21.10.08

La mala leche de algunas personas

Hay personas que tiene mu mala leche, que sus trabajos están hechos para su personalidad o al revés, y desde sus púlpitos de pequeño o gran poder, asustan, retuercen, talan y podan según les da gana, siempre sin el humanismo lógico de todo ser humano.
Muchos nos preguntamos todos los días de donde viene este cabreo generalizado, este odio escondido entre ventanilla y semáforo, entre personas que hacen fila, entre conocidos y desconocidos.
Todos hacemos lo posible porque este mundo esté lleno de mala leche, de poca comprensión con el vecino de vida.
Así nos va a todos, porque eso si, a todos los cerdos les llegan su San Benito.

20.10.08

El apoyo de famosos en las campañas electorales

Cuando Colin Powell salió apoyando a Barak Obama, estaba realizando un ejercicio de adivinador, de sabio, de jugador de mus.
En todas las campañas electorales es necesario contar con el apoyo de personajes que son importantes para la sociedad. No se busca con ello el arrastre del desinformado votante, sino al contrario del votante más preparado que observa como su elección política o no, es también elegida por personas con carisma, con personalidad, con fuerza mediática.
El elector sin fuerte cultura política cree que estos posicionamientos son absurdos, y en realidad para todos, da igual lo que piensen pues lo normal es que estos ciudadanos formen parte del pelotón de los abstencionistas.
A quien realmente afecta el contar con apoyo de grandes figuras, es a los que no los tienen. porque los desanima para ir a votar y a los que son incondicionales de cada idea porque les reafirma de que no pueden fallar.
Todos los partidos políticos deberían contar con un grupo de líderes NO políticos que les apoyaran, que ejercieran de colchón social, de incluso garantía civil para que no fueran los políticos profesionales los que se apoderaran de todas las ideas. Un partido sin apoyos mediáticos está huérfano de una parte hoy fundamental en la política social.
Colin Powell apoyando a Obama ha dejado a los republicanos con la sensación de que tienen todo perdido. Este tipo de apoyos es mortal de necesidad.

Los padres no estamos a la altura, somos unos tontolhabas

Forges publicaba esta viñeta en el año 2008 en El País advirtiendo de que los padres nos estamos comportando como unos auténticos tontolhabas. ¡Snif! Si, me parece la palabra "tontolhaba" muy aragonesa, muy de mi juventud. Y además también me parece que muchos padres hemos caído en la trampa de ser unos tontolhabas con nuestros hijos.

Ayer decía Arturo Pérez Reverte que un tontolhaba es un tonto elemental, un tonto muy tonto, muy del montón. No logra superarse así mismo. Y lo padres muchas veces pecamos de eso, de ser imbéciles por buenos, de no ser capaces de transmitir nuestra obligación de padres que a veces es dura e incluso algo asquerosa. Pero si somos padres es porque quisimos, nadie nos obligó a eso.

La obligación nuestra es lanzar hacia la vida a hijos capaces de ser suficientes, de ser libres, de ser capaces de ganarse la vida por ellos mismos. Pero en cambio estamos creando unas generaciones de blandos especímenes, que solo saben quejarse y currar poco. Ya lo sé, no está bien generalizar, lo sé, pero es que me da la nariz que la mayoría son así, y por eso me quejo.

Y si, yo soy el primero que como padre no hubiera aprobado la selectividad. Soy el primer tontolhaba.

PD. No tango claro que tenga que ir con hache intercalada, pero así lo escriben los académicos.

Los motivos (reales) por los que se despide a los trabajadores

Es muy posible que piense que a los trabajadores se les despide de su puesto de trabajo porque no gusta su cara o porque no son tan pelotas como el fulanito. Pero en realidad los motivos son otros bien distintos, no olvide que una empresa está para ganar dinero y les importa tres pitos su cara si les da beneficio su trabajo.
Les dejo una lista de los motivos reales de despido. En la dirección que pueden encontrar pinchando aquí, se extienden sobre este tema. Nosotros solo hemos hecho una recopilación.

El exceso de perfeccionismo
Hablar más de la cuenta
La excesiva sumisión
La falta de eficacia
Desmotivación indisimulada
La ambición sin límites
El trabajador individualista
Amores de oficina
Hoy no voy a trabajar... ni mañana tampoco
Errores de la dirección
Exceso de autoritarismo
Falta de creatividad.
Hipersensibilidad