28.12.18

En España entendemos mucho de Santos y de Inocentes

Lo real de los Santos Inocentes es que ya no quedan ni Santos ni Inocentes. Pero seguimos jugando a engañarnos. En estos tiempos de mentiras bien organizadas para joder, lo de menos es contar con un día de Santos Inocentes, pues nos engañan todos los demás. Hoy no nos cuelan (casi) nada, pero el resto del año, bajamos la guardia y nos la meten sin darnos cuenta.

Creo que poner el muñequito en la espalda es bullying aunque sea entre adultos, que por cierto son los que más bullying sufren y nos lo callamos. ¿O no es eso lo que se sufre en muchos talleres y empresas donde la calidad del trato humano brilla por su ausencia? La indignidad laboral es tratar de inocentes a los que tienen que soportar las injusticias de trato y de sueldo, porque no hay otra cosa en el mercado laboral español.

27.12.18

¿Y sin cerraran la redes sociales? Una cierra en marzo

Parece mentira que en pleno crecimiento aparente de las redes sociales, cuando estas están en boca de todos para bien o para mal, una de ellas cierre. Sí, la del gigante San Google se nos va al pozo en la próxima primavera dejando a Google+ sin acceso. Dicen que no funciona. No intentan modificarla o mejorarla para seguir compitiendo, simplemente la cierran pues no quieren plantar batalla al resto, ya saturado el mercado con Twitter o Facebook o con la que ahora parece crecer más, la Instagram de las imágenes personales.

Debemos admitir que estos elementos tan novedosos y con un crecimiento tan rápido, tiene también una vida igual de rápida. No es fácil asentarse en estos mundos tan líquidos, donde casi nada es lo que aparenta. Pero resulta curioso que San Google opte por cerrar. Veremos los motivos a lo largo del próximo 2019. Que para eso estamos.

Viñeta del día. La importancia de la sombra

Nada puede ser como parece y todo depende de muchos factores. Así que nada de confiarse ante lo obvio y pongámonos a trabajar desde el diálogo por conseguirlo. Aunque entre nosotros…, reconozcamos que el tipo este es un imbécil ¿no?

¿Hasta dónde deben llegar los voluntarios?

En algún momento nos tendremos que plantear desde la sociedad el papel (y uso o abuso) de los voluntarios en el mantenimiento social actual. Asunto este, duro y de complicada exposición, más viniendo de alguien como yo que apoya el trabajo comunitario de colaboración y entrega a los demás como precio por vivir en convivencia. 

Desde una gran parte de la sociedad siempre hemos aplaudido, alentado y agradecido el papel del voluntariado para apoyar y ayudar a la sociedad con menos recursos. Yo mismo he participado y sigo participando en el voluntariado. Parte de mi familia también. Por eso tal vez las dudas me afectan más. Tengo dudas por dudar, por ser de los que dudan.

El voluntariado como ejemplo social de trabajo de apoyo y ayuda a esas actividades que sin este grupo de personas no se podría realizar, se ha ido convirtiendo en un apaño que se utiliza para excesivas situaciones y servicios, muchas de las veces recortando puestos de trabajo que la sociedad debería crear y pagar. Incluso a veces en servicios jerarquizados de complicada calidad y productividad.

Se nos dice, lo digo yo mismo, que sin el papel del voluntariado muchas actividades se quedarían sin hacer. Y es cierto. pero en la aseveración está el pecado. Por eso mismo esas actividades ni las valoramos como se debería, ni somos capaces de entender bien que los impuestos deben servir para muchas cosas, incluido el trabajo que hoy hacen casi todos los voluntarios.

Es verdad que hay trabajos de voluntariado de muchas clases y formas, pero cada vez más se acude a las personas voluntarias para trabajos que deberían ser remunerados, computados como trabajos reales y no como trabajos de apoyo social.

Es curioso que como voluntarios estamos apuntados todavía un segmento de la población que es pequeño, del que se aprovecha toda la sociedad a base de tener que pagar menos impuestos por ser unos servicios gratuitos. 

No estaría de más que empezáramos a reflexionar si no debería ser obligatorio el ser voluntario, o al revés, que quien fuera voluntario tuviera unos beneficios que no poseyeran los que no quieren serlo.

Que unos paguen a los otros, por no querer participar. Que unos se beneficien de los otros, por ayudar a quien lo necesite. Todos saldrían beneficiados de todos. Unos por ayudar de una forma y los otros de la otra.

Por ejemplo entrada gratuita a todos los museos. Precios distintos a instalaciones públicas. Acceso preferente a servicios públicos. Descuentos en servicios de transporte. 

Todo esto costaría dinero y sería necesario un control para evitar abusos. Pero eso lo debería sufragar las personas que no desean ser voluntarios. Siempre podrían elegir a qué grupo desean pertenecer.

Nota.: El cuadro es de Ramón Pichot.