30.7.14

El tamaño si es por menos, sí que importa y mucho

La vida está llena de pequeñas cosas. Pero a veces estas se esconden para no dejarse ver con facilidad. Los detalles marcan las calidades. Somos muy pequeños, pero no creemos grandes y por eso no miramos a los que son más pequeños que nosotros. Solo nos entendemos bien con los que son de nuestro tamaño. Si medimos lo normal nos da temor relacionarnos con un tipo muy alto. Sentimos piedad amorosa ante un bebé recién nacido. Creemos que el tamaño si importa sobre todo para atemorizar. Pero una flor diminuta pasa desapercibida siempre, pues no sirve para regalar, para vender, para poner en un jarrón de nuestro tamaño habitual. No sirve para demostrar a los demás que es un regalo suficiente.

Todas las cosas tienen un tamaño asumido por todos y si nos salimos de ese tamaño aceptado, ya nos da la sensación de que no sirve de nada.

Yo conozco a una mujer que es Alcalde siete días al año y ella no farda de eso. Conozco a personas que son buenas media hora al día. Hay contertulios a los que no somos capaces de aguantar más de 15 minutos de su cháchara. Empresas que no duran más de media docena de meses. El tamaño si es por menos, si que importa y mucho. Curiosamente si es por más no nos importa casi nada.

Todos caemos en las trampas de las venganzas y de las equivocaciones

Ayer unas 700.000 espectadores vimos en televisión la película “Los descendientes” de George Clooney en el canal Divinity. Dicen que un buen dato de audiencia, para una película muy bien realizada y que tocaba la fibra humana de las relaciones familiares. Pero fuimos un millón menos que los que vieron llorar otra vez a la Benenito en Telecinco que es una versión asquerosa de cómo lograr el volver loca a una persona, por entregas, en directo y delante de muchos españoles.

La televisión es un puro teatro, pero a veces se olvida de las reglas más básicas del teatro de la vida. Todo por el negocio de la audiencia. A ciertas horas podemos ver en directo como se intenta volver loca de odio y envidia a una persona, mientras le ponen música de fondo para dar morbo y tensión, en cambio no podemos decir culo o caca, chocho o pichina. Podemos sacar niños muertos y llenos de sangre por un bombardeo pero no podemos enseñarlas la cara. Claro que mucho ojo, pues si pedimos algo, nos lo pueden conceder y entonces prohibirán enseñarnos las guerras para silenciarlas.

En la película “Los descendientes” veíamos que nadie es perfecto, que todos caemos en las trampas de los odios, de las venganzas, de las decisiones equivocadas, de las grandes dudas vitales. De las inexplicables decisiones que afectan a muchos. Pero es la vida. Aceptarlo es lo mejor, pues muchas veces no hay vuelta atrás, no podemos repetir ni obtener respuestas de muchas cosas que nos suceden.

29.7.14

España es muy productiva. Pero Europa quiere otra cosa para España

Nadie dudaría de que esta imagen es de España. Efectivamente es Madrid pero podría ser de cualquier ciudad española. Buen tiempo, ocio para estar en un bar tomando unas cervezas con unas tapitas, buena relación y una conversación entre personas amigas. Es calidad de vida, sin duda. Calidad que hay que conservar. Sin duda también.

Europa nos pide otra cosa, y no por que no conozca nuestra forma de vivir, no por que piense que no es buena para la salud física pero sobre todo mental, solo por que piensa que así no producimos suficiente. Efectivamente, se refieren a que no producimos los obreros que producimos, para que otros que simplemente recogen, puedan tener unos beneficios mayores.

Pero España engaña. Nuestra forma de producir es alta comparada con los datos de Europa. Cuando nos hablan de cambiar los horarios o cuando nos señalan como vagos que siempre estamos de fiestas y de vacaciones o puentes, nos quieren engañar. Es mentira. Nuestra jornada laboral anual es superior a la europea. A lo largo de todo el año trabajamos más horas que muchos obreros de muchos países.

Es cierto que los horarios habría que optimizarlos en España, que no tenemos tiempo para hacer tareas formativas en exceso.  Que organizamos mal la conciliación de vida familiar y ocio. Pero seguimos siendo muy productivos. La deslocalización no es por nuestra baja producción, ni por la mala calidad de lo que producimos, sino por los salarios todavía mucho más bajos que se dan en algunos países.

Otra cosa bien distinta es que en Europa deseen tener algunos países esclavos, zonas internas en “su” Europa con mano de obra muy barata, domados a sus gustos productivos para encargarles lo que ellos no quieren hacer. Eso si.

Es muy cómodo y un chollo ser católico

Ser católico es un chollo. Yo no sé por qué no practico más siendo un chollo bíblico, en serio. Si eres católico y hacer barbaridades, siempre te quedará el camino de pedir perdón y hacer contrición.

La contrición es algo maravilloso para los jetas que además son católicos, aunque no todos lo son. Uno dice o piensa, de pensamiento, palabra u obra, que ya no lo volverá a hacer y si además pide perdón, no hay dios que se lo niegue. Joder, un chollo.

No marca plazos, el perdón y la contrición se puede hacer cuando a uno le venga en gana. Por ejemplo cuando la edad física ya no te deja arreglos posibles para ser de otra forma. Cuando ya te has cansado de ser un ladrón, vas y pides perdón al sacerdote de cabecera y vas al cielo.

Por que esa es otra, los católicos además de creer en la cárcel sobre todo creen en el cielo. La cárcel es un purgatorio necesario, si acaso que tampoco es que la pidan con vehemencia, pero si cae es un purgatorio de monaguillo. Siempre quedará el cielo al que se sube con tal de haber pedido perdón y haber comulgado.

Ni reformas fiscales, ni del Código Civil, ni de gobiernos o sistemas electorales. Lo que hay que cambiar es el acceso al cielo, joder. Que no sea posible subir al cielo tras haber hecho trampas durante años. Esa es la reforma que debe exigir Podemos e IU. Todos debemos estar de acuerdo en que hay que cambiar la forma de ascender al cielo. Para jorobar a los jetas. ¿Tú no crees en el cielo? Lo que te pierdes, con lo cómodo que resulta.