10.7.08

El sexo a partir de los 50

El sexo a partir de los 50 existe, o al menos eso dicen algunos. Es una época curiosa porque el ser humano está en plena decadencia pero sin libertad para jugar a nada. En casa los hijos son tan grandes que incluso saben distinguir la marca del preservativo según el ruido del envoltorio al rasgarse y hay incluso matrimonios que cuidan a sus progenitores, curiosidad esta, que ya casi no se da en los países occidentales, en donde todos estorbamos mucho o más.
El sexo a los 50 es una carrera contra reloj, yo recuerdo a un buen amigo, Pizarro, que nos decía a los jóvenes cuando nosotros lo éramos y él no, que un polvo que no hechas, en un polvo que se pierde irremediablemente, que no se recupera ya nunca. Y era cierto, pero nosotros no lo detectábamos así, no éramos capaces de perder sexo, si acaso de no ganarlo. Sobre todo los que no teníamos coche en aquellos años grises.
Ahora pierdes casi todos los sexos. Y los que no pierdes, te cuelgan.
No digo que suceda como en los toros, que te van dando avisos hasta que se llevan al toro al corral (según recuerdo de verlo en la tele de niño) porque la pariente es muy educada y a lo sumo sonríe y te da palmaditas en la espalda, no para el hipo pero con el mismo cariño.
A los 50 no se pierden polvos, se conquistan, se gana el sexo con sumo esfuerzo por no romperlo. Y es la edad perfecta para empezar a decir que el sexo es una tontería más de la vida, que lo importante es leer a Sartre.
Hoy he leído que a los 70 años se recupera el tono, se vuelve a conquistar el mundo sexual. No se, yo le pongo ganas, pero no me lo he creído. Será que todavía no tengo los 70.
Por cierto, nada de lo que aquí he escrito me sucede a mi, faltaría más, lo escribo porque me lo han contado los amigos. Yo no soy de esos.
¡Tengo que levantarme la autoestima a golpe de metirijillas!, o no.
Lo cierto es que las farolicas me han quedado bien derechas.

9.7.08

Los mayores de 50 años, ya no servimos. Lo cual es una ventaja.

Ustedes creeran que tengo la crisis de los 50, y se equivocan, tengo la crisis de los 40, solo que me dura 12 años.
Si usted tienen más de 50 años, hay algunas cosas que ya no debe intentar sin red, caminos que de explorarlos es mejor que lo haga con buena dosis de agua y calzado muy cómodo.
Si usted tiene esta edad tonta, no acuda al médico, le dirá que no tiene nada, que es todo normal, que es la edad que ya empieza a pesar. O se lo dirá de voz o de mirada, pero se lo dirá.
Si le hace análisis de sangre, mal, está perdido, siempre sale alguna estrellita, y siempre detrás de ella se esconde un montón de prohibiciones que se suman a las que usted ya ha tomado por su cuenta.
Ya no corre, no fuma, no bebe como antes, ya no …, o al menos menos, pero es igual, los médicos encuentran siempre el punto de a prohibición. Seguro que hay algo que le pueden prohibir.
Si desea cambiar de trabajo, se olvide. Para su jubilación le cuentan los últimos 15 años cotizados, luego los esperimentos con gaseosa. Si acude a buscar trabajo, no lo dude, siempre le pedirán algo que no tiene y que a su edad es imposible tener. O nociones de alemán o carnet de moto o conocimientos de Linux. Le dirán además que su edad es "difícil" porque es muy joven para algunos puestos y mayor para otros. Vamos que no sirve para nada.
Si intenta ligar, lo tiene más sencillo. Solo necesita encontrar a la jovencita (o al jovencito) que se haya propuesto como buena obra de caridad, liarse con un maduro que no moleste mucho como estrella en su badana. No intente buscarla, es igual, será siempre el/la joven quien le busque a usted. Simplemente déjese.
No, no intente entender a sus hijos, a esa edad lo normal es que le vean como a un carroza que no tiene ni idea de donde vive. Es igual que usted lleve patillas largas y un piercing, bueno o peor si es así, sus arrugas le delatan. Las del corazón.
Mire, olvídese de la edad, relájese y disfrute. No le importa nada todo lo que le rodea, porque si, es una mierda, tiene razón. Y para celebrar que tenemos razón, un mojito o un bourbon, a su gusto lo dejo.

Barómetro Europa primavera 2008

Sacados del Eurobarómetro de primavera de 2008, presento dos pequeños gráficos sobre dos preguntas que me parecen interesantes.
La primera es la apreciación que tenemos los españoles sobre la crisis económica. Estamos muy convencidos de que existe, de que España la está sufriendo o la va a sufrir, pero que a nosotros no nos va a afectar. Es una constante el que siempre pensemos que las situaciones malas les suceden a los demás, lo que muchas veces nos impide buscar y encontrar soluciones, porque no son para nosotros.
La segunda cuestión es sobre los temas que más nos preocupan a los españoles en relación a los que preocupan a los europeos.
Los temas de desempleo, inmigración y delincuencia se mantienen en valores parecidos. El de la subida de precios es más alto en Europa, porque no han conocido épocas de inflación altas como si ha sucedido en España.
Pero ellos no temen al terrorismo (y quiero recordar que en Turquía, Inglaterra o Italia han sufrido ataques terroristas tan o más fuertes como en España), nos preocupa la vivienda, algo que en Europa con precios de los pisos mucho más altos no preocupa pues se vive de alquiler y se cambia de vivienda con mucha normalidad, mientras que en Europa si que preocupa y mucho las pensiones, porque sus sistemas de apoyos sociales son menores y con más limitaciones para su acceso y sobre todo destaca la preocupación de la calidad en su sistemas educativos algo que parece no preocuparnos en la misma medida a nosotros, y eso que tenemos unos datos de los informes PISA que son realmente preocupantes.
De todos estos datos, los dirigentes deben sacar algunas conclusiones claras. Una de ellas es que debemos subir nuestra exigencia general sobre la educación pues sin ella no alcanzaremos una calidad de producción y empleo comparable, y la otra que debemos de valorar con más objetividad, y aquí deben entrar todos los actores, el tema del terrorismo.
Sin duda es una desgracia, pero sus efectos reales sobre la sociedad son infinitamente menores a los accidentes de tráfico, a los accidentes laborales, a decenas de enfermedades comunes o extrañas, a la violencia doméstica, a los heridos por las drogas y adicciones, incluso hay periodos que sus efectos reales sobre las familias españolas es menor que el de los encierros de toros en pueblos de España. Con perdón por la comparación, pero creo que nuestra energía social debe ser orientada hacia objetivos más reales, más lógicos, con menos miedo.
La sociedad tiene derecho a perder el miedo a lo que no es real.

El paro va a aumentar, pero eso no quiere decir que debamos modificar nuestro sistema laboral

Sin duda el paro va a aumentar en el futuro, o lo que es lo mismo, el total de las horas de trabajo medias de las personas que trabajan en el mundo occidental, van a ser menores a lo largo de su vida.
Hoy aunque en España hasta los 16 años no se puede empezar a trabajar (en mi juventud era a los 14) muy pocos empiezan antes de los 18 y la edad de comienzo de la vida laboral es superior a los 20 años.
Se empieza además con contratos parciales, sin continuidad en muchos casos, mezclando horas de estudios y horas laborales. Y en su vida laboral efectiva, es muy normal que se produzcan varios despidos, varias suspensiones.
El futuro no va a ser muy distinto o al menos nunca más efectivo.
La crisis actual no es más que un pequeño bache lógico, un ciclo más dentro de lo habitual, pero tanto los nuevos sistemas de trabajo, como la tecnología y los mercados emergentes hacen presagiar que el mercado del trabajo entrará en una bajada de productividad total.
Sólo hemos podido mantener un nivle de trabajo alto, a costa de un consumo desmesurado, de una aceleración en el flujo del gonsumo y del movimiento de los dineros en transacciones útiles o no.
Se fabrica hoy con mucho menos coste en tiempo laboral, pero como se ha consumido mucho más que nunca, se ha logrado compensar la aceleración en los tiempos de producción. Pero la crisis económica reduce el consumo de manera muy importante y por ello reducirá las horas de trabajo totales.
Es pues de muy mala fe solicitar cambios en el mercado de trabajo, aprovechando el momento de falta de trabajo, porque si las reformas van por el camino de más facilidad para el despido, que simplemente son en realidad, despidos más baratos, saldrán ganando los empresarios especuladores, pero no los trabajadores, no la economía global.
Si el trabajo es de 1000 horas en total (por ejemplo), por mucho que modifiques sus normas de contratación o de despido, no subirán esas 1000 horas teóricas.
No es cierto que podamos competir con los mercados laborales emergentes con nuevas normas de trabajo, es imposible, antes de eso explotaria nuestra sociedad. La empresa que con dos bemoles desea tener los beneficios de una mano de obra barata, muy barata y sin derechos, ya ha tomado sus medidas. Se ha ido a esos países y ha montado allí sus propias empresas.
El empresario especulador siempre encontrará mano de obra más dócil en países pobres que en el mundo occidental.
Quien crea que modificando nuestra ordenanza laboral seremos capaces de competir mejor, se equivoca y no pone en valor los RRHH, la innovación y la productividad en calidad.