13.12.10

Debemos crear nuetra propia empresa laboral para tener trabajo

Nos toca ahora a nosotros superar la crisis económica. Así de sencillo y así de fácil, pues nos da la libertad a todos nosotros, nos entrega incluso la posibilidad de ser mejores, más, de no depender de nadie. Ya no es necesario tener jefe en el trabajo, pues el trabajo ya no es para toda la vida, ni incluso para todo el año. Ahora dependemos de nosotros mismos, de nuestra inteligencia y talento, de nuestras fuerzas y ganas de ser mejor, de lograr metas mayores.
Nos tenemos que olvidar de tener un trabajo en una empresa bien que nos dure toda la vida, ahora se trata de reinventar la relación laboral, de crear nosotros nuestro…
propio puesto de trabajo, de crear nuestra propia empresa: pequeña, muy pequeña, grande. Vamos a ser nosotros nuestro propio jefe. Aunque trabajemos en algunos periodos en empresas de otras personas. Se trata de tener talento, de crecer constantemente en formación, de tener ideas y ponerlas en práctica, de creer en nosotros mismos, de construir nuestro propio puesto de trabajo.
Se acabó en gran medida la relación estable con la empresa de otro y empieza la libertad de tener la propia empresa que se llama “vida laboral” y que iremos edificando desde la actividad propia a la de alquilarnos dentro de otras organizaciones. Nada nos obliga ya a estar en otras empresas durante años, ahora tenemos que ver las relaciones laborales desde otra óptica mucho más libre.

12.12.10

Subir la jubilación hasta los 67 años es de ineptos sociales

Valeriano Gómez y sus chicos y chicas del PSOE insisten en la jubilación a los 67 años, simplemente con la tontada de que en el año 2050 estaremos fastidiados. Que es tanto como que en 1970 y viviendo el dictador bajito hubieran legislado por lo que iba a ocurrir en el 2010.
Como no es urgente y sin duda en el 2012 el PP va a entrar a gobernar por al menos unos 30 años seguidos, dado el cariz que está tomando la crisis en el PSOE, casi lo más lógico sería…

11.12.10

La música, ese don divino para dioses que escuchan

La música es un don divino, no de dioses sino para dioses. Una vez que te envuelve es complicado poder continuar sin ella. Te transforma, cambia tu ánimo, la forma de encarar cada situación en la que la música está presente o no. No se contempla igual una estampa de vida si es con música o sin ella, pues enmarca deliciosamente la circunstancia,
Conozco escritores que tienen diferentes tipos de música según vayan a escribir escenas de amor o violentas, de acción o de diálogos. Y no es fácil adivinar qué tipo
de música enmarca cada escena comentada, pues cada autor requiere las suyas propias para motivarse, y las elije según ya sabe cómo le van a remover las tripas. A veces quiere una escena de perdedor, otras de padre violento, algunas de amante cariñoso; y para todas ellas tiene ya preparada la música que envuelve su espíritu y así salir airoso de la página en blanco.
Me gusta Dvorak pero también Sabina o Al Son del Sur. Me acompaña Joaquín cuando quiero recuperar fuerzas o Dvorak cuando deseo comportarme y darme energía tranquila a costa de la Novena que es potente y muy animadora. Recibo toda la violencia de la Novena Sinfonía del Nuevo Mundo y con ella me vasto para estar tranquilo; curiosidades de la música. A veces escucho pop para tranquilizar ánimos de juventud y recordar sensaciones perdidas o jazz para dejar volar mi imaginación hacia mundos desconocidos. Cada uno empleamos la música a nuestro gusto, y casi siempre funciona bien.

10.12.10

El extraño caso del libro que nadie leía

Ayer cogí un libro de la biblioteca, pero cuidado, de una biblioteca temática en asuntos económicos, es decir una biblioteca seria de libros serios. Pues eso, que sigo, que pillé por ordenador un libro que se titula “Filosofía económica” que me pareció un título de lo más apetecible y normal.

El libro era antiguo pues le pesaban sus 40 años, pero el índice era interesante y sencillo de leer. Y me pareció que encajaba con mis ideas económicas; no sé, un posible libro de casi izquierdas económicas, que es lo más complicado de encontrar en economía, sobe todo si decimos que se escribió cuando aun vivía el pequeño general.

Al recibirlo en mano por el bedel del archivo público, lugar que ya aviso, de mucho cliente lector y ganas de complacer, me fijé en la fecha de devolución por mucho que yo ya sabía que tenía sólo una semana por delante para leerlo. Y la sorpresa me vino a inundar el cuerpo serrano.

El libro no lo habían prestado desde junio de 1998. Llevaba doce años sin prestarse, nadie se había interesado por él. Ni por pena, penita pena. Que digo yo, no sé, pero si vemos un libro con tantos años de inutilidad manifiesta, hay que hacerle el favor de sacarlo de la biblioteca aunque sea para pasearlo, que un libro también se lo merece.

Lo tengo aquí, en mi mesa de despacho, y os lo juro, no pienso leerlo, lo voy a sacar a pasear por mi ciudad para que vea cómo ha cambiado en estos 12 años. Le estoy enseñando ahora Internet y mi nuevo iMac, para darle envidia.

Y he pensado, aunque solo sea para joder un poco al que lo cogerá después, dentro de otros doce años por supuesto, que lo voy a pillar dentro de un mes para que el próximo piense que cómo es posible que tantos años de vacío y en cambio en tan poco tiempo dos veces.

Me estoy haciendo amigo de este libro, fíjate.