29.1.14

Hablar en exceso, rápido y cambiando de asunto


Hay personas que hablan en exceso, que no paran, que no necesitan escuchar. No son unas personas aburridas… pero el exceso las mata. 

Deberían aprender a respirar, a dosificar sus mensajes, que aunque a veces interesantes, agobian y atontan sin poder ser absorbidos por los interlocutores que asistimos abandonados ante el intento de meter baza. 

A lo sumo, los que escuchamos a estas personas podemos solicitar ampliación sobre algún asunto y aquí regalamos los oídos al insistente. 

De esta forma lograremos pararle algo, consiguiendo que agote sus posibilidades de expresión, pues se le acaban las razones. 

Su rapidez al hablar y su capacidad para cambiar de asunto a la misma velocidad, puede atontar. Si encima es una persona aburrida en sus temas, lo mejor es huir corriendo.

28.1.14

No podemos elegir otros compañeros de vida


La vida de las "otras" personas, es la salsa donde flotamos todos nosotros como trozos de carne cocida y sabrosa. Sin el sabor que nos dan los que nos rodean como tropezones de nuestro plato vital, estar en esto… resultaría soso y aburrido. ¡Joder qué cursi ha quedado!

Pero curiosamente solo podemos saborear las vidas de los que nos han tocado como acompañantes de nuestro plato de vida. 

No podemos disfrutar de la compañía de una familia pobre de la India, de unos judíos de la Zaragoza medieval que pudieran ejercer de limpiadores de la Sinagoga Mayor, ni de la amistad de un rico heredero de los indios sioux americanos que fuera feo y miedicas. 

Igual nos parecen interesantes ahora, pero podrían ser unos plastas insuperables en sus ambientes. Nunca lo sabremos.

Hoy he conocido de pasada a Manuel, un cliente de mi dentista que de tanto explicar con lujo sus dolores les resulta impertinente hasta no creerle, a los doctos del taladro diminuto. 

Parecería una mala compañía de vida, pero sirve para comparar y aprender. Lo escaso puede ser más útil que la sobredimensión.

27.1.14

Los churros de las 11 casi cotizan en Bolsa

He salido a buscar churros como todos los días y cada vez me resulta más complicado encontrar a las 10 de la mañana en mi barrio y eso que bajo cada mes antes para ver si no se me escapan. Se acaban muy pronto luego o los vender baratos o hacen pocos o es que somos cada vez más ricos. ¿Pero no estabais en crisis? Si, pero para churros parece que no. El churro es solo harina y agua, un poco de sal y aceite para freír, pero cosas de la magia, unos churros son maravillosos, otros unos ladrillos y otros plástico. La mano del churrero se nota mucho. 

Con los años uno va cogiendo vicios hasta que te los detecta el médico y te los prohibe. Espero que mi amiga médico no me lea nunca. Pero con la edad vas necesitando esos vicios para sentirte vivo. 

Los churros con el café de las 11. Los gin tonic de los viernes. El bourbon de los sábados y El País de todos los días. Poca cosa pero seleccionada. Y el jamón cuando se pueda, mejor cortado a cuchillo. Hay que ir buscando vicios nuevos según te prohiben los de siempre. Es una manera de engañarte para seguir vivo. 

El Poder Judicial cada vez tiene más trabajo por abandono de los otros poderes

Madrid desiste de privatizar la Sanidad pública tras numerosas manifestaciones ciudadanas en su contra durante más de un año. Pero han tenido que ser los jueces los que lograran torcer las decisiones absurdas.

Si nos fijamos en las noticias del día a día, cada vez más la justicia oficial, la de los jueces, tiene que dictaminar y decidir pues los políticos no son capaces de entenderse. 

Y se nos olvida que la justicia normalmente no se pronuncia, a no ser que le preguntemos o en fragante delito. Dimiten presidentes de fútbol, Princesas mueven la historia de España, paralizamos urbanismo y acudimos a que sean los jueces y los abogados, los que tengan que decidir las formas y los “cómos”.

Contra Cataluña queremos emplear la justicia, de golpe o poco a poco, por incapacidad de resolver los asuntos de otra forma, una vez que ya no parecen caber los Golpes de Estado; siempre militar por supuesto. 

Pero recurrir a “las” justicias es una acción bastarda de la política. El Poder Judicial no está para Legislar ni para Gobernar. Tampoco para controlar la Economía. Pero cuando todo parece ser manipulado nos creemos que el Poder Judicial es el único que queda con potencia para ser libre y limpio. Mal elección, aunque no haya otra.

Pero el Poder Judicial no lo elegimos los ciudadanos de manera democrática. Tampoco son los mejores ciudadanos de la sociedad los que ocupan esos puestos pues muchas veces siendo muy buenos estudiantes elijen la carrera judicial como una salida profesional o como una tradición familiar. Pero siempre es mejor eso que el Poder Militar, sin duda. Y mucho menos sangrante. Pero los que abandonan su responsabilidad son los poderes políticos, que no se nos olvide.