Una constante de la Transición y más del sindicalismo recién nacido era la solidaridad, el convencimiento de que todos los trabajadores eran iguales, tanto en la explotación de sus derechos como en sus necesidades. Pero no era cierto, como no lo es ahora. También entre los trabajadores hay muchas clases.
En estos tiempos actuales esas diferencias de clases entre los trabajadores se admiten más, mucho más incluso, que en los años de la Transición, donde sobre todo y por encima de todo se intentaba defender a los que menos fuerza tenían, a los más explotados, a los que más lo necesitaban.
Ahora esas diferentes clases de trabajadores, creadas por el sistema y los empresarios, son admitidas y los propios sindicatos muchas veces las comprenden y las admiten. No se defiende igual a un trabajador temporal que a uno fijo o funcionario. No se trata por igual la falta de derechos de los jóvenes que buscan su primer trabajo que los derechos de los trabajadores de las grandes empresas. También los sindicatos se han vuelto clasistas, diferenciando or clases de trabajadores,
Estas pegatinas son del año 1976 y son un ejemplo de solidaridad con los peor tratados en el mundo laboral. Han pasado más de 40 años y seguimos igual o peor.
30.12.17
29.12.17
La figura del Sereno, controlador de barrios
Una figura hoy desaparecida y que tuvo su importancia en el Franquismo como controlador de la calle y de los vecinos es la del Sereno, una especie de policía municipal nocturno, que tenía a su cargo un número determinado de calles y que en los últimos años de su existencia (proviene su figura desde el siglo XVIII como los que encendían las farolas) tenían la obligación de abrir los portales de las casas. En el año 1977 desaparecieron de las calles de todas las ciudades de España, aunque con posterioridad y por otros motivos han existido intentos de revitalizar su figura.
Las puertas de los edificios las cerraba él mismo cuando entraba a la vigilancia de su zona de barrio, y llevaba encima todas las llaves para abrir a quien lo necesitara durante toda la noche, con el requerimiento de unas palmadas del vecino. Como su radio de trabajo era pequeño, unas cuantas calles del barrio, en plena noche las palmadas del vecino que necesitaba que le abrieran el portal las oía perfectamente y acudía a su petición. También llevaban, al menos en Zaragoza, una cayata de grueso calibre en algunos casos.
Abría la puerta y recibía una propina del vecino, se saludaban y de este forma tan tonta, se controlaba también a quien acudía tarde a casa y con qué pintas se llegaba. Su sueldo era municipal y en Navidad presentaba a todos los vecinos unas tarjetas de felicitación en busca de la propina añadida, pero esta función era muy normal también en los carteros, barrenderos o guardias de la circulación, según zonas de las ciudades.
El conocimiento de los barrios y de sus vecinos era perfecto para saber si eran ejemplares o raros, y utilizados por la policía para detectar actos no claros, según su particular visión del momento. Incluso hubo épocas que su certificado era necesario para obtener el certificado de buena conducta o el pasaporte. Y no hay que olvidar que además se dedicaban a controlar el orden público, por lo que las horas en las que estaban de servicio, los delitos contra la propiedad bajaban tremendamente.
Había grandes diferencias entre los diferentes serenos, pues no era igual una zona de un barrio comercial que una zona de barrio obrero. En las calles comerciales los dueños de las tiendas daban propinas generosas para que dieran rondas por los escaparates y vigilaran las cerraduras. Y eso suponía un complemento importante a su escaso sueldo. Tanto al inicio de la jornada como al final se reunían con sus capataces para pasarse novedades de la noche, o información de lo que tenían que vigilar con más atención en sus horas de trabajo.
Las puertas de los edificios las cerraba él mismo cuando entraba a la vigilancia de su zona de barrio, y llevaba encima todas las llaves para abrir a quien lo necesitara durante toda la noche, con el requerimiento de unas palmadas del vecino. Como su radio de trabajo era pequeño, unas cuantas calles del barrio, en plena noche las palmadas del vecino que necesitaba que le abrieran el portal las oía perfectamente y acudía a su petición. También llevaban, al menos en Zaragoza, una cayata de grueso calibre en algunos casos.
Abría la puerta y recibía una propina del vecino, se saludaban y de este forma tan tonta, se controlaba también a quien acudía tarde a casa y con qué pintas se llegaba. Su sueldo era municipal y en Navidad presentaba a todos los vecinos unas tarjetas de felicitación en busca de la propina añadida, pero esta función era muy normal también en los carteros, barrenderos o guardias de la circulación, según zonas de las ciudades.
El conocimiento de los barrios y de sus vecinos era perfecto para saber si eran ejemplares o raros, y utilizados por la policía para detectar actos no claros, según su particular visión del momento. Incluso hubo épocas que su certificado era necesario para obtener el certificado de buena conducta o el pasaporte. Y no hay que olvidar que además se dedicaban a controlar el orden público, por lo que las horas en las que estaban de servicio, los delitos contra la propiedad bajaban tremendamente.
Había grandes diferencias entre los diferentes serenos, pues no era igual una zona de un barrio comercial que una zona de barrio obrero. En las calles comerciales los dueños de las tiendas daban propinas generosas para que dieran rondas por los escaparates y vigilaran las cerraduras. Y eso suponía un complemento importante a su escaso sueldo. Tanto al inicio de la jornada como al final se reunían con sus capataces para pasarse novedades de la noche, o información de lo que tenían que vigilar con más atención en sus horas de trabajo.
Vota con realismo. Subliminal manera de lograrlo
Cuando UCD decidió presentarse a las Elecciones Generales de 1977 con el lema “Vota con realismo” estaba diciendo en esa frase mucho más que tres palabras simples. El mensaje subliminal era mucho más amplio.
Realismo - de Real
Realismo - de no seas tonto y vota lo que importa a España en estos momentos
Realismo - de no te vayas por las ramas, y vota lo que va a ganar
Somos Reales y además también somo reales, de carne y hueso, pues ya nos conoces, no hay que hacer experimentos con nosotros, somos los tuyos, los capaces, los que te van a permitir ser del equipo ganador. Todos prometen, nosotros también, parecían decir en su texto, pero además nosotros cumplimos, como ya sabes bien.
Y efectivamente, ese mensaje que casi no se notaba, caló fuerte y la sociedad española votó a una parte de la continuidad, a esos nuevos políticos que simplemente se habían quitado la camisa. Bueno, si vemos el cartel de Adolfo Suárez, simplemente se la habían aclarado un poco, desteñido más bien para que no apareciera como azul agresivo.
Realismo - de Real
Realismo - de no seas tonto y vota lo que importa a España en estos momentos
Realismo - de no te vayas por las ramas, y vota lo que va a ganar
Somos Reales y además también somo reales, de carne y hueso, pues ya nos conoces, no hay que hacer experimentos con nosotros, somos los tuyos, los capaces, los que te van a permitir ser del equipo ganador. Todos prometen, nosotros también, parecían decir en su texto, pero además nosotros cumplimos, como ya sabes bien.
Y efectivamente, ese mensaje que casi no se notaba, caló fuerte y la sociedad española votó a una parte de la continuidad, a esos nuevos políticos que simplemente se habían quitado la camisa. Bueno, si vemos el cartel de Adolfo Suárez, simplemente se la habían aclarado un poco, desteñido más bien para que no apareciera como azul agresivo.
Se muere la hija del dictador y lo publicamos
Una muestra clara de que la Transición no se ha acabado en España aunque estemos en el año 2017 la podemos mostrar en las noticias de hoy. En la televisión privada y pública, han abierto hoy con la muerte de la única hija del Dictador Franco.
¿Alguien se imagina algo parecido en Italia, Rumania, Alemania, Chile, Argentina o Portugal? ¿Dedicarle incluso reportajes con todo lujo de detalles? ¿Saber de su enfermedad, de su extremaunción, de su fallecimiento, día a día de su marcha enferma?
No hemos superado el franquismo, seguimos viviendo de sus recuerdos, seguimos en esa transición ilógica por los muchos años que nos lleva soportar el no pasar página de verdad, de no hacer en ningún momento un reset mental y social.
Seguimos teniendo a decenas de miles de españoles enterrados y olvidados en las cunetas, asesinados por el Franquismo de forma macabra, y en cambio le dedicamos páginas en los medios decimos que democráticos para hablar de la hija del dictador. Si es la sociedad la que reclama esta información, es que simplemente hay que explicarle algunas cosas que todavía no ha entendido.
No hemos superado el franquismo, seguimos viviendo de sus recuerdos, seguimos en esa transición ilógica por los muchos años que nos lleva soportar el no pasar página de verdad, de no hacer en ningún momento un reset mental y social.
Seguimos teniendo a decenas de miles de españoles enterrados y olvidados en las cunetas, asesinados por el Franquismo de forma macabra, y en cambio le dedicamos páginas en los medios decimos que democráticos para hablar de la hija del dictador. Si es la sociedad la que reclama esta información, es que simplemente hay que explicarle algunas cosas que todavía no ha entendido.
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