. Hay miradas de amor y de odio, pero también de búsqueda de compasión y de ayuda. Las hay que no pueden mantener la mirada y las hay desafiantes.
Pero también hay miradas artísticas y gratuitas.
En el Barrio de Las Fuentes de Zaragoza encontré esta pero no tenía piernas. Tampoco es que las necesitara mucho, porque así permanecía allí más tiempo rodeada de ancianos que toman el sol recordando si pueden sus volados años.
Nunca quiso decirme cómo se llamaba.
Pero también hay miradas artísticas y gratuitas.
En el Barrio de Las Fuentes de Zaragoza encontré esta pero no tenía piernas. Tampoco es que las necesitara mucho, porque así permanecía allí más tiempo rodeada de ancianos que toman el sol recordando si pueden sus volados años.
Nunca quiso decirme cómo se llamaba.
16.8.06
Formación Profesional, debe mejorar
Cuando alguna noticia no me convence, pienso que está maquillada…, debe ser la edad. Y en temas de Formación Profesional, apuntarse medallas cuando hay tanto trabajo por hacer me sabe muy malo.
Es cierto que se hacen cosas interesantes, que en algunas zonas de España se está funcionando mucho mejor que en otras (hasta donde yo sé Aragón no es de las más osadas en la implantación de nuevas actualizaciones curriculares) y que sobre todo los chavales del "fracaso escolar" lo tiene muy mal para encontrar trabajo y para poder crecer en formación, en sueldo y en seguridad.
Por eso me revuelvo con tristeza. Decir que los Ciclos Superiores están muy bien, dedicar muchas líneas a ellos y querer compararlos con la Universidad cuando en realidad empiezan en el mismo punto —con un Bachiller ya superado que ha funcionado como criba— es maquillar la verdad.
No escucho las mismas palabras de alegría con los Ciclos Medios, ni con todos los demás sistemas de adaptación escolar y laboral para jóvenes que se van quedando en el camino.
Es cierto que se hacen cosas interesantes, que en algunas zonas de España se está funcionando mucho mejor que en otras (hasta donde yo sé Aragón no es de las más osadas en la implantación de nuevas actualizaciones curriculares) y que sobre todo los chavales del "fracaso escolar" lo tiene muy mal para encontrar trabajo y para poder crecer en formación, en sueldo y en seguridad.
Por eso me revuelvo con tristeza. Decir que los Ciclos Superiores están muy bien, dedicar muchas líneas a ellos y querer compararlos con la Universidad cuando en realidad empiezan en el mismo punto —con un Bachiller ya superado que ha funcionado como criba— es maquillar la verdad.
No escucho las mismas palabras de alegría con los Ciclos Medios, ni con todos los demás sistemas de adaptación escolar y laboral para jóvenes que se van quedando en el camino.
No, no me digáis ahora que tal tema funciona muy bien, que yo lo sé, hablemos en general, con cifras generales.
Hoy el trabajo está mal, los chavales salen de la escuela (incluidos los que hacen FP) sin preparación laboral suficiente (y digo suficiente porque mi corrector de estilo no permite poner otro adjetivo), y ponerse medallas supone dormirse en los laureles.
Hay mucho camino por recorrer, mucho por hacer si queremos compararnos con Europa.
Hay mucho camino por recorrer, mucho por hacer si queremos compararnos con Europa.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)