5.4.08

Cómo conseguir más comentarios en tu blog

Todos los que tenemos un blog, aspiramos al menos en sus inicios, a subir las visitas para luego pasar a intentar subir los comentarios.
Esto es mucho más complejo porque depende del tipo de tus visitantes pero también del tipo de entradas que colguemos. Si son entradas informativas es muy difícil conseguir comentarios que se añadan y enriquezcan la misma.
Si en la forma de redacción se plantea dejar cerrado cada asunto que muestra, como si de un pequeño cuento se tratara, también es muy difícil que te pongan comentarios, porque en realidad la historia de lo publicado ya tiene un final.
Ayer, navegando por páginas nuevas encontré este blog cubano que ya comento en otra entrada, y observé que en uno de sus temas tiene la friolera de ¡¡1235 opiniones!! colgadas.
Aquí lo realmente importante de saber es sobre qué parámetros humanos, alguien es capaz de colgar un comentario sabiendo que es imposible que te lean. La persona que colgó el comentario 956 o quien colgó el 749 ya saben que por encima suyo tienen centenares de opiniones,tantas que necesitaríamos días para leerlos. Y aun así desean plasmar su opinión.
Son duda son personas con un ánimo tremendo de soltar lo que tienen dentro, son gentes participativas sin importarles para nada ni su ego (que lo hay en todo proceso de escritura) ni el resultado de su opinión. Es más un ejercicio de libertad y de desahogo.
Todos tenemos que aprender de todos.

P.D. Por cierto, si termina su entrada con una sentencia como la que he puesto más arriba, está cerrando el camino a que otros opinen.

Cómo ser más feliz o el pensamiento positivo y la libertad

Mañana vamos a ser todos un poco más felices. Es sencillo el ejercicio.
Creo.
Se trata de cambiar tus pensamientos ligeramente. No tener pensamientos negativos, porque de lo que estamos todos seguros es, de que tú sí eres capaz de controlar tus propios pensamientos.
Si mañana alguien piensa (o tú crees que piensa) algo negativo sobre tu persona, debes preguntarte qué es más importante para tí, si lo que piensa esa persona o lo que piensas tú de tí mismo.
Es muy seguro que lo que te hace daño no es tanto lo que el otro te diga o piense, sino lo que tú le dejas que te entre en la mente, lo que admites como su verdad, lo que asumes de su forma de pensar. Incluso de lo que crees que piensa y que no es cierto que lo piense.
Realmente a tí te tiene que dar igual lo que los otros piensen. No sirve para nada sus pensamientos, excepto si libremente los asumes. Para bien o para mal.
Pero si los asumes, vuelves a dar más importancia a lo que otros piensan de tí que a lo que tú mismo piensas de tu vida.
Para ser más libre necesitarás creer más en tí mismo y mucho menos en lo que piensan los demás sobre tu vida.
Si piensas en negativo, esos pensamientos te crearán sentimientos negativos. Te sentirás mal porque piensas mal.
Si eres capaz de controlar tus pensamientos, eres capaz de controlar tus sentimientos.
En cuanto dejes de pensar en negativo, dejarás de sentir en negativo. Te importas tú, sólo tú. Los demás son importantes porque te acompañan en la vida, pero no deben controlar tus sentimientos. Nunca. O dejarás de ser libre.

4.4.08

Cuba y sus reformas o cómo Raul Castro está haciendo política

Hoy el Blog cubano "Generación Y" ha recibido el Premio Ortega y Gasset de periodismo. Sin duda es un apoyo más a todo lo que en estos momentos de cambio político en Cuba hierve, y sirve para mejorar el conocimiento de esta tierra hermana, mal entendida y poco cuidada por el mundo occidental.
En Cuba se está produciendo un cambio tranquilo hacia la modernidad desde la lucha tremenda de sus ciudadanos por seguir conservando la dignidad y las condiciones de vida, con el peso del tremendo bloqueo económico que le impusieron sus vecinos más rubios.
De Cuba se puede hablar mucho, pero de los cubanos que han seguido manteniendo su vida en la isla, solo se puede aplaudir.
Ahora en que Raul Castro está introduciendo cambios que me recuerdan a la época de la Transición española, es momento de que todos, cada uno desde su pequeña parcela, seamos capaces de aportar nuestra ayuda en la medida en que podamos. Informar de sus gentes, de sus vidas es también una manera de estar cerca de ellos.
Entrar en el blog premiado y en sus enlaces también cubanos, saludarles y seguir sus comentarios es también una sencilla manera de acercarnos a su país.

El problema de Argentina y sus políticos. ¿O es que los argentinos son especiales? ¿Qué papel hacen los sindicatos argentinos?

Hace unos años, una familia amiga de gallegos de Zaragoza, que viven en Rosario (Argentina), me explicaron en una cena todos los detalles del corralito y de sus propios problemas económicos, mezcla de pena, miedo, rabia y asco.
Entonces había cosas que yo no entendía, actos de la propia sociedad argentina que me costaba comprender y asumir, no me la imaginaba en España.
Desde entonces nosotros hemos empeorado, y algunas de las circunstancias de Argentina en aquellos malos años los entiendo mejor, pero me vuelve a golpear la situación de Argentina en los morros, sin volver a poder entender del todo, como se consigue perder la confianza en los políticos en tan pocos tiempo.
¿Tan malos son los políticos argentinos?
¿Tan exigente es la sociedad argentina con sus políticos?
¿Hay una o varias manos negras que impiden que un país en teoría con la posibilidad de ser rico, no logre salir nunca de la situación de crisis?
Necesito explicaicones. Necesitamos informaciones.
En las encuestas de confianza, ha bajado un 6% en solo un mes, el de marzo. Normal ante una huelga fuerte. ¿Pero hay algo más detrás de todo esto? ¿Qué papel están ejerciendo los sindicatos y de qué tipo de sindicatos estamos hablando?

Os añado un texto de un periodista argentino (al final aparece la referencia), con algunas claves del problema argentino actual.

Cada parte -el Gobierno y el campo- tiene su verdad. Aunque se trate de verdades parciales. Por eso las posiciones lucieron, para algunos, irreconciliables a lo largo de los días. Los argumentos de cada sector parecen, en sí mismos, sólidos. Pero hay un deterioro de la política económica que afecta no sólo al campo sino a toda la sociedad.
Es cierto que el campo se benefició con la devaluación y la suba de los precios internacionales. Incluso con el incremento de retenciones y con los actuales precios internacionales, la producción agraria sigue con niveles de rentabilidad elevados. Aunque en el campo no son todos iguales. No se pueden comparar los ingresos de los pequeños productores con los de los grandes propietarios.
También es cierto que con las retenciones el Gobierno captura el 40 por ciento de los precios agropecuarios, a lo que suma el resto de los impuestos que deben afrontar los productores rurales.
El Gobierno tiene razón cuando dice que la suba de las retenciones a las exportaciones agrícolas y la transformación de su alícuota fija en móvil refuerzan la desvinculación de los precios internos con los externos. Pero también es cierto que los precios internos siguieron subiendo a pesar de las retenciones.
Hay sectores vinculados a la industria beneficiaria de la devaluación que, por su lado, reclaman retoques del tipo de cambio utilizando el argumento de la competencia china.
Las retenciones se aplican en muchos países después de una devaluación o cuando suben los precios. La instrumentan 40 países en la actualidad. Pero en la Argentina ese impuesto no se coparticipa con las provincias, queda en el Tesoro Nacional, a pesar de que esa fuente de ingresos es eminentemente federal.
Las retenciones son un componente clave del superávit fiscal que se destina al pago de la deuda y a la adquisición de divisas para seguir sosteniendo "la cotización del dólar". Empero, las retenciones no han vuelto ni vuelven en infraestructura, en caminos, en trenes, en escuelas ni en hospitales. Se van en el pago de los intereses y de la deuda externa, la que a pesar de esos cumplimientos sigue creciendo por el ajuste inflacionario de los bonos, pese a los esfuerzos de Guillermo Moreno en sus maniobras del INDEC.
No es cierto, entonces, que las retenciones se hayan utilizado o se estén utilizando para redistribuir ingresos, salvo los de los acreedores nativos e internacionales.
Toda la política económica del Gobierno está en cuestión en este conflicto. No es el campo versus el Gobierno. Está la deuda externa, está la falta de infraestructura, están los bajos haberes jubilatorios, está la puja salarial.